EL DESAFÍO DE LA POBREZA Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA SOCIEDAD MODERNA
Por BERNARDINO CANO RADIL
Todos los días nos invade el gobierno con un discurso que pretende erradicar la pobreza. Pareciera que son los únicos campeones de tan majestuosa lucha, y realmente parece que están teniendo éxito.
Por lo menos han iniciado su cruzada solucionando la pobreza de su entorno inmediato. Un paso es un paso, y creo que cada día que pasa hay un pobre menos…pero en el poder como lo puede atestiguar Camilo Suarez, entre otros.
Pero este resaltante resultado que justicieramente destaca la prensa local lo opaca su falta de éxito para eliminar la que aqueja a la mayoría de los paraguayos. Es que la pobreza no se combate con reparto de prebendas, subsidios, alimentos o puestos públicos miserables.
La pobreza se extirpara cual morboso tumor únicamente con la iniciativa de preparar a nuestros compatriotas con las herramientas intelectuales y manuales para enfrentar un mercado laboral cada vez más competitivo, global e integrado a nuestros vecinos.
Los campesinos deben ser convertidos en agricultores y cultivar la tierra con productos para su canasta básica, pero también con otros de renta. Tienen que acceder a la comercialización, la lógica del mercado, unirse en cooperativas de producción, comercio y consumo. Se les debe titular sus tierras para incorporarlo a la producción capitalista e instruirlo para las nuevas tecnologías de mecanización agrícola. Complementado con una salida de reorientación hacia la proletarización rural de quienes no tienen condiciones, ni ganas de ser agricultores.
Agricultores que entiendan de costos, tiempo, títulos, tierras, abonos, mecánica y comercialización. Que comprendan de cría moderna de animales grandes, menores y hasta piscicultura. Pero para organizar este plan de erradicación de la pobreza, el gobierno, debe entender la necesidad de su desmovilización de sus organizaciones políticos – militares y de sus compromisos con cualquier gimnasia revolucionaria de cambio del sistema.
El programa de crecimiento económico de la sociedad hasta conocido y probado como exitoso en el mundo entero nunca estuvo ligado a un partido revolucionario, menos aún a dogmas extremistas. Si no lo creen vean la China de Mao y su Revolución Cultural que destrozo el país, y la de Deng Xiaoping.
China, hoy es el país en el mundo que más rápidamente, pese a sus contradicciones, disminuye la pobreza. La obra revolucionaria, en serio revolucionaria, la dirigió Deng Xiaoping con Conferencias Magistrales sobre estos temas: Se deben tener en cuenta los intereses del conjunto y hacer ascender la economía nacional, Algunos problemas actuales que deben solucionarse para mejorar la industria siderúrgica, Algunas observaciones sobre el desarrollo de la industria, Los dos “Todo lo que sea” no concuerdan con el marxismo, Respetar el saber y estimar a las personas de talento, Algunas opiniones sobre la ciencia y la educación, El problema de enderezar lo torcido en el frente educacional, Persistir en el principio de “a cada uno según su trabajo”, Emancipar la mente, actuar en función de la realidad y mirar unidos hacia adelante, y en especial el dado 11 de Octubre de 1978 en el IX Congreso Nacional de Sindicatos de China”:
“Esta revolución, destinada como está a cambiar en amplio margen el presente estado de las fuerzas productivas, ha de transformar en muchos aspectos las relaciones de producción, la superestructura, los métodos de administración en las empresas industriales y agrícolas y la forma en que administra el Estado estas empresas, a fin de que corresponda a las necesidades de una gran economía moderna. Para acelerar el ritmo del desarrollo económico, es imprescindible acentuar en gran medida la especialización de las empresas, elevar considerablemente el nivel técnico de todos los empleados y obreros y efectuar a conciencia su adiestramiento y la verificación de sus progresos, llevar rigurosamente la contabilidad integral de los resultados económicos de la empresas y elevar a un grado mucho más alto la productividad del trabajo y la tasa de ganancias en proporción a los fondos invertidos”.
Frente al ejemplo de Deng y sus conquistas ciclópeas para concluir con la pobreza y la marginalidad de China, sectores del actual gobierno comparten con organizaciones campesinas apoyados por dirigentes políticos como Benítez y Ledesma que se atribuyen potestades superiores al propio Estado y únicos soberanos que representan al pueblo. Y ninguno de ellos se dedica al trabajo regular y productivo. Justamente a lo que le dijo Deng a los sindicatos chinos para salir de la pobreza. No cultivan sus chacras y solo buscan plata dulce del gobierno o de otros “negocios” que abundan en su zona de influencia. Un territorio, casi liberado, bajo la mirada indiferente del gobierno.
Sigamos adelante. Para eliminar la pobreza de su pueblo Deng planteó dar amplias garantías al capital extranjero para que invirtiera en su país y colaborada con su aporte financiero al desarrollo de las atascadas fuerzas productivas. En el Paraguay, lo ahuyentamos, les mostramos palos con machetillos y le decimos a los gritos que estamos en contra de ser modernos. De la economía de mercado, ni siquiera de la social de mercado y del trabajo productivo.
Para salir de la pobreza, señores del gobierno hay que dedicarse a las cuatro modernizaciones del ser Deng:
“De las cuatro modernizaciones, la decisiva es la de la ciencia y la tecnología. Sin una ciencia y una tecnología modernas, no es posible crear una agricultura, una industria y una defensa nacional modernas”.Deng Xiaoping (18 de marzo de 1978) Modernizar la cultura, la política, la producción y la defensa. Se orientar a los campesinos a cultivar artículos útiles para consumo y venta. Paraguay importa a la fecha verduras, frutos, alimentos de aves de corral, etc. Un crimen.
La pobreza se resolverá no con agudizar las contradicciones y los enfrentamientos. Se hará con recomendaciones que eficienticen el proceso de producción de reses, peces, gallinas, patos, guineas, cerdos, o conejos; en agricultura incentivar productos de renta, frutas, prácticas de abonos, caña de azúcar, horticultura, etc. Y, `por supuesto, infraestructura a cargo del Estado.
El Presidente de la República si quiere erradicar la pobreza mas allá de su entorno cercano debe guiarse por las sabias reformas de Deng y no seguir perdiendo el tiempo con sueños juveniles que fracasaron en el mundo entero y solo sacó de la pobreza a quienes controlaban el poder político. Sino lo creen, interroguen a las distintas nomenclaturas rusas, cubanas o maoístas.
Publicado el 12 de Octubre del 2009
Fuente en Internet: http://www.canoradil.com
(Extraido de Internet en Setiembre del 2014)
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