Portal Guaraní - LAS INDUSTRIAS CULTURALES Y CREATIVAS EN PARAGUAY - Por GRACIELA MEZA / SELVA OLMEDO

Las autoras de este artículo han publicado una investigación sobre el tema en el libro Las industrias culturales y creativas en Iberoamérica: evolución y perspectivas (J. Sánchez B., S. Arroyo et al., coords.) publicado por la Cátedra Iberoamericana Alejandro Roemmers de Industrias Culturales y Creativas de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Valencia, y la Fundación Iberoamericana de las Industrias Culturales y Creativas.

Este artículo vincula cultura y economía para hablar de las industrias culturales y creativas, «aquellos sectores de actividad organizada que tienen como objeto principal la producción o la reproducción, la promoción, la difusión o la comercialización de bienes, servicios y actividades de contenido cultural, artístico o patrimonial», según la Unesco. Se toman en cuenta su naturaleza dinámica y su diversidad, sin abarcar exhaustivamente la producción cultural y creativa en Paraguay, para presentar una aproximación al estado del arte en algunos sectores.

La principal oferta y demanda de producciones tanto de los sectores tradicionales como de los no-tradicionales (y vinculados a las nuevas tecnologías) se encuentran en Asunción y alrededores. No obstante, en las últimas décadas se constata un desarrollo de producciones culturales en otras ciudades y puntos del país.

Festivales de música y danza: Hay 87 festivales registrados en el Sistema de Información Cultural del Paraguay (Sicpy). A la fecha no se cuenta con investigación exhaustiva sobre el flujo económico y social que generan, pero se podría hablar de cantidad de público en miles.

Producción musical: En la última década se observó un crecimiento de talentos, oportunidades de formación de músicos y proyectos insertados en las nuevas dinámicas de difusión, distribución y consumo. La producción musical paraguaya está ya en plataformas internacionales e incursiona en las de cine. Destaca el programa Sonidos de la Tierra, iniciativa privada de transformación social a través de la música, de alcance nacional y que ilustra la vinculación de la producción cultural con la economía en distintos puntos del territorio paraguayo.

Industria editorial: La conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Paraguay (2011) marcó un punto de inflexión en la producción editorial por los incentivos que brindó el gobierno. La distribución por tipo de los agentes editores de Iberoamérica en 2015 ha sido la siguiente: 47% corresponde a entidades privadas no editoriales, 33% a editoriales comerciales, 9% a entidades públicas con edición, 7% a editoriales universitarias, 1% para autores-editores y 3% a otros agentes editores (Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, 2016).

Producción audiovisual: El sector audiovisual es tal vez, con el de la música, el que presenta un crecimiento y dinamismo más acentuados, tanto por la calidad y competitividad como por el volumen de la producción. Sus representantes han demostrado capacidad asociativa y de organización en estos últimos años de cara a un nuevo proyecto de Ley del Audiovisual. La población profesional es en su mayoría joven, más del 80% de menores de 30 años; la estimación de empleo es de más de 4.000, según la Cámara de Empresas Productoras de Cine y Televisión, de los cuales más de 1.000 son trabajadores en cine y publicidad.

Según datos de la misma fuente (Campro) en el período 2012-2016 el volumen de negocios anuales ha sido de 180 millones de dólares, de los cuales 150 corresponden a la producción televisiva, 12 a la de publicidad y 18 al cine. En cuanto al consumo de producción paraguaya, la taquilla local aumentó en un 2.500% frente a 80 años anteriores y se vendieron 700 mil dólares en el exterior en boletos. Con respecto a la salida del producto paraguayo al exterior, se puede afirmar que se está dando un boom. En 2017 la exportación publicitaria fue de más de 300 mil dólares (principalmente a Argentina, Uruguay, Estados Unidos y Europa). Documentales, cortometrajes y largometrajes paraguayos por primera vez compiten y reciben galardones en importantes festivales de cine más allá de la región

Videojuegos: Los videojuegos paraguayos están accesibles en el App Store, Play Store y Steam y automáticamente disponibles en el mundo entero. Brasil y México son actualmente los de mayor distribución de la producción paraguaya. Existen actualmente 3 unidades económicas en el país dedicadas a este sector con funcionarios a tiempo completo y unas 10 con trabajadores a tiempo parcial. Las ganancias son aún marginales. Algunas agencias o desarrolladores que hacen advergaming cobran por esos servicios a los clientes, siendo los ingresos exiguos.

En cuanto a la medición de la producción cultural-creativa y su vinculación con la economía es relevante señalar que, debido a la disponibilidad de los datos y el sistema de medición de las agencias gubernamentales, son estimaciones basadas en metodologías no desagregadas para el sector cultural-creativo.

Se tomaron en cuenta los siguientes indicadores: aporte al PIB nacional, comercio (exportaciones-importaciones), generación de empleo, tamaño de las unidades de producción (grandes, MyPmes) y presupuesto público asignado a la cultura.

El valor agregado de las actividades culturales (VAB) como porcentaje del PIB Nacional se ha mantenido a lo largo de los años alrededor del 4%. La tasa de crecimiento del PIB Cultural en 2010 fue de 4,1%. Este cálculo ha sido elaborado de acuerdo a las primeras estimaciones realizadas por el Sistema Nacional de Información Cultural (Sicpy) con el Banco Central del Paraguay (BCP), siguiendo la metodología del Sistema de Información Cultural del Cono Sur (Sicsur) y teniendo en cuenta la desagregación de actividades económicas de los subgrupos 16 (Industria del papel y productos del papel) y 32 (Servicios a los hogares).

Comparando las cifras arrojadas por el sector cultural con otros sectores de la economía nacional, se puede afirmar que la cultura es un sector productivo en crecimiento, ocupando el tercer lugar después de la agricultura y la ganadería, rubros tradicionales del país.

En cuanto a las exportaciones, el sector editorial es el de mayor volumen de exportación y crecimiento sostenido. En segundo lugar se encuentra el sector fonográfico y en el tercero el audiovisual.

Las importaciones reflejan un déficit en la balanza comercial de bienes culturales. El sector audiovisual es el de mayor volumen de importación. Desde 2014 se observa una diminución en el volumen de importación de bienes fonográficos con respecto al editorial, siendo estos en 2016 de 172 millones y 193 de dólares americanos FOB.

La mano de obra de las Industrias Culturales y Creativas de Paraguay se halla mayoritariamente empleada en grandes empresas (40,1%), le siguen las micro y pequeñas empresas (39,8%) y por último las medianas (20,1%). No obstante, al analizar el volumen de ingresos obtenidos por el tamaño de empresas, son las grandes empresas las que generan mayores ingresos (81,7%), no así las micro y pequeñas, ni las medianas, cuya participación se encuentra alrededor del 9%.

Al analizar el personal ocupado en las Mipymes del sector cultural y creativo, enfatizando las mismas por albergar el segundo mayor grupo de personal ocupado, se observó que en su mayoría se encuentran compuestas por hombres (actividades del sector diseño, arquitectura y artesanía). No obstante, en el rubro textil las mujeres fueron mayoría.

Cuando se trata de analizar la inversión en cultura por parte del Estado paraguayo, se realiza una relación entre el Presupuesto asignado a la Secretaría Nacional de Cultura, ente encargado de regir la política cultural del país, y el PIB. Dicha asignación se encuentra muy por debajo del 1% del Presupuesto total de Gastos de la Nación. Un incremento importante se dio en 2011, coincidente con los festejos del Bicentenario.

Realizando un análisis más detallado de los diversos entes del Estado paraguayo vinculados a la industria cultural, se puede notar que la Secretaría Nacional de Cultural es la de mayor asignación (40%), le sigue la Dirección General de Propiedad Intelectual (22%), en tercer lugar el Centro Cultural de la República El Cabildo (18%), en cuarto lugar el Instituto Paraguayo de Artesanía (9%) y por último el Fondec (7%).

En cuanto a la inversión privada, no se cuenta con datos estadísticos de producción interna aunque existen sectores, como el del diseño y la moda, que dependen de dicha inversión. Los centros culturales de origen privado son una fuente importante de formación, capacitación y fomento de manifestaciones culturales tanto en Asunción como en el interior del país, además de inversiones de empresas privadas (en especial bancos, cooperativas y empresas de telefonía) que sustentan programas artístico-sociales.

Las ICC de Paraguay constituyen un sector productivo y un potencial a desarrollar que diversificaría la economía del país y que representa una oportunidad para la población mayoritariamente joven del país. En las últimas décadas Paraguay se actualizó en materia de legislación cultural y creación de instituciones rectoras, pero estas aún no cuentan con la fuerza para instalar el tema en la agenda país. La información sistematizada y los datos estadísticos sobre el sector están en su etapa inicial. Se requieren herramientas y recursos humanos técnicos para la medición de los aspectos que vinculan la cultura con la economía. Asimismo, es necesaria una apuesta coordinada entre los sectores público y privado, un Estado firme que garantice el cuidado a la expresión propia –los derechos culturales–, así como un sector civil visionario y articulado.

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