MECANISMOS DE ACCIÓN
FUNGICIDAS EN SOJA
Por Ing. Agr. GRISELDA MENDOZA
Coordinación Dpto. Técnico, Aktra S.A.
Los fungicidas son productos fitosanitarios capaces de controlar el avance del ataque de hongos patógenos, organismos parásitos, que se caracterizan por tener pared celular y núcleo (material hereditario), no realizan fotosíntesis y se reproducen por vía sexual y asexual, proliferando a través de esporas, lo que les da la facilidad de mantener sus partes reproductivas en forma latente y por lo cual son capaces de soportar cambios y condiciones climáticas muy adversas de temperatura y humedad, y pueden ser trasportados por diversos mecanismos a grandes distancias desde donde se originaron. Todo esto hace que su control y erradicación impliquen un trabajo bastante difícil.
Estos hongos que subsisten a expensas de organismos vegetales, pueden reducir considerablemente los rendimientos de un cultivo agrícola. Existe una gran cantidad de fungicidas en el mercado, con diferente tipo de acción y metodología de control de hongos.
Tipos de fungicidas
Sistémicos. Atraviesan el tejido vegetal y se traslocan vía sistema vascular hacia puntos distantes de la planta, de manera “parcial” (sistemia localizada), la mayoría posee movimiento acrópeto. Estos son los que controlan hongos endófitos (de crecimiento interno). El desarrollo de la enfermedad es en general en el interior de la planta, con síntomas de clorosis, manchas, etc. que se confunden a veces con deficiencias nutricionales. Los sistémicos no son lixiviados, por lo tanto, no requieren aplicaciones frecuentes.
Algunos de ellos también se mueven en forma traslaminar (atraviesan las hojas), son llamados fungicidas mesosistémicos o mesostémicos, éstos tienen movilidad más limitada que los sistémicos.
De contacto. Son aquellos que actuán en el lugar en donde hacen el contacto con la planta, no penetran o no atraviesan la cutícula. Controlan hongos epífitos, (desarrollo externo), como por ejemplo el Oidio. Se reconocen fácilmente por el micelio (masa algodonosa externa). También se los utiliza como preventivos (se coloca el fungicida antes de que ingrese la enfermedad en el cultivo).
Las enfermedades causadas por los hongos aparecen siempre de la misma manera, se deposita una espora en la superficie del vegetal o planta, la cual bajo condiciones propicias de temperatura y humedad, dará lugar a la germinación y posterior desarrollo del micelio ya sea en superficie o hacia el interior de la planta.
Forma de aplicación
Tratamiento de suelo. Para el control de hongos que parasitan órganos subterráneos (tubérculos, bulbos, tallos) o semillas en germinación.
Tratamiento de semillas. Es un tratamiento preventivo que se realiza a la semilla previo a la siembra para controlar los hongos presentes en el suelo.
Tratamiento a las plantas. Para controlar enfermedades provocadas por hongos que afecten a tallos, hojas, flores y frutos.
Tratamientos
Preventivos. Previenen la germinación de las esporas y posterior infección (antes de la aparición de la enfermedad, monitoreo permanente).
Curativos. Cuando se debe controlar un micelio ya formado (en presencia de la enfermedad).
Aplicación de los fungicidas. La metodología de aplicación y todos los factores que llevan a la correcta disposición del producto son fundamentales a la hora de evaluar la eficacia y eficiencia del fungicida en las plantas, no solamente se debe tener en cuenta la maquinaria a ser utilizada o el tipo de pico (atomizador).
Una correcta aplicación será el resultado de considerar un sistema compuesto por componentes fundamentales (Massaro, 2004).
Estructura de las plantas a pulverizar. En este punto se considera el índice de área foliar (IAF), determinado por la cantidad de área de hojas por cada m2 de suelo, a mayor IAF, mayor volumen del caldo de aplicación (l/ha).
Localización y progreso del patógeno. La ubicación espacial es de suma importancia, ya sea que empiece el ataque en hojas bajeras, medias o superiores; y el progreso en el follaje dependerá de la dinámica de infección del patógeno, que sería el objetivo principal de la pulverización.
Acción del plaguicida. Conforme a su traslocación o no, desde el lugar al que llegó por medio de las gotas de la pulverización.
Medio Ambiente. Todos los factores climáticos son importantes, pero de manera fundamental el viento, la temperatura y la humedad relativa del aire son factores que influyen de una u otra manera sobre el cultivo, el patógeno, el producto (fungicida), las gotas que se generan al pulverizar, estas gotas, aún cuando van acompañadas por algún tipo de coadyuvante, serán afectadas en cierto modo por cada uno de los factores mencionados; por ejemplo el viento y la temperatura alteran la evaporación de las gotas.
Con una humedad relativa menor al 40%, no es recomendable la aplicación de productos fitosanitarios porque no se podrá evitar la evaporación de las gotas pequeñas, con una humedad relativa mayor al 60% el efecto de evaporación se va minimizando. En todo caso, se recomienda siempre la utilización de un coadyuvante o tensioactivo, ya que reduce el tamaño de las gotas, factor esencial para una correcta penetración en las hojas, además garantiza una óptima absorción del fungicida.
El equipo pulverizador. La calibración y regulación, que afectará directamente la calidad del trabajo, influyendo directamente en la cobertura de las gotas y en la uniformidad de la distribución del producto.
Aplicación en soja
El cultivo de soja es uno de los que más dificultades presentan (entre los extensivos), para una buena cobertura de su área foliar. De acuerdo con las descripciones y experiencias en el control de las enfermedades foliares, la localización de la mayoría de ellas comienza en las hojas inferiores y se produce un ascenso hacia las hojas superiores.
En el específico caso de la roya de la soja (Phakopsora pachyrhizi), los síntomas pueden presentarse en cualquier momento del ciclo fenológico, normalmente se hacen evidentes los síntomas en plantas cerca de la floración y progresan desde las hojas inferiores hacia las superiores; es también normal la presencia de síntomas en estadios tardíos del cultivo incluso en la hojas del tercio superior.
La posición de la enfermedad y la necesidad de protección de los estratos de las hojas determinan el sitio al que deben llegar las gotas asperjadas con los fungicidas. Estos estratos, serán el principal objetivo de la pulverización.
En el caso comparativo de los insectos, estos se mueven de un lugar a otro, sin embargo las enfermedades, si bien avanzan en el cultivo, la ubicación en las hojas es fija, entonces debemos considerar una condición fundamental: mayor uniformidad posible.
Desde el punto de vista, considerando la penetración y traslocación del producto fungicida en el cultivo de interés; deberían ser considerados como aspectos muy importantes, ya que está relacionado con la cobertura necesaria y con la protección del área foliar total, no alcanzada (en la mayoría de los casos) con la aspersión.
Los diferentes grupos de fungicidas tienen diferentes mecanismos de acción conforme a cómo actúa la sustancia química frente a la enfermedad (cómo mata a las células fúngicas).
El grupo de fungicidas triazoles, inhiben la síntesis del ergosterol.
Las estrobilurinas impiden el proceso de respiración de las mitocondrias en las células.
Los benzimidazoles interfieren el proceso de mitosis de las células fúngicas.
Desde la aparición de la roya de la soja el uso de fungicidas foliares se incrementó dado que hasta el momento es la herramienta más eficiente para manejar esta enfermedad. Los productos utilizados para tal fin son triazoles, estrobilurinas y sus mezclas (Kleffmann Group-Casafe; 2007).
Para el control de roya en soja y el complejo de Enfermedades de fin de ciclo (EFC). Mancha púrpura o tizón (Cercospora kikuchii), mancha marrón (Septoria glycines), antracnosis (Colletotrichum truncatum), tizón de la vaina y tallo (Phomopsis sojae), mancha ojo de rana (Cercospora sojina) y mancha foliar (Alternaria spp.), existen innumerables mezclas y fórmulas de productos fungicidas, posicionados como preventivos o curativos.
Entre los activos del grupo de las Estrobilurinas, existen varios utilizados y probados con muy buenos resultados: Azoxystrobin, Trifloxystrobin, Piraclostrobin, etc.
Para la lista de triazoles podemos citar algunos como: Tebuconazole, Ciproconazole, Difenoconazole, Flutriafol, entre otros.
Las mezclas de ambos grupos (Triazoles Estrobilurinas), han dado resultados muy satisfactorios, en el control de roya de la soja y las EFC. Entre las mezclas de probada eficiencia a nivel país y conforme a ensayos probados por el departamento técnico de la empresa Aktra S.A. (en diferentes zonas agroecológicas), podemos mencionar en primer lugar a la mezcla de Azoxystrobin Ciproconazole, otras mezclas que resultan eficaces son: Azoxystrobin Flutriafol; Trifloxystrobin Ciproconazole, entre otras.
La elección del momento oportuno, con el fungicida adecuado, según el progreso de las enfermedades permitirá obtener mejores rendimientos ya sea por aumento del número o peso de los granos. Sin embargo, es esencial una correcta aplicación, considerando los equipos y las condiciones ambientales para que la calidad del producto escogido se refleje en óptimos resultados.
Fuente en Internet:
ACTUALIDAD DEL CAMPO AGROPECUARIO
