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GLADYS SANEMAN (+)
03 de Mayo de 1929 - 30 de Enero de 2014
 
GLADYS SANEMAN (+)


Biografía

GLADYS MEILINGER DE SANNEMANN

De padre alemán y madre paraguaya, el 3 de mayo de 1929 nacía en la ciudad de Encarnación Gladys Meillenger. Eran años difíciles, pues la política en el país estaba dominada por el conflicto territorial con Bolivia, que llevaría pocos años después a una confrontación bélica. Gladys se encontraba al Sur del país, lejos del escenario de la contienda, pero ningún paraguayo, de cualquier edad o sexo, dejó de percibir (y de sufrir) la guerra que se desarrolló entre 1932 y 1935.

A poco de finalizar la guerra, en febrero de 1936 se produjo la caída de los liberales del poder, pero la llamada “revolución febrerista” fue sucedida por un complejo proceso, en cuyo marco las Fuerzas Armadas se ubicaron como el factor político decisivo.

En tiempos de la Presidencia de Higinio Morínigo, en 1945, Gladys aún no contaba siquiera con 16 años cuando tomó la determinación de afiliarse al Partido Colorado; el mérito de su actitud fue grande, pues en ese momento, abril de 1945, el partido estaba en la llanura.

Concluidos sus estudios secundarios, Gladys optó por estudiar medicina, carrera que cursó en la Universidad Nacional de Asunción, por lo que pasó a vivir en la capital. Poco después de concluir la carrera, en 1957, hizo su pasantía en el Policlínico Policial “Rigoberto Caballero”, donde se dio un conflicto con el Jefe de Policía de entonces, el coronel Ramón Duarte Vera, a partir de la muerte de un humilde albañil, a consecuencia de torturas que le fueron practicadas por el comisario Carlos Schreiber.

Duarte Vera presionó a los médicos para que se afilien al Partido Colorado y menoscabó a los “mediquillos sin conducta y sin moral” que allí hacían su pasantía. Gladys, afiliada desde 11 años atrás al partido, cuestionó por la vía de un “Memorándum” que dirigió a la Junta de Gobierno del Partido Colorado el hecho de que alguien con “padres liberales” (Duarte Vera) exigiese la afiliación, refirió el caso de muerte por tortura y presentó su renuncia al cargo en el Policlínico Policial.

El general Alfredo Stroessner estaba ejerciendo su primer mandato presidencial y era su firme propósito reelegirse el año siguiente, por lo que escándalos de ese tipo se ocultaban, pese a que los propios jóvenes del Partido Colorado repudiaban la presencia del coronel Duarte Vera en la cúpula de la Policía.

El escándalo en cuestión explotó mal, pues el gremio de los médicos denunció que se practicaba la tortura en las comisarías policiales del país, lo que a su vez generó el anuncio de movilizaciones de organizaciones estudiantiles contra ese tipo de hechos.

Al año siguiente, en 1958, Gladys Meillenger se puso a trabajar en el Hospital Barrio Obrero, pero a mediados de año participó de una jornada de protesta de los estudiantes de la Facultad de Medicina, por lo que terminó siendo detenida y mantenida sin comunicación alguna durante tres días en el Departamento de Investigaciones. Pudo ver con sus propios ojos, en esos días, cómo resultaban torturados algunos paraguayos notables, como Abelardo Cárdenas y Rafael Núñez Fernández.

En ese año de 1958, a poco de asumir el general Alfredo Stroessner su segundo mandato presidencial, se desencadenó la huelga general obrera, convocada por la Confederación Paraguaya de Trabajadores, CPT, y Gladys fue ganando conciencia sobre el carácter cuestionable del stronismo. De hecho, la CPT estaba controlada mayoritariamente por referentes del Partido Colorado.

Al año siguiente, 1959, desde la perspectiva política Gladys tuvo mejores definiciones, pues en la primera mitad, el presidente Stroessner levantó el Estado de Sitio, bajo presión de los demócratas colorados, y una simple medida anti-popular, la suba del pasaje, llevó a una serie de manifestaciones de protestas juveniles, primero, y después el conflicto pasó a mayores, pues los parlamentarios demócratas del Partido Colorado cuestionaron las medidas represivas y exigieron la destitución de Duarte Vera (Jefe de Policía) y Edgar Ynsfrán (Ministro del Interior), colisión que terminó con la clausura del Congreso por parte del presidente Stroessner.

Esto se definió a mediados de año y a finales, dos novedades de peso se dieron en la vida de Gladys:

1. En noviembre contrajo matrimonio con Rodolfo Saneman, “Roy”, con quien tendría sus dos hijos: Martín y Ruth María, y

2. A fines del mismo año, ambos fueron confinados a la ciudad de Coronel Oviedo, Departamento de Caaguazú.

REPRESIÓN Y EXILIO

En la ciudad de Coronel Oviedo, por los servicios que la pareja prestaba a la comunidad, se convirtieron en personas muy queridas. De algún modo, para el stronismo el confinamiento de Gladys y Rodolfo –presunta medida de castigo– se convirtió en un boomerang, ya que la pareja pasó de maravillas en la pequeña localidad, ganándose el cariño y el respeto de la gente.

Y fue precisamente durante el confinamiento que nacieron sus dos hijos: Martín y Ruth María. Todo estaba bien para Gladys y Rodolfo; ellos convirtieron la “medida de castigo” en momentos de goce sereno. Desde la perspectiva política, sus definiciones eran claras: militaban dentro de una corriente del coloradismo, el Movimiento Popular Colorado, MOPOCO, de oposición frontal al stronismo.

El régimen había enfrentado varias situaciones críticas: la huelga general de 1958; las movilizaciones estudiantiles de 1959, en cuyo marco Stroessner clausurara el Congreso; las incursiones guerrilleras, sobre todo entre 1960 y 1961. En la agenda se había colocado la eventualidad de la reelección del general Alfredo Stroessner para un nuevo período presidencial, el correspondiente a 1963/1968. Y en función de ello trabajó el oficialismo.

Y fue en el marco del proyecto reeleccionista, justamente, que los asesores del presidente Stroessner inventaron que él apenas había cumplido un mandato: el de 1958/1963, pues el anterior 1954/1958 no fue propiamente un mandato, sino que se completó el de otro. La Constitución de 1940 apenas otorgaba dos mandatos, por lo que se tuvo que inventar la inexistencia de mandatos anteriores para que la elección de Stroessner en 1963 no implicase una dictadura abierta.

Es más, como faltaba un “chiche” para coronar lo que los adulones de Stroessner consideraban “una salida maestra”, se inventó también que en adelante no solamente participaría de las elecciones el Partido Colorado, sino que habría pluralismo. Y el stronismo procedió, de ese modo, a seducir a un sector del Partido Liberal, el encabezado por los hermanos Carlos y Fernando Levi Ruffinelli, para sumarse al proceso.

Para sectores colorados como el MOPOCO, sin embargo, el general Stroessner tenía proyectado incursionar en una dictadura abierta. El oficialismo desató un poco después de la asunción del nuevo mandato presidencial, hacia fines de 1963, una feroz represión, hablando de una conspiración impulsada por los colorados disidentes, entre quienes militaba Rodolfo Saneman, esposo de Gladys Meillenger, por lo que Rodolfo tuvo que vivir clandestinamente durante unos meses, sospechando que en poco tiempo dejarían de buscarlo.

Sin embargo, como la búsqueda prosiguió después, a mediados de 1964 Gladys y Rodolfo decidieron salir al exilio, concretamente fueron a vivir en la ciudad fronteriza brasileña de Foz de Iguazú. Por una enfermedad que afectó a Gladys, sin embargo, entraron clandestinamente a Asunción y ella se internó en el Hospital Español. La Policía Política se empeñó por apresar a Rodolfo, por lo que de nuevo tuvieron que salir rumbo a Foz de Iguazú.

De la ciudad fronteriza brasileña, Gladys y Rodolfo se mudaron a una ciudad argentina, localizada apenas a 20 kilómetros de la ciudad fronteriza argentina de Posadas. Eso se dio durante la primera mitad de 1965, cuando se instalaron en Candelaria, donde vivirían el exilio por largos 11 años.

SECUESTRO FRUSTRADO

La vida de los Saneman-Meillenger transcurrió en la ciudad de Candelaria de modo más bien apacible, durante el primer período. De hecho, por el carácter servicial de ambos, se habían ganado el respeto y el cariño de la comunidad. Los vecinos apreciaban la actitud cooperadora de ambos y sobre todo de Gladys, médica, pues estaban dispuestos siempre a auxiliar a los necesitados.

Por otra parte, el número de exiliados paraguayos en la Argentina era muy grande y la casa de los Saneman-Meillenger era visitada con frecuencia. Esto se explicaba por un hecho simple de comprender: debido a la prohibición de ingresar al país, el grueso de los exiliados residentes en la capital argentina, Buenos Aires, organizaban encuentros familiares en las ciudades fronterizas como Posadas o próximas a la frontera, como el caso de Candelaria, ubicada a 20 kilómetros de Posadas.

Durante esos años era lógico que prosiguiesen las conspiraciones, los encuentros de discusión y la elaboración de planes para terminar con el stronismo. Y ambos, tanto Gladys como Rodolfo, no solamente tenían interés en favorecer el fin de la dictadura; era un sueño de los dos vivir en Paraguay, trabajar en el país y ayudar a que los problemas del país se superen. Eso, lastimosamente, pasaba en ese entonces por la deposición de la dictadura.

En ese contexto, justamente, la calma de Candelaria se rompió un día del año 1971, en que se frustro un intento de secuestro de Gladys Meillenger de Saneman. El operativo estuvo bien montado, por cierto, pero un jefe policial que tuvo conocimiento del macabro plan, alertó a la pareja para que tomasen medidas especiales de seguridad.

El jefe policial apenas actuó bajo el estímulo de la gratitud, pues Gladys, en su condición de médica, había prestado servicios invalorables a la comunidad; era muy querida.

SECUESTRO CONCRETADO

Ninguno de los contendientes abandonaron sus planes, o sea, Gladys no dejó de conspirar con el fin de terminar con el stronismo; y la Policía Política de Stroessner no abandonó el proyecto de secuestrar a la militante política.

Los años 70 habían sido especialmente represivos en el Paraguay:

- En 1974 se desmantelaron dos organizaciones de izquierda: el Ejército Paraguayo Revolucionario, EPR, y el Movimiento Paraguayo de Liberación, MOPAL.

- En 1975 se abortó el intento de reorganizar en el país el Partido Comunista Paraguayo “pro-soviético”.

- En 1976 se desmanteló a la Organización Primero de Marzo, OPM, y en una medida que tocó muy de cerca a los Saneman-Meillenger, se desmontó al Partido Obrero Revolucionario Armado, PORA, operante en la frontera entre Argentina y Paraguay, entre Misiones e Itapúa.

Además, desde marzo regía en la Argentina una feroz dictadura militar, presidida por el general Rafael Videla, y en ese marco se venía dando la denominada “Guerra Sucia”, equivalente a asesinatos, desapariciones y torturas indecibles que tenían como víctimas sobre todo a los militantes de izquierda.

En ese contexto, el 24 de marzo de 1976, un grupo de civiles armados cercó la residencia de la familia Saneman-Meillenger en Candelaria. Gladys se encontraba en la misma, cuidando de sus hijos. Los que invadieron la casa la encañonaron con armas de fuego y la obligaron a abordar un vehículo sin matrícula.

No se trató de policías, precisamente, sino de efectivos militares de la Argentina, lo que se concluyó por el lugar de reclusión de la misma: un puesto militar de la zona. Esto, de por sí, fue muy relevante, pues la represión política hasta entonces la desarrollaba el sector policial, concretamente la Policía Política, de donde revestía suma gravedad que las Fuerzas Armadas, como institución, no simplemente sectores, se involucrasen directamente en operaciones de represión política.

Más adelante se probó que los secuestradores de Gladys conformaban una fuerza conjunta de la Policía Federal y del Ejército. La casa de los Saneman- Meillenger fue literalmente rapiñada, sobre todo en cuanto a materiales de lectura, como cartas, periódicos y libros. Gladys permaneció incomunicada en el puesto militar desde el día de su secuestro, el 24 de marzo hasta el 28 de julio de 1976; es decir, durante cuatro meses y cuatro días.

Ese mismo 24 de marzo del 76, en que secuestraron a Gladys, se procedió al secuestro del marido, Rodolfo Saneman, en el domicilio del doctor Faustino Centurión. Al igual que su esposa, terminó secuestrado por un grupo de civiles.

El secuestro de los esposos Gladys y Rodolfo sacudió a la pequeña comunidad de Candelaria; ellos eran muy apreciados. De inmediato se realizó una campaña internacional para que apareciesen vivos y en libertad. La Asociación de Médicos de la Provincia de Misiones se manifestó con fuerza, pero también lo hicieron Amnesty Internacional y la Organización Regional Interamericana de Trabajadores, ORIT.

“OPERACIÓN CÓNDOR”

Con este nombre se designó al tenebroso programa de cooperación represiva intra-regional, que comprometió en ese triste período a los aparatos de represión política de los países del Cono Sur de América Latina. Concretamente, la “Operación Cóndor” salpicó a las organizaciones militares y policiales, tema nunca aclarado (y castigado) debidamente.

El 28 de julio de 1976, Gladys Saneman, prisionera hasta entonces en un puesto militar de Misiones, Argentina, fue trasladada en un avión militar al Paraguay, siendo recluida en la Comisaría Primera durante una semana, hasta que se la llevó al Departamento de Investigaciones (Policía Política) donde permaneció sin comunicación. Después fue llevada al Campo de Concentración de Emboscada, y de ahí de nuevo al Departamento de Investigaciones, sin comunicación alguna hasta el 28 de marzo de 1977.

Como a través de diversos medios periodísticos se supo de la detención de la misma, la Embajada de la República de Alemania en Asunción, pidió la liberación de Gladys, argumentando que era hija de un alemán. De hecho, la Cámara de Diputados de Alemania Occidental y la Cancillería del mismo país (Cuando entonces regía la división de Alemania en Occidental y Oriental), presionaban por la aparición con vida y el viaje de la pareja Saneman-Meillenger a Alemania.

Hacia fines de marzo se le dijo a Gladys que sería llevada a Alemania. Ella pidió por su hija, quien la acompañó. En el Departamento de Investigaciones fueron alzadas a un vehículo, que las llevó hasta el aeropuerto internacional de la ciudad de Luque. Al llegar ahí las luces se apagaron; el vehículo hizo una rápida maniobra y volvió a salir. Gladys y su hija fueron llevadas al Cuartel Central de Policía. Al día siguiente, de mañana, de nuevo fueron hasta el aeropuerto internacional “Presidente Stroessner”, donde se las forzó a abordar un avión de la Marina Argentina, de la Escuela Mecánica de la Armada, la tenebrosa ESMA.

Al llegar a Buenos Aires, capital argentina, se procedió a alojar a Gladys y a su hija en un oscuro calabozo de la Escuela Mecánica de la Armada, ESMA. Por una de esas extrañas coincidencias de la vida, un guardia que ingresó al día siguiente, a cuya madre Gladys la había tratado médicamente, le reconoció y le posibilitó que utilizara el teléfono. Gladys le avisó a su hermana, residente en Formosa, que ella y su hija estaban presas. De inmediato la hermana movilizó a la Embajada de Alemania, que sin poner en duda la versión se puso a trabajar en la liberación con vida de ambas prisioneras.

El 31 de marzo las dos salieron en libertad y fueron acompañadas por el embajador hasta el aeropuerto; fueron a Alemania, donde la familia Saneman vivió hasta 1979. De ahí fueron hasta Venezuela, pero en 1983 ya se encontraban de nuevo en una ciudad fronteriza con Paraguay, Foz de Iguazú.

Desde la segunda mitad de los años 80 retornaron al país varios exiliados políticos, proceso a cuyo amparo el matrimonio Saneman-Meillenger regresó al Paraguay –su país– en setiembre de 1988. Por supuesto que por tratarse de “colorados disidentes” tuvieron el permanente acompañamiento de guardias o informantes.

Después de que fuera derrocado el general Alfredo Stroessner, Gladys Meillenger de Saneman publicó un libro: “Paraguay bajo el Operativo Cóndor”, en el que se relata con detalles las peripecias de esta valiente mujer en manos de dos aparatos represivos durante los años 70.

Los que la conocieron en el Campo de Concentración –entre finales de 1976 y comienzos de 1977– ofrecen valiosos testimonios sobre la solidaridad sin reservas que caracterizó en todo momento su vida en la prisión. Ella se encargó de atender no solamente los problemas de salud de más de 500 prisioneros; cuidaba del agua y de los alimentos que los presos consumían.

Uno de los hijos de Gladys, Martín, se afilió al Partido Liberal y llegó a ser diputado, primero, y gobernador de Central, después.

Obs.: Retrato corresponde al artista FEDERICO CABALLERO

Fuente: REBELDES POR LA PATRIA, por ROBERTO PAREDES . SECRETARÍA DE LA MUJER DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA ( www.mujer.gov.py ). Comité de género de la ITAIPU BINACIONAL. COLECCIÓN KUÑA REKO. Editorial SERVILIBRO. E-mail: servilibro@gmail.com / Web: www.servilibro.com.py. Asunción, Paraguay, 2011.

 

 

 





 

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