ANTECEDENTES DE LA GUERRA DEL CHACO
COMENTARIO DE FULGENCIO YEGROS GIROLA
Desde 1537, el Paraguay, siendo aún Real Provincia Española, por decisión de sus adelantados, Juan de Ayolas el primero y sus gobernadores que le sucedieron, realizó su penetración en el Chaco Boreal con la Intención de llegar al Perú, país del oro y de la plata.
Las múltiples expediciones realizadas con el mismo objeto durante los siglos XVII y XVIII, fueron aprovechadas para la conversión al cristianismo y la fundación de reducciones de las numerosas tribus autóctonas pobladoras de dicho territorio. El gigantesco esfuerzo realizado dio al Paraguay el derecho de incorporar a su patrimonio geográfico que fuera consagrado con motivo de la declaración de su Independencia entre el 14 y 15 de Mayo de 1811 sin ninguna resalvo de parte de Bolivia que, a la fecha, no había obtenido aún la suya.
La pretendan boliviana de apoderarse de todo el Chaco tuvo su origen en el afán de recuperar a costa del Paraguay su perdido litoral sobre el Océano Pacifico, como consecuencia de sus desventuradas guerras con sus vecinos de ese lado, Se Inició con una nota de su Encargado de Negocios en Buenos Aires, don Jacinto Benavente, el 22 de Agosto de 1852 quien pretendió salvar para su patria derechos sobre dicho territorio, con motivo del laudo del Presidente Hayes de los EE.UU. de América el 12 de Noviembre de 1877, cuyo fallo en la cuestión territorial sostenida por nuestro país con la República Argentina fuera favorable al Paraguay.
Posteriormente, todos los gobiernos que se sucedieron en Bolivia, no disimularon su deseo de apoderarse de algún modo de ese Chaco que nosotros considerábamos como de nuestra legitima propiedad.
La cuestión dio lugar a una serie de conferencias realizadas en diversas épocas con vistas a una solución pacífica del diferendo de límites según nuestros representantes y territorial al ver de los diplomáticos de nuestro contenedor. Las tesis eran inconciliables, a pesar de los buenos propósitos evidenciados por el Paraguay en numerosos proyectos de tratados que nunca tuvieron la aprobación recíproca indispensable: Decoud-Quijano en 1879, Tamayo-Aceval en 1887, Ichazo-Benítez en 1894, Ayala-Mujía en 1913 y Pinilla-Soler en 1907.
Hasta este momento Bolivia había llegado a fundar los fortines Guachalla y Ballivián, este último a pesar del tratado que establecía un "Statu Quo" por el cual se comprometían ambos países a no establecer nuevos avances hasta tanto se pronunciara el Presidente de la República Argentina a cuyo arbitraje sería sometida la solución del conflicto.
Durante ochenta años se sostuvo la pertinente discusión, sin poderse llegar a un acuerdo satisfactorio. A medida del transcurrir del tiempo fue creciendo la pretensión boliviana. Su Presidente Bautista Saavedra pregonó la necesidad de "bolivianizar" el Chaco y más tarde, otro gobernante —Daniel Salamanca en forma más clara y terminante, expresó: "Necesitamos una guerra victoriosa" para que "el carácter boliviano no se haga de día en día más pesimista", "Bolivia -agregaba- tiene una historia de desastres internacionales que debemos contrarrestar con una guerra victoriosa".
En consecuencia, ordenó a su Ejército una penetración “pacífica” hacia el Este, en busca del rio Paraguay. Tomó como base para su organización, primero Villa Montes más tarde Guachalla y Ballivián, posiciones éstas ubicadas sobre el rio Pilcomayo, la 3ra. mucho más al Sur que las dos primeras, En su creciente avance llegó a establecer su base de operaciones en el interior en Muñoz, primero y Camacho más tarde.
El Paraguay, en conocimiento de tales pretericiones, comenzó por su parte a establecer fortines, cada vez más avanzados hacia el Oeste con la Intención de parar el continuado y peligroso avance de su contendor.
Esta circunstancia produjo algunos choques, en ocasiones sangrientos, que crearon “causus bellis” invariablemente superados con soluciones amistosas facilitadas por nuestros gobiernos que no hacían otra cesa que postergar la guerra cuyo estallido parecía cada vez más inminente. El primero en el Fortín Sorpresa, 1927, en cuya ocasión fuera sacrificado el Teniente paraguayo Adolfo Rojas Silva.
La Conferencia Díaz León-Gutiérrez, realizada en Buenos Aires 1927/28 tampoco tuvo la solución satisfactoria deseada al diferendo cuya gravedad fue creciendo con el correr del tiempo, pero consiguió establecer un "Statu Quo" por el cual paraguayos y bolivianos se comprometían a no innovar las posiciones hasta entonces alcanzadas.
El 5 de Diciembre de 1928, a escasos kilómetros al Norte de nuestro Fortín Galpón, los bolivianos instalaron otro al cual consagraron con el nombre de "Vanguardia". El entonces Mayor Rafael Franco, Comandante del RI 5 "General Díaz" responsable en aquella zona, desalojándoles violentamente, tomando incluso algunos prisioneros. Era un "causus bellí" que motivó una movilización general y la designación del Comandante en Jefe General Patricio Alejandrino Escobar.
A todos esto, núcleos armados bolivianos y paraguayos se hallaban frente a frente o lo largo de una importante fracción del Chaco cuando un destacamento del Ejército boliviano desde Camacho, al mando del Mayor César Moscoso, atacó por sorpresa apoderándose de nuestro fortín "Carlos Antonio López", situado en el linde Sur de la laguna "Pitiantuta", el 15 de Junio de 1933 al mes exactamente de dicho acontecimiento, este Fortín fue retomado por nuestros soldados al mando del Capitán Abdón Palacios quien había recibido la orden respectiva para que lo hiciera a viva fuerza bajo cualquier sacrificio, misión cumplida brillantemente.
El Gobierno boliviano ordenó su llamada represalia atacando por sorpresa y apoderándose de nuestros fortines Toledo, Corrales y Boquerón.
El Paraguay, considerando que su espíritu pacifista podía significar un verdadero desastre, sin pérdida de tiempo ordenó la movilización general y la retoma de Boquerón sin parar mientes en dificultades de ninguna naturaleza. El cumplimiento de esta orden dio comienzo a la guerra propiamente dicha que duró tres largos años (1932 - 1935).
Fuente digital: http://generalyegros.com (Registro: Agosto 2011)
