Portal Guaraní - ENTRE LO TEMPORAL Y LO ETERNO - Autor: AUGUSTO ROA BASTOS

AUGUSTO ROA BASTOS (+)

ENTRE LO TEMPORAL Y LO ETERNO - Autor: AUGUSTO ROA BASTOS - Año 2012

ENTRE LO TEMPORAL Y LO ETERNO

Autor: AUGUSTO ROA BASTOS

Editor: EDITORIAL SERVILIBRO

ISBN: 978-99953-0-431-7

Colección: COLECCIÓN PUEBLOS ORIGINARIOS, ROA BASTOS Y MULTILINGÜISMO

Páginas: 252

Tamaño: 14 x 22 cm

Año: 2012

Literatura paraguaya

Libro paraguayo

El objetivo principal de la presente obra es recuperar y difundir aquellos textos agotados, dispersos o inéditos de Roa Bastos que traten sobre pueblos originarios, multilingüismo y multiculturalismo en la región. Para ello ofrece una antología de cinco ensayos del autor, que incluye un texto que da nombre al libro, en el cual se examina, en una reseña única, el sistema de las reducciones de los indígenas en Paraguay, donde comenzó la conquista espiritual en América y, al mismo tiempo, revela las formas que adquirió la utopía de los jesuitas contra la Colonia. Además cuenta con colaboraciones de Antonio Carmona, Víctor Jacinto Flecha, Osvaldo González Real, Bartomeu Mélìa, Florencia Teruzzi y Francisco Tovar. Poeta, periodista, dramaturgo y guionista de cine, Roa Bastos, fue merecedor del Premio Fellow of British Council (1944) y el premio Cervantes de Literatura (1989), entre otros.

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El laberinto barroco del enigma jesuítico continua tentadoramente atrayendo a creyentes, profanos y erúditos desde las selvas del Paraguay. Se puede llegar hoy hasta estas ruinas merced a cómodas “cruzadas” turísticas en autobús o en avión. Las ruinas de ese Santo Sepulcro, sacro y salvaje a la vez, en el que quedó enterrado el mito de la redención pacífica de los indios, ya forma parte del paisaje. La romería y la procesión continúa impertérrita. Buscadores de Dios, buscadores de lo exótico, chamarileros de los últimos restos que quedan de un incesante despojo. Antes se robaban altares, retablos, tallas.
Hoy no quedan sino las ruinas.
Como en la antigua tradición cultural de los grandes libros que escriben los pueblos para que los particulares lean, el experimento jesuítico quedó como el libro escrito por un pueblo de iletrados que no conocían la escritura pero que conocían el lenguaje y la magia de los mitos, la ritualización social de la vida, la energía nutricia de la naturaleza.