EL DÍA QUE NEIKEVENCIÓ A SAMSUNG

Por LUIS BAREIRO

lbareiro@uhora.com.py

Si pudiera viajar en el tiempo y encontrarme conmigo mismo y compartir un café, digamos que a mediados de los noventa, probablemente terminaría a los puños con mi versión veinteañera. Y es que son tantas las cosas que he visto pasar a lo largo de este tiempo y tantas otras de las que he leído que difícilmente pueda entablar una discusión con un joven dogmático como el que fui sin generarle un alto nivel de incomodidad, por decir lo menos.

En los noventa yo era uno de los muchos convencidos de que el progreso económico de un país no tenía ya mayores secretos.

Las fórmulas exitosas propaladas desde los centros del poder y administradas como receta mágica por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) eran simples y la necesidad de aplicarlas no merecía siquiera discusión.

Para crecer un país solo tenía que privatizar sus empresas públicas, minimizar la participación del Estado en la economía, reducir el gasto público, desregular sus mercados y esperar que la inversión local y extranjera hicieran el milagro. Y, por sobre todo, garantizar el libre mercado como piedra angular sobre la que habría de montarse el prodigio.

Esa era la fórmula aplicada con éxito por casi todos los países ricos.

Y era cierto. Lo que no nos decían es que esas fórmulas solo fueron respetadas por esos mismos países cuando ya se habían hecho ricos.

Ha-Jonn Chang, egresado de Economía y profesor de la Universidad de Cambridge, lleva dos décadas poniendo de cabeza muchas de estas fórmulas mágicas. Chang nació en 1963 en uno de los países más pobres de la tierra. Hoy, a sus 50 años, vive en ese mismo país, solo que este pasó a ser el segundo con mayor ingresos por habitante del planeta.

Chang es un hombre como hubo pocos en la historia de la humanidad, él vio a su país convertirse de un exportador de pescado en el mayor competidor de Estados Unidos y Japón en alta tecnología: Corea del sur. Él presenció en solo tres décadas la conversión de fábricas de repuestos y de prendas menores en prodigios tecnológicos como Samsung, LG, Kia o Hyundai.

Y Chang cuenta esta historia y la de los otros "milagros" de la economía en dos libros magistrales: ¿Qué fue del buen samaritano? y Los 23 mitos del capitalismo.

No es un hombre de izquierda. Es un economista e investigador que narra sin firuletes las acciones reales que llevaron a estos prodigios. Subsidios, proteccionismo, barreras arancelarias, intervencionismo estatal, estricto control de la inversión extranjera.

Reto a nuestras universidades a que tomen la discusión que propone Chang. Estamos en un punto de inflexión en nuestra historia. Todavía podemos ver a Neike vencer a Samsung antes de que nos lleve la parca.

Fuente:  ULTIMA HORA (ONLINE)

Sección OPINIÓN

Domingo, 09 de Junio de 2013, 00:00

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