DE MI/ NUESTRA TRANSICIÓN, 1994
Poemario de FERNANDO PISTILLI
Año 1994, Edición a cargo del autor
PRÓLOGO
Todo poemario primerizo me emociona, tal vez porque recuerde a aquel que fui yo mismo ya hace tiempo. Voz inicial que envuelve en sí una vocación dolorosa y fascinante, al mismo tiempo, porque hay dolor en la verdad y el poeta no puede mentir ya que de hacerlo, dejará de ser poeta de inmediato. Y hay fascinación en esa voz lejana que nos llama y que nos lleva hacia las profundidades que tienen la apariencia, la apariencia tan solo, de ser alucinantes. No en balde Francis Bacón escribió que la “poesía sublima y levanta el ánimo, sometiendo las apariencias de las cosas a los deseos del corazón”.
Fernando ha reunido sus primeros poemas y los presenta en libro.
Desde ese momento de desprendimiento que significa la entrega de un poemario, los versos se independizan de su autor, son libres, sin dejar de ser sus hijos, y transitan solos, ya sin tutela alguna, para dar su mensaje y su poesía. Es un desprendimiento doloroso y desgarrador como un parto, pero necesario al fin. La parte, gran parte, de su alma que está en las líneas de este libro buscan desde hoy y para siempre unos ojos, una voz, una sonrisa o una lágrima. Si lo logran, habrán cumplido su misión, la misión del poeta que es el artista por antonomasia.
Y nada más, porque, fiel a ese principio que he enunciado, no puedo decir más. Los poemas encerrados en estas páginas tienen el esperanzador deseo de llegar a quienes estén dispuestos a dialogar con ellos. Lo que digan o dejen de decir lo habrá de interpretar ese lector anónimo y múltiple quien, al recrear el momento de su inicial creación, se sentirá también poeta, en una proyección que nunca acaba.
José-Luis Appleyard
LA CASA
La casa ya no es la casa.
Figuras extrañas -casi sombras- la recorren
noche y día,
día y noche.
Esas oscuras personas la transitan
pagando las culpas de una vida
pagando las culpas de sus vidas.
Esas oscuras personas la transitan
después de hipotecar sus sueños
después de vender sus años.
Esas oscuras personas la transitan
dejando tristeza en sus pasos
dejando malestar en los ánimos.
Esas oscuras personas la transitan...
... muertas en vida.
Me voy sumando a ellas.
RECUERDO
Te pierdes en el tiempo
-la luz llega de lo alto-
la oración se confunde
con tu recuerdo...
Y sólo queda,
un ayer doloroso.
El tiempo,
la calle solitaria, oscura y húmeda,
el acero frío, pagado y certero.
El silencio como un himno...
Te extraño hermano.
ELECCIONES
Las banderas flamean
Las urnas han hablado
Los corazones galopan
No se por qué
no estoy cantando.
N.G.C.
Pudieron ser noches,
pudieron ser días.
Nadie sabrá ciertamente cómo surgió la idea,
la loca idea.
Pero alguno pudo haber dicho:
¡zarpemos!
y desplegaron sus velas,
y desplegaron sus sueños.
Y se lanzaron a la travesía
-hoy todo aquello que combatieron,
ya lo comparten-
y sus palabras fueron huracanes,
que les llevaron al preciado puerto.
Pero al llegar
-cuando aún sus palabras flotaban en el aire-
se perdieron.
Se perdieron...
entre el murmullo de la gente,
en aquellas esquinas y bares,
en artículos y fotos archivadas,
en la siesta cansina e inmemorial. Se perdieron...
nadie los volvió a ver.
Cuidó sus plantas.
Encerró a su hija.
Crecieron las plantas.
Se embarazó la hija.
Un hombre descansa
Una mujer trabaja
La siesta...
unos pasos
Un país avanza.
Ellas pasan
sin importar siesta,
tarde, madrugada.
Ellas pasan
llevando frutas
dulces
mazamorra,
miel de caña.
Ellas pasan
sin importar mes
sol, estación,
lluvia.
Deliciosas flores primaverales
aromada flor de coco navideña.
Ellas pasan, pasan,
pasan,
la vida les pasa.
Negado el hombre,
su cuerpo forzaba,
con cuero dorado
y tacos de oro.
Cartera en el hombro,
marlboro en la mano,
nervioso silbaba,...
esperando ganarse...
la noche
y el hombre.
¿Qué te pasa?
¿Por qué no ríes?
¿Dónde duele?
¿Dónde sangra
la patria triste
la patria robada
ultrajada
violada?
¿Dónde está tu alma
de conquistadora,
de fundadora,
de comunera?
Dónde los héroes?
¿Dónde tu espada?
¿Dónde la raza?
¡Dónde te encuentras!
¡Oh, patria amada!
AZUL
Azul...
Azul en los mercados.
Azul que fue olvidado
olvidado en los pechos
olvidado en los patios
olvidado en los labios.
Azul...
Azul a fuego lento
azul de los padres
azul de los abuelos.
Azul...
Azul a fuego lento.
Azul...
sin saber por qué.
TRAICIÓN
Sintió el frío
Sintió el tiempo, la noche y los días
de su culpa.
Los hombres de gris no lo miraban
-él tampoco lo hacía-
Un ojo cerrado
-la mandíbula fría-
el otro apuntando.
El capitán dio la orden.
Los disparos hicieron impacto...
Sintió el frío, la noche,
la sangre, la soledad,
de los que han traicionado,
y murió al despuntar el día
Que... descanse.
PRESENTE
¿Por qué te asustas?
es tu eco
es tu reflejo.
¿Por qué le temes?
es el presente
no el pasado
de gloria
no el futuro
de grandeza.
Es la vida
Son las pasiones
Es tu gente.
VIGILIA
Soñaba,
Creía que el mundo estaba a sus pies
y caminaba, a veces con rabia
a veces con gracia.
Muchos lo aplaudían por la mañana
y por la noche conspiraban.
El santo que ayer cargaba
hoy lo traicionaba.
Y cuando la mañana lo sorprendió despierto
-cosa común para el pequeño cuarto-
lo comprendió todo.
Se sintió aliviado.
Recordó un domingo de su niñez
en que luego de confesar una mentira
corrió emocionado a abrazar a su madre, era feliz.
Hoy se sintió como aquel niño lejano
y se puso de pie,
miró a través de la ventana:
pudo contemplar la mañana luminosa y eterna
-algún día él también creyó serlo- .
La liana y el flamear de la tricolor bandera
lo sumió en el sueño.
Mañana al despertar -lo sabía- será
pabellón extranjero y ya no bellos sus recuerdos.
El santo es alzado por otros brazos
y los que conspiraron
... Conspiran.
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