MANDU'A
Revista de la Construcción
Nº 384
AÑO XXXII
Abril 2015
“ESPERANZA NA HAVẼÍN”, DIRÍA EMILIANO
El ingeniero Jorge Méndez Cuevas, presidente de la INC, en su optimista informe de gestión realizado en el Banco Central, en presencia del presidente de la República, anunció la baja del precio del cemento compuesto fillerizado, cuya bolsa puesta en Vallemí pasó de 38.390 a 35.000 guaraníes y entregada en Villeta de 42.500 a 41.000. Asimismo, el cemento PZ o puzolánico bajó de 42.500 a 41.500. Informó además, entre otras cosas que, de la deficitaria administración que recibió, en 13 meses obtuvo un superávit de 75 mil millones de guaraníes.
Ante dichas afirmaciones, Mandu’a realizó una consulta entre sus clientes sobre el cemento portland que se ofrece en el mercado. De dicho “recorrido” la revista puede concluir que el material se vende al público de 48 a 50 mil guaraníes la bolsa. La marca con mayor presencia en el mercado es Yguazú, infaltable en casi todos los depósitos de venta de materiales de construcción y, en segundo lugar, Vallemí, de la INC. También se ofrecen las marcas Hércules, Avellaneda, Melón y Artigas, todas importadas e incluso, según informes, una parte del cemento comercializado por Yguazú, es de este origen.
¿Cómo se llegó a esta situación?: Un antiguo distribuidor de la INC nos informó que dejó de trabajar con la cementera estatal desde hace aproximadamente seis meses debido a que su última compra de 30.000 bolsas, por un valor de más de 1.000 millones de guaraníes, pagada totalmente por adelantado, pudo retirarla a cuentagotas. Distribuidores de mediano porte que siguen comprando directamente de la empresa estatal manifestaron que el pago, como es norma desde hace años, seguía siendo por adelantado y que la entrega se verificaba en un lapso que variaba entre una semana y quince días. Otros depósitos, la mayoría, optaron por abastecerse de distribuidores de mayor porte, quienes compran considerables cantidades abonando por adelantado, lo que les posibilita retirar diariamente de Villeta gran cantidad del material y surtir al mercado. Esta modalidad favorece por igual a los depósitos de mayor y menor rango, a unos porque les amplía el mercado y a los otros que ya no precisan adecuarse a las condiciones de la cementera. La INC, de no haber apelado a los distribuidores mayoristas, a esta fecha hubiera disminuido aún más su presencia. La pregunta que queda flotando es: ¿qué participación tiene el pago adelantado en el mentado superávit anunciado por el ingeniero Méndez?
Lo destacado es que habrían desaparecido los maletineros y los sobornos para las entregas en Villeta. Un fabricante de premoldeados de hormigón nos comentó que durante la administración de Gómez Verlangieri, la regla era pagar una coima de 500 a 1.000 guaraníes por bolsa a fin de “apurar la entrega”.
Otro infaltable concurrente en el negocio del cemento, ineludible en toda oportunidad en que la diferencia de precio así lo amerite, es el tráfico fronterizo. En la Argentina la bolsa de cemento se cotiza a unos 26 mil guaraníes y en Brasil no alcanza los 24 mil. Con ese incentivo, tanto en el Sur como en el Este y el Norte del país, el contrabando hormiga, a la vista de quien quiera verlo, está más que presente y en cuanto al “más que hormiga”, siempre ha sido invisible para las autoridades.
La conclusión a la que Mandu’a llega es que el mercado del cemento portland que, según algunos opinólogos, supera actualmente las 100 mil bolsas diarias ya no lo lidera la INC, a la que se le ha achicado drásticamente su porción de la torta. La rebaja anunciada tiene directa relación con este hecho.
Cabe recordar lo que fue la INC durante la dictadura stronista y años posteriores hasta la asunción de Lugo. En ese lapso al frente de sus instalaciones, junto a la tricolor flameaba la bandera de la ANR, “porque el pueblo así lo quiere”, afirmó una vez muy suelto de cuerpo Ramón Centurión Núñez, sobrino del ministro stronista Delfín Ugarte Centurión, con quien pergeñara la multimillonaria compra de la fábrica, una de las mayores trapisondas de todos los tiempos. Caída la dictadura y hasta hace unos años, desde la seccional colorada de Villeta se digitaba a sus administradores y la claque de seccionaleros de esa ciudad así como la de Vallemí, la saquearon a piaccere. Otro tanto, si no peor, puede decirse del gerenciamiento del liberal Optaciano Gómez Verlangieri, uno de los grandes corruptos de su historia.
Ese es el resultado y causa de su situación actual. Es lamentable que una cementera que cuenta con sinnúmero de ventajas como la de poseer una inmensa mina de material calizo de primerísima calidad, a lo que suma su privilegiada ubicación geográfica, teniendo posibilidad de producir para todo el mercado interno y el exterior, y que debiera ser ejemplo y estandarte de una pujante industria paraguaya, tenga el colofón que se observa, siendo ya muy difícil que pueda emerger del marasmo al que la condujeron.
“Esperanza na havẽín”*, diría Emiliano R. Fernández, y con ese mismo anhelo hacemos votos porque las promesas de la actual administración se cumplan y se hagan realidad.
Fuente Digital: Mandua.com.py (Online)
Registro: Junio 2015
Revista MANDUA N 384 - Abril 2015 - Paraguay - PortalGuarani by PortalGuarani3
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