OXÍGENO

Por BEA BOSIO

 beabosio@aol.com

Cuando Raquel entra a la sala de terapia intensiva se acerca a la cama donde Tomás respira con dificultad. Tomás no lo dice, pero Raquel sabe que la está pasando muy mal. Imagina el miedo que ha de estar sintiendo ahí, tendido y solo, sin nadie con quien hablar. Lleva días aislado del mundo y a Raquel le angustia esa soledad. ¿Qué puede ser más aterrador que pelear por el aire en el confinamiento severo de un frío hospital?

Tomás apenas puede distinguir a la joven doctora que acaba de ingresar. Es imposible adivinar su rostro distorsionado por las máscaras que lleva para no contagiarse de la enfermedad. Le cuesta entenderla detrás del tapabocas y apenas han podido conversar (creyó escuchar el otro día que antes de ser médica había sido clarinetista profesional). Pero no sabe si imaginó aquél diálogo en las horas interminables de esta espera inverosímil que le ha robado el aire para respirar. Lleva días conviviendo con las alarmas de los respiradores y los sonidos de las máquinas que llenan de incertidumbre el lugar. Días sin ver directo a los ojos a ninguna persona que no esté escondida detrás de mil escudos, y hace frío ahí adentro en ese mundo desprovisto completamente de humanidad. Ha tratado de hacer un recuento de sus años para hacer pasar el tiempo, pero en la última frontera de la vida –ahí en la cornisa de lo incierto– no hay fueros, ni logros ni títulos que resguarden la vulnerabilidad.

Extraña la luz en su balcón por las tardes.

El viento que trae la primavera y la algarabía de sus nietos que llenan la casa de risas cuando lo vienen a visitar.

A Clara la extraña hace más de una vida. (También ha pensado en eso, pero todavía no está listo para ir a encontrarla en ese otro lugar). Intenta ser fuerte, pero a veces le supera el miedo, la angustia, el tedio.

“Ya falta poco, Tomás. Ya va a pasar”.

Le dice Raquel y lo invita a cerrar los ojos. Ha ideado un plan que sabe a bocanada de aire fresco y cree que va a funcionar. Tomás obedece y Raquel realiza una videollamada a sus viejos amigos músicos, que aparecen en la pantalla que está dividida en tres:

Un piano, una viola y un chelo aguardan para empezar.

“Estamos listos”, dice la médica como directora de esa orquesta digital, y de pronto el cuarto se llena de melodía que une fronteras desde California, Boston y otra pequeña ciudad. Y suena Bach primero, y a Tomás se le adormece la ansiedad. ¡Y luego aparece nada menos que la mismísima ¡Piaf! Con su Himno al Amor lo invita a un vuelo, y Tomás entonces se eleva hasta sentir la luz en su ventana de nuevo, y el viento de primavera alborotándole el pelo, y la risa hermosa de sus nietos. Y hasta la propia Clara surge desde un lugar ignoto del recuerdo, y se permiten bailar una vez más.

Los músicos, con el micrófono abierto, pueden sentir los monitores y alarmas del hospital. Saben del dolor del público para el que tocan, y los conmueve profundamente poderlos acompañar. Se esfuma toda frontera física y hay lágrimas en California, Boston y aquella otra ciudad. Tomás también llora en Nueva York, pero esta vez es de emoción.

¡Ha salido por fin al reencuentro de ese cielo azul que canta la Piaf y el hospital se ha inundado de luz y de humanidad! El concierto termina y Tomás lleva en el alma una nueva paz. Ya no se siente tan solo. Intuye que todo estará bien al final. Mentalmente resuena la música que acaba de escuchar: “El cielo azul sobre nosotros puede hundirse y la tierra bien se puede derrumbar, pero poco importa si tu amor está”.

Y el amor está. En ese destello de luz que en las noches más oscuras llega como gesto de piedad.

*Rachel Easterwood es la médica –y música profesional– que ha ideado estos conciertos por videollamada con sus amigos que están distribuidos en distintas partes de Estados Unidos para acompañar a los pacientes de terapia intensiva, intermedia e internados con Covid-19 en el Hospital de Nueva York, donde trabaja. Su idea ha conmovido al mundo y ha llegado a las páginas del NY Times, de donde me inspiré para ficcionar esta historia.

Fuente: www.lanacion.com.py

Domingo, 10 de Mayo de 2020

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)