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FULGENCIO YEGROS GIROLA (+)

  BATALLAS DE GONDRA, 1933 (Comentario de FULGENCIO YEGROS GIROLA)


BATALLAS DE  GONDRA, 1933 (Comentario de FULGENCIO YEGROS GIROLA)

GONDRA INMORTAL

COMENTARIO DEL FULGENCIO YEGROS

JEFE DE OPERACIONES DE LA 1ra. D.I. en GONDRA

 

 

FORTÍN GONDRA!!

BASTIÓN HEROICO DE UN PUEBLO, CUYO ESPÍRITU Y SACRIFICIO

CONSAGRÓ LA SOBERANÍA DE UNA NACIÓN.

 

 

1ra. División de Infantería, Unidad gloriosa de la Guerra del Chaco; encierra en su historia militar, las acciones más candentes de ese enfrentamiento bélico y en el que la defensa del Fortín Gondra, constituyó la expresión más definida del espíritu, puesto al servicio de la Nación, en sus sacrificios y sus glorias... Mayor Rafael Franco!! Maraña de voluntad que el enemigo no pudo doblegar. Resistencia, coraje, sentido de responsabilidad y patriotismo —de soldados— que juraron defender sus posiciones "HASTA LA MUERTE" y que supieron cumplirlo: "CON VALOR Y SACRIFICIO".

He aquí la trilogía que produjo Campo Vía. Principio de la actual grandeza del Paraguay. Pasaron los años y pasaremos los hombres, nuevas ideas cruzarán la tierra que nos vio nacer. La Patria sonreirá feliz sobre las conquistas de sus afanes... y en las hojas de la historia Patria, con letras de inmortalidad, vivirá perenne la epopeya que escribió con sangre y fuego, la gloriosa División de Infantería en las milenarias selvas y verdes cañadones del Chaco Boreal.

En sus páginas se nutrirán de fe las juventudes; en sus sacrificios se armará la conciencia de esta nación y en la lejanía del tiempo, en la apacible quietud de sus noches tibias y misteriosas... Se seguirá escuchando el palpitar de corazones de esa generación del año 1932, que dio a la patria como en reverdecer de esperanzas: un Paraguay libre, un Paraguay soberano; un Paraguay que erguido sobre el pedestal de su martirologio en Cerro Corá, alcanzó alturas siderales, como para cubrir todo el cielo de la historia, con la infinita grandeza de una epopeya sin par...!

Dr. Jeremías Penayo

 

 

 

EL TUNEL DE GONDRA

 

 

Sin duda alguna las acciones bélicas recrudecieron intensamente y de un modo especial en el sector de la Primera División que defendía Pirizal, Zanjón y Gondra.

En este último fortín se luchaba con inusitada intensidad pues los bolivianos, al parecer, se proponía capturarlo a toda costa, empujado en sus esfuerzos por dinámicos jefes, como los Coroneles Peñaranda y Capriles, secundados por otros distinguidos combatientes que imprimían a sus ataques todo el vigor posible como para, quebrantar la defensa y posesionarse de Gondra.

Los anuncios y observaciones de aquellas terribles horas de lucha demuestran que realmente se recurría a todos los arbitrios para resistir victoriosamente en medio de mil dificultades, sufrimientos y deficiencias inevitables.

El alto espíritu combativo del denodado Jefe TCnel. Rafael Franco y la decisión de los que lo secundaban, como los Capitanes Ramón Paredes, Francisco Rodríguez, Juan N. Barrios, Julio B. Jara, Alcibíades Irrazábal y la brillante oficialidad joven, constituían una verdadera garantía de triunfo, a fuerza de resistencia tenaz y furiosos contra ataques.

Los Cifrados y Partes de esos días terribles dan una idea de la extrema gravedad de la situación.

“Continuamos combatiendo, decía el Cifrado Nº 530 dirigido a Minguerra, en buenas condiciones en Gondra. Hoy evacuamos 150 heridos y 150 enfermos sobre Concepción”.

En el cifrado Nº 545 decía al Comando del III Cuerpo: “preparo otros trescientos para evacuar primera oportunidad”, según el Cifrado Nº 600/53 se evacuaron otros 170 heridos de Gondra donde se sigue combatiendo. Urge envío de más tropas de refuerzo y reemplazo, porque el enemigo se muestra muy agresivo”.

En el Cifrado Nº 602/12 se anuncia a Comansur: “El enemigo activa en todos los frentes. Hay intensa actividad aérea”.

En el siguiente Cifrado Nº 613/35 el Comando del Tercer Cuerpo dice “Hoy envié vía Pinasco 85 heridos y 100 enfermos, en su mayoría de la Primera División”.

En el Cifrado Nº 645/320 ya se nota cierta preocupación y hasta, si se quiere, un poco de intranquilidad, pues dice: “Por Radio del Primer Cuerpo me parece que allí no se vive la realidad de la situación del destacamento Gondra que hace más de un mes se encuentra empeñado en los montes, sin relevo y sin un día de descanso, con soldados semidesnudos, minados por el agotamiento y el paludismo. Tiene dicho destacamento un enorme porcentaje de enfermos y difícilmente se sostiene en sus posiciones”.

Con todo, en ese hervidero de combates constantes, de dificultades de toda índole y de situaciones terribles, se mantenía un gran espíritu de lucha y una decisión inquebrantable de vencer, a toda costa, sin permitir una sola grieta en el sistema defensivo llegando en las acciones al más alto grado de heroísmo en tan porfiada lucha.

El patriotismo de esos bravos combatientes los iluminó para concebir y efectuar hazañas que parecen inverosímiles a fin de desbaratar la extraordinaria presión de los bolivianos.

Una obra grandiosa que tal vez no tenga paralelo en la historia guerrera de otros pueblos, dada la precariedad de medios disponibles en comparación de su grandiosa concepción y ejecución, fue sin duda, la construcción del célebre Túnel de Gondra, obra realmente maravillosa del esfuerzo del soldado paraguayo que supo realizarla, uniendo con un extenso subterráneo nuestras posiciones con las de los bolivianos en su retaguardia, por debajo de las trincheras.

Vale la pena conocer y admirar este éxito del ingenio, audacia y decisión del soldado paraguayo.

 

 

CONCEPCIÓN Y EJECUCIÓN DEL TUNEL

 

En vista de la proximidad de ambas trincheras y el enorme peligro que significaba para nuestras tropas esa aproximación, se inició un trabajo para salir a retaguardia boliviana por un subterráneo.

Lo ideó el Cabo Bernabé Mendoza Duré quien comunicó su idea a su Comandante de Compañía: Tte. Oscar Corrales el que a su vez la transmitió a su Comandante de Batallón Mayor Alejo Guanes quien la expuso al Comandante de la 1a. División, TCnel. Rafael Franco.

Pese a todas las dificultades de que estaba erizada la obra proyectada, Franco le prestó su apoyo y de inmediato, con herramientas primitivas, yatagán, platos de lata a manera de palas y bolsas para sacar la tierra removida se dio comienzo al arriesgado trabajo de la ejecución del proyectado túnel.

Es muy difícil darse idea del enorme sacrificio que significaba para los ejecutores del trabajo, cavar la entrada, agrandar la abertura, acarrear la tierra removida, asegurar la estabilidad de la parte superior y ahondar la excavación para hacerla pasar por debajo de las trincheras.

Ya muy adelantados los trabajos se estableció la fecha para su utilización e irrupción a campo boliviano a través del rústico, primitivo pero importantísimo trabajo de ingeniería chaqueña.

Fue elegido el día 10 de Mayo para su utilización.

Los arriesgados ejecutores de la interesante operación fueron los componentes de un destacamento especial a las órdenes del Tte. Julio César Zarza y el soldado Ricardo Dávalos de la sección morteros del Tte. Alex Franco.

Los que debían aprovechar este peligroso camino para irrumpir en campo boliviano, en el otro extremo del túnel eran 3 Compañías de fusileros:

 

1a. Al mando del Teniente. Salvador Re

2a. Al mando del Teniente Salvador Funes

3a. Al mando del Teniente 1º Pantaleón Aguirre

 

La Compañía del Tte. Funes debía avanzar por el túnel y las otras dos sobre la superficie.

Aquel célebre 10 de mayo amaneció con una leve llovizna. Iban en punta el Tte. Raimundo Mongelós y 4 soldados seguidos de la Compañía del Tte. Franco y Juan A. Manzoni.

Antes de amanecer, el Soldado Ricardo Dávalos salió por primero en la retaguardia de los desprevenidos bolivianos que dormían aún tranquilamente bajo sus mosquiteros.

Es de suponerse la enorme expectativa de los que arrastrándose por el angosto canal se aprestaban a cumplir tan arriesgada e importante empresa.

Pronto cundió el pánico entre los bolivianos al constatar la presencia de soldados paraguayos aparecidos como fantasmas en sus mismas posiciones.

Los jefes bolivianos atribuyeron el asalto a una decisión tomada en estado ebriedad de los paraguayos por no saber explicarse su presencia en sus posiciones sin haber tenido ni la más remota señal de tan sorpresivo y silencioso ataque.

Grande fue la confusión de los bolivianos e imposible la reacción ante tan inesperado asalto.

La victoria fue completa pero nos costó uno doloroso pérdida: la muerte del Tte. Pantaleón Aguirre, héroe de muchas jornadas anteriores que pagó con su vida tan memorable hazaña. En su homenaje desde ese día se dio a la Picada Gondra Pirizal el justiciero nombre: “Avenida Pantaleón Aguirre”.

 

 

RESULTADO DEL TUNEL DE GONDRA

 

Mensaje abierto enviado al Comando en Jefe el 10 de mayo: “Esta mañana a las 4:30 fueron asaltadas por nuestras tropas las posiciones enemigas del Oeste de Gondra siendo derrotadas completamente hasta su tercera posición”.

Por su parte el Comando en Jefe propaló el Comunicado Nº 178: “Nuestras tropas obtuvieron ayer 10 de mayo una nueva victoria en el sector Gondra tomando en brillante asalto varias posiciones fortificadas del enemigo. Fue derrotado en esta acción el Regimiento Campero. Hasta este momento se tenía contados 80 muertos y se habían recogido entre otros elementos, varias ametralladoras, 150 carpas individuales, 150 mantas y capotes y 60 fusiles. Nuestras bajas fueron 2 muertos: el Tte. Pantaleón Aguirre y un soldado y 9 heridos”.

Mayo 11 de 1933, al día siguiente los bolivianos: repuestos de su gran sorpresa contraatacaron furiosamente recuperando sus posiciones. En esa acción perdió la vida también el Tte. de Reserva Juan R. Herreros.

Esta grandiosa hazaña realizada por nuestros soldados ni siquiera es comentada con el interés que se merece pues el paraguayo realiza proezas con la naturalidad de quien cumple una acción ordinaria cualquiera.

Pero es necesario que la Historia recoja estos episodios para su conocimiento y para orgullo de nuestra raza inmortal.

 

 

GONDRA INMORTAL

 

La presión boliviana sobre el Glorioso Fortín Gondra era tal que parecía crujir por todos lados.

El Coronel Enrique Peñaranda, Comandante de “la brava 4a. División” como la llamaban ellos mismos, se había propuesto capturarlo a toda costo, para verse libre de la pesadilla de esa molesta cuña, y para desbaratar todo el dispositivo de la defensa del III Cuerpo. Era orden terminante del Comando en Jefe boliviano. Gondra debía caer. La lucha era brava, feroz, rabiosa. Los bolivianos lo daban ya por un hecho. “Era cuestión de milímetros”.

Pero allí estaba Rafael Franco el Tigre de Gondra, defendía su fortín batiéndose como un león, rodeado de leones, era una garantía, era la seguridad.

Nadie flaqueó; jamás; ni en los momentos más terribles. Se apeló a todos los heroísmos. No se midió el sacrificio. Se defendía con el contraataque. Y cuanto mayor fue el peligro se levantó airosa en un mástil histórico en el Cañadón de Gondra, frente mismo a los bolivianos, la bandera paraguaya como un juramento de Vencer o Morir.

La raza escribió uno página de epopeya en GONDRA INMORTAL.

En el parte del 18 de Junio comunicaba Franco al Tercer Cuerpo:

“Esta mañana se izó por primera vez, en los campos de batalla de Gondra, frente a nuestras posiciones, la Bandera de la Patria. El enemigo bombardeó con artillería las posiciones del RI 2, procurando derribar la insignia patria, sin conseguirlo”

 

 

ACTA DEL FORTIN “MANUEL GONDRA” DEL 18 DE JUNIO DEL AÑO 1933

 

En Fortín Manuel Gondra Chaco Paraguayo: a los diez y ocho días del mes de Junio de mil novecientos treinta y tres y siendo las ocho horas, reunidos los SS. JJ. y OO que al final suscriben, al pie del esta bandera, levantado en medio mismo del cañadón frente al enemigo, de este histórico Fortín en que se vertiera de sangre de mártires y se llenó una vez más de gloria la insignia Patria, defendiendo con tenacidad y bravura este pedazo sagrado de nuestra heredad, el Comando de la 1a. División de Infantería, acompañado de su Estado Mayor, frente a la tropa formada, procedo, con la solemnidad establecida por la Ordenanza y el juramento de VENCER O MORIR POR LA PATRIA Y POR SU HONOR, a izar la bandera nacional, al son del Himno Patrio, dejando especial constancia de que el pabellón tricolor flameará eternamente en su puesto sin permitir que sea arriada por el enemigo invasor y de que esa simbólica imagen de la Patria atestigüe para la posteridad el juramento empeñado. Así lo declararon y firmaron.

 

LISTA DE LOS FIRMANTES DEL ACTA DEL FORTIN GONDRA

1. Tte. Cnel. Rafael Franco Cdte. D 1

2. May. Honorio Alfonso Jefe EM D 1

3. May. Rolando Ibarra Jefe Secc. EMD

4. Cap. Fulgencio Yegros Jefe Operaciones EMD

5. Cap. Oscar Echeguren Cdte. Bat. GA 2 “Gral. Roa”

6. May. Julio B. Jara Cdte. RI 2 “Ytororó”

7. Tte. 2º Reinaldo Abate RC 2 “Cnel. Toledo”

8. Cap. Francisco Rodríguez Cdte. Int. RI 4 “Curupayty”

9. Tte. 2º Antonio Rolón Aydte. Cdte. D 1

10. Tte. 1º Juan Manuel Torres Cdte. I/Bat. RI 2 “Ytororó”

11. Cap. Alejo Guanes Cdte. II/Bat. RI 2 “Ytororó”

12. Tte. 2º Federico Silva RC 2 “Cnel. Toledo”

13. Tte. 1º Eulalio Facetti Cdte. Bat. RI 4 “Curupayty”

14. Tte. 1º Natalito Bareiro Aydte. RI 2 “Ytororó”

15. Tte. 2º Rogelio Gorostiaga Aydte. Jefe EMD

16. Sgto. 1º Laureano Campos Aydte. I/Bat. RI 2 “Ytororó”

17. Tte. 2º Ignacio A. Pane Aydte. II/Bat. RI 2 “Ytororó”

18. Cap. Dámaso A. Sosa Valdez Cdte. I/Esc. RC 2 “Cnel. Toledo”

19. Cap. Sergio Salaskín Cdte. RC 2 “Cnel. Toledo”

20. Tte. 2º Leónidas Escobar Garcete Aydte. III/Bat. RI 2 “Ytororó”

21. Tte. 1º Ireneo Díaz Cdte. III/Bat. RI 2 “Ytororó”

22. Tte. 1º Pantaleón González Yegros Cdte. Morteros RI 2 “Ytororó”

23. Tte. 1º José Rosa Aranda Cdte. II/Esc. RC 2 “Cnel. Toledo”

24. Cap. J. Tarasco Aydte. RC 2 “Cnel. Toledo”

25. Tte. 1º Cristóbal Miranda Aydte. RC 2 “Cnel. Toledo”

26. Tte. 2º Horacio Poletti Figari Veter. Div.

27. Tte. 1º Julio Chenú Bordón Medico Jefe del RI 4 “Curupayty”

28. Tte. 2º Avelino Flecha Ortega RC 2 “Cnel. Toledo”

29. Tte. 1º Agapito Céspedes Cdte. Esc. RC 2 “Cnel. Toledo”

28. Tte. 2º Avelino Flecha Ortega RC 2 “Cnel. Toledo”

29. Tte. 1º Agapito Céspedes Cdte. Esc. RC 2 “Cnel. Toledo”

30. Tte. 2º Alfonso del Puerto RC 2 “Cnel. Toledo”

31. Tte. 2º Vicente Espínola GA 2 “Gral. Roa”

32. Tte. 2º Cayo Torreani RC 2 “Cnel. Toledo”

33. Tte. 1º Ambrosio Mendoza RI 4 “Curupayty”

34. Tte. 2º Blas A. Giménez II/Bat. RI 4 “Curupayty”

35. Tte. 1º Mario Benítez RI 4 “Curupayty”

36. Tte. 1º Serviliano Servían RC 2 “Cnel. Toledo”

37. Tte. 1º Leonardo Brítos RI 4 “Curupayty”

38. Tte. 1º Adolfo Martínez RI 4 “Curupayty”

39. Tte. 2º Alex Franco Aydte. Cdte. Mort. RC 2 “Cnel. Toledo”

40. Tte. 2º Carlos Vázquez RI 4 “Curupayty”

41. Cap. Ángel Acosta Cuartel Maestre Div.

42. Tte. 2º Gilberto López RI 4 “Curupayty”

43. Tte. 2º Valiente Holbach Radio Operador Div.

44. Tte. 2º Rubén Guido RI 4 “Curupayty”

45. Tte. 2º José Sánchez Guerrero Cdte. Cía. RI 4 “Curupayty”

46. Tte. 2º Guillermo Trafi RI 4 “Curupayty”

47. Tte. 1º Pedro Fernández Amarilla Aydte. I/Bat. RI 4 “Curupayty”

48. Tte. 2º Juan Martínez RI 4 “Curupayty”

49. Tte. 2º José del Rosario Colman RI 4 “Curupayty”

50. Tte. 2º Robustiano Ortiz RI 4 “Curupayty”

51. Tte. 1º Ricardo Benza Carreras Cdte. Cía. RI 4 “Curupayty”

52. Tte. 2º Claudio Romero Medico III/Bat. RI 4 “Curupayty”

53. Tte. 2º Guillermo Da Costa Intendente RI 4 “Curupayty”

54. Tte. 2º Aníbal Carrillo RI 4 “Curupayty”

55. Tte. 2º Albino Grau Chover RI 4 “Curupayty”

56. Tte. 2º Pablo Fernández Jefe del Taller Div.

57. Tte. 2º Cesar I. Villalón Médico del RC 2 “Cnel. Toledo”

 

LA BANDERA DEL FORTÍN SIGUIÓ FLAMEANDO OSTENSIBLEMENTE

HASTA CONCRETARSE LA VICTORIA

 

Había escrito un historiador, acerca del célebre juramento de Defensa del Fortín Gondra lo que sigue: "La Guerra del Chaco fue pródiga en sucesos conmovedores. Pero pocos como el patético juramento que el 18 de junio de 1933, prestaron los defensores de Gondra de morir antes que dejar arriar la bandera tricolor. La posesión de este fortín era de vital importancia para la seguridad de todo el frente paraguayo, batido entonces por continuadores y poderosas ofensivas bolivianas.

"El coronel Estigarribia había impartido la orden de "defensa tenaz". La consigna estaba siendo cumplida con heroico denuedo por las tropas de la D 1 que comandaba el TCnel. Franco. Para dar mayor significación a la decisión de no ceder ante el enemigo, aquel día se izó en el campo de nadie, en un lugar completamente batido por los bolivianos, una gran bandera paraguaya, en lo más alto de un mástil. Mientras lentamente se elevaba la tricolor, la banda de la División ejecutó el Himno Nacional que fue coreado por los presentes. Inmediatamente el TCnel. Franco tomó juramento, y entre otras cosas dijo; que aquél Paño Sagrado no será abatido nunca por los enemigos, y si lo fuere será después de pasar sobre el cadáver del último defensor de Gondra".

La ceremonia se efectuó en el sector ocupado por el RI 2 "Ytororó" comandado por el Mayor Julio B. Jara. Tres batallones a cargo del Capitán Alejo Guanes y los Tenientes Juan Manuel Torres Villanueva y Julio César Zarza presentaron armas a la enseña mientras se formulaba el histórico juramento. El mástil fue preparado y levantado en el peligroso sitio por los Tenientes Juan Zanardi y Félix Ramón Prieto Galeano. Una guardia del "Ytororó" custodió permanentemente la bandera, que conforme al juramento jamás fue arriada por el enemigo. Subsistió victoriosa a pesar de los tenaces y constantes esfuerzos de los bolivianos, que en no pocas oportunidades operaron en ese sector con el designio de llegar hasta el mástil, y arriar la bandera presidió el triunfo final en ese vasto sector con la rendición boliviana de Campo Vía el 11 de diciembre del mismo año".

La Bandera de Gondra quedó célebre, no sólo en el Chaco sino también en la inspiración de nuestros poetas. El Reverendo Padre Dr. Juan M. Casanello le dedicó estas magníficas estrofas:

La enalzaron los héroes de mi tierra como un reto de muerte al invasor que se atreviera aleve el umbral de la Patria traspasar.

Yo la contemplo allí, enhiesta, altiva como la frente de Amazona airada lanzando su estridente carcajada de la brega al horrísono fragor.

A sus flancos cruzaron cien metrallas y a sus plantas se abrieron hondos surcos formándole aureola, polvo y humo. A su sombra más bella pareció.

¡Cuántas brisas cantaron en sus pliegues Cuántos soles besaron sus colores! Cuántas noches velaron sus fulgores: el recuerdo en sus franjas se arropó.

Y en aquel, del valor, mástil glorioso en el vaivén de la inmortal jornada.

Lánzale el invasor torva mirada y un beso el denodado guaraní.

El juró en el bronce, no arriarla él, como a madre, le veló a sus plantas; él, porque allí perenne se quedara su vida en holocausto le ofrendó.

Su silueta gallarda se posaba en los ojos del héroe moribundo para ella y su madre amor profundo le consagró en su último estertor.

Han huido las huestes enemigas y se alejó el fragor de la batalla

Y cesaron los fuegos... La metralla sólo en ecos al Mástil regresó.

Y allí siempre quedó la santa enseña como la frente de Amazona airada. ¡Lanzando su estridente carcajada como un reto de muerte al invasor!

PADRE CASANELLO

 

 

LA BATALLA DE GONDRA

DEL 11 AL 15 DE JULIO 1933

 

El Fortín Gondra era una presa muy apetecida por los bolivianos que al mando del legendario Coronel Enrique Peñaranda, con su 4a. División, forcejeaba reciamente intentando capturar esa ya célebre posición paraguaya.

En el archivo completo del Regimiento 26 de la 4a. División, caído en poder de nuestras tropas, se pudo leer una serie de órdenes de operaciones y documentos tan importantes que se ordenaba su incineración una vez leídos, lo que no se cumplió, por lo que actualmente se encuentra en el archivo de nuestro Estado Mayor.

Al estar a la vista esos documentos, solía, el Coronel Peñaranda efectuar constantes visitas a los comandos subalternos para incitarlos a dar más energías a los ataques en sus respectivos sectores por parecerle exagerados los partes que recibía de ellos, diciendo que era imposible avanzar más, “pues el enemigo está fuertemente posesionado en el terreno”. Acudía a esos lugares y avanzaba por el terreno declarado inaccesible en los Partes y en vista de no hallar resistencia decía a los jefes: “Y dónde están esos enemigos tan fuertemente posesionados hay que avanzar con más decisión”

Peñaranda se ilusionaba con la pronta captura de Gondra pues lo asediaba con furor y lo atacaba con inusitados bríos y sostenida decisión de victoria.

Pero estaba en su frente la 1a. División, al mando del Tigre de Gondra, el TCnel. Rafael Franco que no permito tal gusto al tenaz Comandante.

Los mil recursos de que se echaba mano para defender el Fortín: juramento, izamiento de la bandera en plena línea, asaltos al través del Túnel, contraataques decididos, luchas sin descanso y sin tregua contra el adversario atropellador y porfiado todo se ponía en juego en la defensa victoriosa de Gondra.

Pero a Franco no le satisfacía del todo esa lucha meramente defensiva. Acariciaba hacía tiempo la idea de una gran maniobra para librarse de tanta presión y alejar a los bolivianos a muchos kilómetros de Gondra.

Ya el 3 de abril, desde Pirizal, decía Franco en un Comunicado al Comando del Tercer Cuerpo: “la ya muy prolongada defensa pasiva en que nos encontramos ha influido poderosamente para que nuestro espíritu ofensivo se haya resentido. Procuraré, con todos los medios a mi alcance, recuperar ese espíritu”.

Y por eso, aún contra el parecer de muchos, “por apartarse un tanto de la de los cánones guerreros” como dijo él mismo, por hacer actuar a un Regimiento a más de 20 kilómetros de distancia de su base, ordenó la grandiosa maniobra conocida con el nombre de Batalla de Gondra realizada en los días del 11 al 15 de Julio 1933, unos pocos días después de la estruendosa victoria defensiva de Nanawa.

Con mucha anterioridad, había hecho preparar el Pique de maniobra que se abrió con toda decisión y con ayuda de la histórica brújula que proporcionó el Capellán Ernesto Pérez al Tte. Eulalio Fascetti encargado del trabajo del pique, abierto por su subalterno Tte. Antoliano Velázquez y que se convirtió después en la Picada de la Victoria.

Con plena fe en el éxito, el Comandante Franco dictó la Orden de operaciones Nº 5, fechada el 9 de julio y que empezó a cumplirse el día 11 de julio, por expresa determinación del mismo Comando.

“Después de 6 meses de permanecer nuestro ejército en la defensiva comenzaba diciendo la orden, con la operación a realizarse mañana, nuestras armas volverán a recuperar la iniciativa de las operaciones. Este insigne honor de la defensa legítima de nuestra heredad por mandato del Comando del Ejército del Chaco, cabe a nuestra gloriosa e invicta División, como un homenaje a sus valientes, heroicos y abnegados componentes. Este Comando, interpretando la confianza nacional depositada en la División, así como la esperanza cifrada por la Patria en estas horas solemnes de nuestra historia, tiene el convencimiento pleno que los señores Jefes, Oficiales y Tropas de las distintas Unidades, darán pruebas, una vez más, en la nueva jornada, del valor, abnegación y sacrificio de que siempre han hecho gala, reeditando la brillante historia que nos legaron nuestros Mayores, dejando así rubricada con sus proezas y hazañas nuevas páginas inmortales para la posteridad”.

 

DIA 11 DE JULIO

 

A las 5:30 de ese día, el RI 4 “Curupayty”, reforzado con un Batallón del RI 19 “General Escobar”, al mando del Mayor Ramón L. Paredes y acompañado del cirujano Jefe de la División, Tte. 1º de Sanidad, Dr. Francisco Centurión, con su personal sanitario, habiendo este facultativo dice un parte dado pruebas de abnegación y sacrificio en el cumplimiento de su difícil misión, comienza la marcha de aproximación en busca de la retaguardia boliviana, tomando como base de partida el extremo Oeste del Pique de la Victoria.

Para proteger esta marcha sigilosa se cumplieron las órdenes del Comando, de amarrar fuertemente a los bolivianos.

En efecto previa una preparación de Artillería, al mando del Capitán Oscar Echeguren Stanch, el primer batallón del RI 2 “Ytororó” al mando del Tte. 1º Juan M. Torres, asalta las posiciones bolivianas, frente al túnel, logrando tomarla después de un encarnizado combate cuerpo a cuerpo; el 2º Batallón del mismo Regimiento, comandado por el Capitán Alejo Guanes se apodera sorpresivamente y a viva fuerza, de un puesto boliviano.

El RC 2 “Coronel Toledo” cuyo Comandante era el Mayor Juan N. Barrios, asalta frente a la Punta Chamorro con el Primer Escuadrón, al mando del Capitán Dámaso Sosa Valdez, secundado por los Tenientes 2º Reinaldo Abate, Avelino Flecha Ortega y Rosendo Pereira. En esta encarnizada lucha murió heroicamente el Tte. Flecha Ortega, al llegar con su 4a. Escuadrón a 10 metros de un nido de ametralladora enemiga. Desde entonces ese lugar se llamó: “Punta Tte. Ortega” en homenaje al héroe caído en dicha acción.

 

DIA 12 DE JULIO

 

El RI 4 había quedado en la noche anterior a unos 2 kilómetros de la Recta “Hernán Velilla” a retaguardia boliviana, esperando la madrugada del 12 para irrumpir y avanzar inmediatamente hacia el PC de Peñaranda donde está ubicada también la artillería boliviana. Para proteger esa maniobra en la retaguardia, los Regimientos RI 2 y RC 2, cumpliendo su misión de amarre, siguieren atacando briosamente frente a sus respectivos sectores.

A las 10 horas un Batallón del RI 4 se apodera del hospital de la 4a. División boliviana con todo el material sanitario, ubicado en Campo Vía, llamado desde entonces oficialmente: Campo Gilberto López, en homenaje al Tte. Gilberto López Fretes caído gloriosamente en dicha acción.

Con respecto a la maniobra del RI 4 a espaldas de los bolivianos, desgraciadamente no tuvo un resultado completo debido a que un soldado, contraviniendo todas las recomendaciones, hizo un disparo de fusil contra un chofer aguatero que pasaba por la recta, en el momento de irrumpir en ella el RI 4, poniendo así sobre aviso a los bolivianos, que de inmediato acudió con un destacamento al mando del célebre Capitán Germán Busch para detener nuestra progresión a escasos 150 metros del PC Divisionario y su artillería.

Se combatió reciamente durante todo el día, tratando, nosotros de llegar al PC de Peñaranda y cortar la retirada boliviana efectuada después por la Picada de Salvación, como lo llamaron los bolivianos y ellos resistiendo con todo empeño para evitar el descalabro completo de su 4a. División.

En el sector de operaciones del I y 4a. Batallón del RI4 y la Compañía del RI 19, a las 16 horas se rechazó un fuerte contraataque boliviano, muriendo heroicamente en esa acción el Tte. 2º Blas A. Jiménez comandante de la 2a. Compañía del Segundo Batallón del RI4. En esa tarde recibe el RI 4 un poderoso refuerzo de dos Compañías más del RI 19 y un batallón del destacamento Báez Allende que venía al mando del Tte. 1º Francisco Ignacio Galeano, con lo cual se intensificó el ataque para vencer la resistencia boliviana.

En estas acciones se distinguió entre otros, el Tte. 2º Remigio Prieto, del batallón del Capitán Adolfo Martínez, del RI 4 y que según un certificado, “tomó parte en forma brillante en dicha Unidad”.

En las jornadas siguientes, después de recios combates, aprovechaban los bolivianos las sombras de la noche para replegarse sobre sus posiciones organizadas más atrás, buscando la Picada de Salvación.

A las 18 y 30 horas del día 14 fue llegando desde Falcón, transportado en Camiones, el RC 9 “Capitán Bado” que fue enviada de inmediato al RI 4 por el Pique de la Victoria.

Desgraciadamente ya llegó tarde para explotar el éxito inicial y sólo se lo utilizó para la persecución, ya tardía, de los bolivianos.

En el día 15, a las 10 horas, se constato que el resto de la 4a. División boliviana, había abandonado totalmente sus posiciones replegándose sobre Alihuatá.

Como último precio de esa gran victoria muere el Soldado Saturnino Arguello. Según informe del Comandante de la 1a. División” durante esta gran Batalla el servicio de aprovisionamiento de víveres y municiones así como el suministro de agua a las tropas del RI 4, RI 19, estaba encomendado al Cuartel Maestre de la División, a cargo del Mayor Rolando Ibarra, ubicado sobre la Avenida Pantaleón Aguirre y al Capitán Francisco Rodríguez a cuyo cargo estaba la recepción y expedición de víveres, municiones y agua por el pique de la victoria. Estos servicios se efectuaban a lomo de mulas salvando inmensos dificultades opuestas por la naturaleza del terreno y por el adversario en constantes patrullajes”.

Las bajas sufridas por la 1a. División en los 4 días de combates. Muertos: 4 Oficiales y 47 de tropa. Heridos: 8 Oficiales y 128 de tropa: total de bajas: 187 que no son muchas teniendo en cuenta la magnitud y duración de la Batalla.

El Tte. Ramón Rivas, del RI 4, es el otro oficial muerto además de los tres ya nombrados anteriormente.

El Comando de la 1a. División, comentando esta gran Batalla decía, en una orden del día: “En estas acciones, en que se cumplieron ampliamente las Órdenes operativas de este Comando, desalojando a los bolivianos de sus posiciones fuertemente atrincheradas y obligándoles a retroceder 14 kilómetros, todo el personal de la División de mi Comando se ha distinguido por igual, concretándome sólo a mencionar los nombres de mis más cercanos colaboradores: Mayor Honorio Alfonso Díaz. Jefe de Estado Mayor de la División, Capitán Fulgencio Yegros Jefe de Operaciones del Estado Mayor Divisionario, Mayor Ramón L. Paredes, Comandante del RI 4, Mayor Julio B. Jara Comandante del RI 2, Mayor Juan N. Barrios y Mayor Sergio Salaskín 1er. y 2do. Comandantes del RC 2, Mayor Alcibíades Irrazábal Comandante del R I 19, Mayor Nicolás Korsacoff, Comandante del RC 9, Mayor Rolando Ibarra, Cuartel Maestre de la División, Capitán Oscar Echeguren Stanch, Comandante de la Batería GA 2 y el Capitán Francisco Rodríguez, Jefe del Servicio de aprovisionamiento de las tropas en maniobra.

La importancia de esta victoria se puede también deducir de los elementos dejados en nuestro poder por los bolivianos, además de las ametralladoras, fusiles, proyectiles y granadas de mano se tomaron también un aparato telefónico y 7000 metros de hilo un goniómetro para artillería, 3 camiones y los elementos sanitarios completamente nuevos y suficientes para montar dos hospitales quirúrgicos y gran cantidad de medicamentos, carpas para hospital, catres de campaña, una panadería, el archivo completo del Regimiento 26 de Infantería y la bandera insignia del Comandante Divisionario, Coronel Enrique Peñaranda.

El Tte. 1º de Sanidad Emilio Volpe, jefe del parque sanitario en Nanawa, fue comisionado para retirar la mitad de tan enorme cantidad de elementos sanitarios, para el hospital del III Cuerpo, quedando la otra mitad para la Sanidad de la 1a. División.

En el citado informe del Comandante de la 1a. División al Comandante del III Cuerpo decía Franco: “La Batalla de Gondra que culminó con la derrota del enemigo demostró que eran factibles operaciones de esta clase con efectivos importantes alejados de sus bases, a pesar de las dificultades del abastecimiento de víveres y agua. Todo depende de una buena organización y sobre todo de la voluntad de vencer al enemigo. Terminaba el Informe con estas textuales palabras: “Que esta Batalla sirva de ejemplo aleccionador para comprobar una vez más de que nuestro Ejército se halla en condiciones de afrontar y sacar ventajas provechosas en maniobras ofensivas, única clase de guerra que puede aportar a nuestro Ejército la victoria definitiva sobre el enemigo”.

En efecto, pocos meses después, como eco no muy lejano de estas operaciones se realizaron las exitosas ofensivas del 13 de noviembre en Nanawa y del 11 de diciembre en Campo Vía donde culminó la grandiosa maniobra de Zenteno - Saavedra con la rendición de la 4a. y9a. Divisiones bolivianas.

El 18 de julio redactaba el Tte. Coronel Franco la Orden del día Nº 93 para felicitar a las tropas victoriosas y terminaba con estas palabras: "Estas felicitaciones a que sois legítimamente merecedores, no contemplará citación personal especial, porque de soldados a Jefes han estado a la altura de su misión, por lo que me complazco en manifestaros que os habéis hecho acreedores a la condecoración del Valor y del Honor que la Nación sólo tributa, en esta hora, a los autores de su gloria y su historia. En este sentido este Comando recabará de la Superioridad el discernimiento de este justo reconocimiento y os exhorta a que mantengáis siempre latente en vuestro espíritu el pensamiento de VENCER o MORIR por la Patria y por su HONOR”.

 

CONCLUSIÓN

 

Material tomado:

3 ametralladoras pesadas y 12 livianas

360 fusiles

5 tubos de repuesto de ametralladora liviana, 8 cargadores y 1 estuche de la misma arma

8 cajas con bandas para ametralladora pesada "Colt"

2 cajas de agua para ametralladora pesada

640.000 tiros de guerra

200 granadas de mano

1 aparato telefónico

7.000 metros de hilo telefónico

1 goniómetro

3 camiones, 1 Ford, 1 Internacional de 6 cilindros y 1 Dodge Brothers

Medicamentos por valor de 200 mil pesos y elementos sanitarios nuevos, suficientes para montar dos hospitales, avaluados en 1.000.000 de pesos

2 carpas de 6 x 10 metros, para hospital

10 camas de hospital con elástico

80 mochilas

40 catres de campaña de oficiales

200 uniformes de paño para tropa sin uso

14 granadas de mortero

20 equipos de montar completos

57 picos

62 palas.

Gran cantidad de vainillas de granadas de artillería de 7,5 y 6,5, grasa y aceite para artillería.

1 banderola insignia del Coronel Peñaranda, Comandante de la 4a. División boliviana.

El archivo completo del Regimiento 26 de Infantería.

 

LAS BAJAS Y UNIDADES QUE ACTUARON

 

La 4a. División boliviana, Comandada por el Coronel Peñaranda, contaba con 4 Regimientos de Infantería, el ''Campero" Nº 5, el "Loa" Nº 4, el ''Murguía" Nº 50 y el Nº 26 (sin nombre), un Batallón de Zapadores y un Escuadrón de Caballería mandado por el Capitán Busch, a cuyas fuerzas se unió poco después de iniciada la batalla una Compañía a las órdenes del Tte. Santa Cruz, 11 piezas de artillería y 6 morteros.

Para romper el frente establecido por nuestro RI 4 en Campo Vía, a retaguardia de la citada División boliviana, fueron traídos los Regimientos de Infantería "Pérez" Nº 3 y "Junín" Nº 18, un Batallón de Zapadores, una Batería de Artillería y 4 morteros.

Las bajas sufridas por los bolivianos alcanzaron 650 muertos, más de un millar de heridos y 21 prisioneros. Entre los cadáveres pudo identificarse los de los Tenientes Jorge González y Ortega.

Las unidades paraguayas que intervinieron en la batalla fueron 3 Regimientos de Infantería el 2 "Ytororó", 4 "Curupayty "y 19 "General Escobar", 2 Compañías del RI 6 “Boquerón”, dos Regimientos de Caballería, 2 "Coronel Mongelós" y el 9 "Capitán Bado", un Batallón de Zapadores y una Batería del Grupo 2 de Artillería "Gral. Roa".

Nuestras pérdidas fueron en total de 4 oficiales y 47 individuos de tropas muertos, 8 oficiales y 128 individuos de tropas heridos, durante los 5 dais de lucha, distribuidas así:

RI 4: 3 oficiales (los Ttes. 2º Blas A. Giménez, Ramón Rivas y Gilberto A. López) y 9 individuos de tropa muertos; 39 individuos de tropa heridos; 1 oficial (Tte. 2º Ignacio Alves) y 4 individuos de tropa contusos.

RI 2: 7 individuos de tropa muertos; 2 oficiales (los Ttes. 2º Francisco Godoy y Agustín Candía) y 35 individuos de tropa heridos.

RC 2: 1 oficial (Tte. 2º Avelino Flecha Ortega) y 17 individuos de tropa muertos; 49 individuos de tropa heridos.

RI 19: 6 individuos de tropa heridos.

RC 9: 14 individuos de tropa muertos; 5 oficiales y 51 individuos de tropas heridos.

 

 

CONSECUENCIAS

 

Con esta batalla se alcanzaron todos los objetivos previstos y perseguidos por el Comando, se ocuparon todas las posiciones bolivianas obligándoseles a retroceder 14 kilómetros, causando bajas y capturándole el material ya mencionado más arriba.

Si el desastre de la 4a. División boliviana, que llegó a la pérdida de más de la mitad de sus efectivos no pudo ser convertido en aniquilamiento total, se debe a la intervención de factores, algunos de los cuales ya fueron citados, como la tardía llegada del RC 9.

 

Fuente:

Publicaciones sueltas del Gral. Yegros.

Libreta de Guerra del Gral. Yegros.

Acta y firmantes del Fortín Gondra transcripto del Archivo del General Yegros.

Periódicos de de la época 1933.

Libro “La Guerra del Chaco” Cnel. Luis Vittone Tomo I, pág. 448.

Libro “Capitulaciones de la 4a. y9a. Divisiones Bolivianas en Campo Vía” Dr. Jeremías Penayo, pág. 80 y 81.

 

Fuente digital: http://generalyegros.com (Registro: Agosto 2011)






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