DESDE ALGÚN RINCÓN DEL BARRIO “QUE NO PUDO SER”

Por Toni Roberto

tonirobertogodoy@gmail.com

Corría la década del 50 cuando empezó a concretarse la llamada Villa Guaraní, un conjunto de viviendas sociales para empleados municipales, proyectadas en la época del intendente Gagliardone, que con las vueltas de la vida y el crecimiento de la ciudad hizo que en los últimos años desapareciesen la mayoría de ellas, de las cuales ya queda casi nada.

LOS ÚLTIMOS CHALETS AL ESTILO VILLA GUARANÍ

Caminando por la exclusiva zona de Carmelitas, llamada realmente en los registros municipales barrio Manorá, podemos encontrar aún rastros de la legendaria Villa Guaraní. Apenas son cuatro o cinco las últimas viviendas que conservan su memoria. De ellas, solo quedan dos totalmente originales, que hasta principios de los 90 todavía sobrevivían al “boom inmobiliario” de la zona. Esta zona, me atrevería a decir hoy, es la más residencial de Asunción.

DOS ANTIGUOS VECINOS

Nos cuenta Cristina de Filippini, una de las últimas antiguas vecinas de la urbanización, que “cuando nos mudamos acá en 1970 esto era un monte, mi marido es agrónomo y jubilado municipal, a su cargo estaban los viveros, entonces accedimos a una vivienda”.

Por otro lado, refiere Walter Agüero, otro antiguo vecino: “Mi abuela compró esta casa diez años antes que empiece la construcción del BCP que queda en los alrededores” y coincide con la Sra. Filippini que la zona tenía muchas casas bajas a dos aguas rodeadas de un verdadero y frondoso monte.

PARAFRASEANDO A ELVIO ROMERO

Un domingo cualquiera paso frente a una de ellas, la admiro por su sencillez y lo primero que me viene “in mente” son letras del genial Elvio Romero: “Por qué no habremos de querer nosotros lo que nunca quisimos, por ejemplo una casa sobre el remanso de un río, con camalotes en sus costados y sus ventanas en regocijo”... Parafraseando acá diríamos: “Por qué no habremos de tener nosotros lo que nunca pudimos, por ejemplo un chalet a dos aguas en las alturas de una de las colinas de las afueras de Asunción con el metro cuadrado más caro de la ciudad”.

RESCATE URBANÍSTICO/SOCIAL DE ASUNCIÓN

Los arquitectos, los emprendedores inmobiliarios, los asuncenos en general y las autoridades deberíamos saber qué hacer cuando nos encontramos frente a uno de estos últimos ejemplos de arquitectura social. Son únicas y si las rescatamos con creatividad, estamos dejando un rastro de historia tangible para los jóvenes de hoy y para las próximas generaciones. Mientras, sigo admirándola un domingo cualquiera que me siento frente a ella, en mi banquito “Mercado 4” con mi viejo tablón de dibujo, para tratar de “atajar en mis recuerdos” un pedacito de la historia urbanística asuncena que se está yendo.

Fuente: www.lanacion.com.py

Domingo, 16 de Junio de 2019

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