PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
MARTA HARNECKER

  CONOCIENDO AL P-MAS (MARTA HARNECKER y FEDERICO FUENTES)


CONOCIENDO AL P-MAS (MARTA HARNECKER y FEDERICO FUENTES)

CONOCIENDO AL P-MAS

Por  MARTA HARNECKER y FEDERICO FUENTES

 

© Centro Internacional Miranda 2008

© Germinal (para la edición en Paraguay)

Título original:

“EL P-MAS DE PARAGUAY,

UN INSTRUMENTO POLÍTICO QUE NACE DEL ESTUDIANTADO”

Arandurã Editorial,

Asunción-Paraguay

2008 (205 páginas)

Edición FEDERICO FUENTES, MILITZA PÉREZ

Transcripción PATRICIA PROTZEL

Colaboradores ROSELIA MARTÍNEZ PATRICIA PROTZEL

Diseño: CECILIA RIVAROLA

Impreso en QR Producciones Gráficas

 

CENTRO INTERNACIONAL MIRANDA

Residencias Anauco Suites, Pent House.

Parque Central, Final Av. Bolívar, Caracas-Venezuela

cimmartaharnecker@gmail.com

fred.fuentes@gmail.com

 

GERMINAL - CENTRO DE ESTUDIOS Y EDUCACIÓN POPULAR

Telefax (595 21) 373 242 (interno 20)

germinal@pyglobal.com

Queda hecho el depósito que establece la

Ley ISBN: 978 - 99953 - 50 - 39 – 0

 

 

 

ÍNDICE

 

PRESENTACIÓN

INTRODUCCIÓN

 

I. LA CAÍDA DE LA DICTADURA DE STROESSNER Y LA TRANSICIÓN

 

1. STROESSNER: LA MÁS LARGA Y DESCONOCIDA DICTADURA DE AMÉRICA LATINA (1954-1989)

1) FACTORES QUE LA EXPLICAN

2) STROESSNER: EL SALVADOR DE LA PATRIA

3) EL JEFE DEL PARTIDO MÁS GRANDE DEL PAÍS

 

2. STROESSNER CAE POR UN GOLPE DE ESTADO PALACIEGO

1) PARTICIPACIÓN POPULAR DURANTE LA CAÍDA DE LA DICTADURA

2) PARA QUÉ UN  GOLPE DE ESTADO SI TODO SIGUE IGUAL

 

3. QUÉ SIGNIFICO LA CAÍDA DE STROESSNER

1) SE VISUALIZA ALGO MÁS ALLÁ DE STROESSNER

2) IRRUPCIÓN ENORME DE ACTORES SOCIALES

3) FRAGMENTACIÓN DE LA OPOSICIÓN

4) ¿TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA?

5) PACTO DE IMPUNIDAD

 

II. REVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA PARAGUAYA POST DICTADURA

 

1. LOS HECHOS QUE TRANSFORMAN RADICALMENTE A PARAGUAY

1) REPRESAS

2) AGROINDUSTRIA SOYERA Y GANADO DE EXPORTACIÓN

3) EMIGRACIÓN

4) LA MAQUILA

 

2. PARTICULARIDADES DE LAS RECETAS NEOLIBERALES EN PARAGUAY

1) PRIVATIZANDO SÓLO LO QUE CONVIENE

2) EMPRESAS PÚBLICAS EN MANOS DEL ESTADO POR CLIENTELISMO

 

III. MOVIMIENTOS SOCIALES Y ORGANIZACIONES POLÍTICAS ANTES Y DURANTE LA DICTADURA

 

1. LOS INDÍGENAS: UNA CLARA MINORÍA

 

2. EL PAPEL DE LA IGLESIA Y LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN.

1)      LAS LIGAS AGRARIAS CRISTIANAS

2) COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE

 

3. LA IZQUIERDA

1) LA PRIMAVERA DEMOCRÁTICA (1946) Y EL AUGE DE LOS MOVIMIENTOS Y EL PARTIDO COMUNISTA

2) DIVISIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA (1960-70)

3) GRUPOS GUERRILLEROS (1950-703

4) MOVIMIENTO INDEPENDIENTE (1960-70)

5) ORGANIZACIÓN PRIMERO DE MARZO (1970-1980)

6) LA DICTADURA DESARTICULA, QUIEBRA TODA ORGANIZACIÓN Y MOVIMIENTO POPULAR

7) EL MOVIMIENTO OBRERO

8) LA IZQUIERDA SE REORGANIZA (1980)

9) MOVIMIENTO DEMOCRÁTICO POPULAR

10) LAS UNIVERSIDADES Y MARXISMO EN PARAGUAY

 

IV MOVIMIENTOS SOCIALES Y ORGANIZACIONES POLÍTICAS POST DICTADURA


1. IMPLOSIÓN DE LA IZQUIERDA A LA CAÍDA DE LA DICTADURA.

1) DERRUMBE DEL SOCIALISMO SOVIÉTICO: OTRO DURO GOLPE

2) LA IZQUIERDA SE VA PARA EL CAMPO

 

2. UN MOVIMIENTO CAMPESINO EN EXTINCIÓN

1) CAMBIOS EN LA COMPOSICIÓN DEL CAMPESINADO

 

3. EL MOVIMIENTO OBRERO POST DICTADURA

1) AUGE DEL MOVIMIENTO

2) CUT IMPULSA PROYECTO DE PARTICIPACIÓN POLÍTICA: ASUNCIÓN PARA TODOS

3) ERRORES DE LA IZQUIERDA EN RELACIÓN CON EL MOVIMIENTO ASUNCIÓN PARA TODOS

4) POR QUÉ FRACASA ASUNCIÓN PARA TODOS

 

4. EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

1) CAMPAÑA POR EL BOLETO ESTUDIANTIL

 

5. MOVIMIENTO DE OBJECIÓN DE CONCIENCIA

 

V BUSCANDO UN PARTIDO

 

1. COMIENZAN A ANDAR SU PROPIO CAMINO

2. VINCULACIÓN CON OTROS SECTORES SOCIALES: JAMAS DECIRLES QUE TIENEN QUE HACER

3. INFLUENCIA DE SAO PAULO Y EL PT

1) CONTACTO CON EL «NÚCLEO DE EDUCACIÓN POPULAR 13 DE MAYO»

 

4. PRIMEROS CONTACTOS CON LA IZQUIERDA

5. INDEPENDENCIA DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

6. CRECE LA NUEVA DERECHA

7. NUEVO RUMBO: TRABAJAR PARA LOS JÓVENES CON LOS JÓVENES

1) EL NÚCLEO REVOLUCIONARIO SOCIALISTA

 

8. ELECCIONES NACIONALES DE 2003: PROCESO DE UNIDAD DE LA IZQUIERDA

1) EL SECUESTRO DE 2001

2) SE PROPONE HACER UNA CAMPAÑA UNITARIA CON EL NOMBRE PATRIA LIBRE.

3) EL CONTEXTO LATINOAMERICANO VA CAMBIANDO

4) AUTOCRÍTICA LUEGO DE LA CAMPAÑA

5) SE ROMPE CON PATRIA LIBRE

 

9. EL NRS EVOLUCIONA EN PARTIDO

1) CRISIS DE CRECIMIENTO CUALITATIVO

2) LA NECESIDAD DE UNA HERRAMIENTA MÁS POLÍTICA

3) DE COLECTIVO POLÍTICO A NÚCLEO

4) SE TRAZAN TRES LÍNEAS DE TRABAJO DEL NÚCLEO

5) EL NÚCLEO: UNA SÍNTESIS DE PROCESOS DIFERENTES

6) TRABAJAR POR LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA..

7) GRUPO DE MUCHOS GRUPOS

8) DE NÚCLEO A MOVIMIENTO Y DE MOVIMIENTO A PARTIDO

 

VI - CARACTERÍSTICAS DEL P-MAS

 

1. POR QUÉ EL NOMBRE P-MAS

1) INFLUENCIA DEL MAS BOLIVIANO

2) EL PARTIDO COMO INSTRUMENTO POLÍTICO

3) UN PARTIDO DEL MOVIMIENTO

4) NO UN MOVIMIENTO SOCIALISTA SINO UN MOVIMIENTO AL SOCIALISMO

5) EL P-MAS COMO FRENTE ELECTORAL

 

2. ESTRUCTURA DEL P-MAS

1) TRABAJANDO EN RELACIÓN CON LAS PROBLEMÁTICAS DE LAS REALIDADES

2) UN GRUPO DE GRUPOS: TODOS APUNTANDO HACIA UN MISMO HORIZONTE

3) TRABAJAMOS AUTÓNOMOS PERO EN BASE A UNAS LÍNEAS GENERALES

 

3. TRES TIPOS DE ORGANIZACIÓN DE BASE

1) ORGANIZACIÓN TERRITORIAL

2) FRENTES DE TRABAJO SECTORIAL

3) EQUIPOS DE TRABAJO SOBRE TEMAS ESPECÍFICOS

 

4. UN PARTIDO MOVIMIENTISTA

1) NO BAJAR UNA LÍNEA SINO CONSTRUIRLA DESDE ABAJO

2) DECISIONES POR CONSENSO

3) UNA FORMACIÓN POLÍTICA COMÚN AYUDA A ACTUAR POR CONSENSO

4) EL PROBLEMA DEL CRECIMIENTO EXCESIVO

 

5. FORMACIÓN POLÍTICA

1) PRIMERAS EXPERIENCIAS DE FORMACIÓN

2) LOS CURSOS DEL «NÚCLEO DE EDUCACIÓN POPULAR 13 DE MAYO»

3) DANDO A LOS MILITANTES UNA VISIÓN CRÍTICA GENERAL DEL MUNDO

4) APRENDIENDO VÍA LA PRAXIS

5) LA FORMACIÓN CAMBIA CUALITATIVAMENTE A NUESTRO GRUPO

6) FALTA DE CUADROS PARA DAR LOS CURSOS

7) UNA NUEVA PRÁCTICA DE IZQUIERDA

 

6. IDEAS SOBRE EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

1) EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI ES ALGO DIFUSO

2) SOCIALISMO DEL SIGLO XXI COMO UNA CONSIGNA

3) RECUPERANDO A LOS CLÁSICOS

4) UN SOCIALISMO PARAGUAYO

 

7. EL TEMA DEL GÉNERO

1) EL TEMA DE LAS CUOTAS

2) LA ORIENTACIÓN SEXUAL

3) EL ABORTO

 

8. FINANCIAMIENTO

1) TRES FORMAS DE FINANCIAMIENTO

2) EL SALARIO DEL ESTADO ES PARA LA ORGANIZACIÓN Y ÉSTA LE PAGA AL COMPAÑERO

3) TRANSPARENCIA EN CUANTO A LOS INGRESOS

4) MILITANCIA PROFESIONAL

5) NUNCA REGALAMOS CAMISETAS, BANDERAS

6) EL PERIÓDICO: UNA FORMA DE QUE LOS GRUPOS SE AUTOFINANCIEN

7) UN FONDO DE EMERGENCIA Y JUBILATORIO PARA LOS COMPAÑEROS

8) CONSTRUIR UN APARATO FINANCIERO JUNTOS

9) EL TEMA DE FINANCIAMIENTO EXTERNO

 

VII. FERNANDO LUGO Y LAS ELECCIONES NACIONALES DE 2008

 

1. QUIÉN ES LUGO

1) LA PIEDRA QUE ENTRA EN EL ENGRANAJE DEL BIPARTIDISMO PARAGUAYO

2) DE FAMILIA DISIDENTE DEL PARTIDO COLORADO

3) RELACIONES CON LA IZQUIERDA Y SECTORES POPULARES

4) RELACIONES CON EL PARTIDO LIBERAL

5) LUGO Y EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

6) UN BONAPARTISMO DE IZQUIERDA

 

2. LA CANDIDATURA DE LUGO SURGE DE LOS MOVIMIENTOS POPULARES

1) CRISIS CONSTITUCIONAL DE MARZO 2005

2) LUGO CONVOCA A LA RESISTENCIA

3) RESISTENCIA CIUDADANA Y CONCERTACIÓN NACIONAL

4) BLOQUE SOCIAL Y POPULAR

5) SE LANZA EL MOVIMIENTO POPULAR TEKOJOJA

6) LUGO LANZA SU CANDIDATURA EN DICIEMBRE 2006

7) PUNTOS DE UNIDAD DE LA ALIANZA PATRIÓTICA PARA EL CAMBIO

8) LA IZQUIERDA SE DIVIDE POR EL TEMA DE LAS CANDIDATURAS

9) LUGO SE MANTIENE AL MARGEN DE LAS DISPUTAS

10) UN SISTEMA ELECTORAL CLIENTELAR

11) LOS ABSTENCIONISTAS JUGARÁN UN PAPEL DECISIVO

12) CÓMO GANAR A LOS ABSTENCIONISTAS

13) ENFRENTAMIENTOS DENTRO DE LA ALIANZA

 

3. ¿CÓMO PODRÍA SER EL GOBIERNO DE LUGO?

1) UN GOBIERNO EN DISPUTA

 

VIII. P-MAS Y LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA

 

1. TODO INTENTO DE UNIDAD POR FUERA DE UNA LUCHA CONCRETA FRACASO

1) UNIDAD NO DE SIGLAS SINO DE ACTORES VIVOS

2) POR AHORA RENUNCIAMOS A LA PRETENSIÓN DE CONFORMAR UN FRENTE UNITARIO

3) PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE LA UNIDAD

4) ¿UNIDAD DE LA IZQUIERDA?

 

2. CANDIDATURA DE LUGO: UNIDAD EN CONFRONTACIÓN CON EL BLOQUE DOMINANTE

1) ALIANZA PATRIÓTICA PARA EL CAMBIO

 

ANEXO

2. LA CAMPAÑA ELECTORAL 2008

(GALERÍA FOTOGRÁFICA)

 

 

 

 

 

 

AUTORES

 

         MARTA HARNECKER : Psicóloga, escritora, periodista chilena,una de las principales investigadoras y divulgadoras de las experiencias de transformación social de nuestro continente.

         Autora de más de 70 libros, siendo el más conocido: Los conceptos elementales del Materialismo histórico, publicado por Siglo XXI en 1969, cuenta con 63 ediciones, en 1985 se publicó una edición revisada y ampliada.

         Desde los años ochenta dedica gran parte de su tiempo al género testimonio. Escribe libros sobre las experiencias guerrilleras de Centro América y Colombia y sobre la izquierda legal en América Latina. Su libro Haciendo camino al andar, que reúne experiencias de varios gobiernos locales de participación popular en América Latina (Brasil, Venezuela y Uruguay), gana en 2006 el Premio Nacional del libro Venezolano.

         Uno de sus libros más importantes es: Haciendo posible lo imposible: La izquierda en el Umbral del siglo XXI (1999), cuenta con ediciones en varios países de habla hispana y traducciones al francés, italiano, portugués y griego. Sobre la misma temática: La izquierda después de Seattle (Siglo XXI, España, 2002) y Reconstruyendo la izquierda (Monte Ávila Editores Latinoamericana, Venezuela, 2006).

         Publicó en 2002 un libro entrevista con el presidente venezolano: Hugo Chávez Frías, Un Hombre, pueblo (varias ediciones en castellano y otros idiomas).

         En 2007: Gobiernos comunitarios. Transformando el Estado desde abajo (coedición de Monte Ávila Editores Latinoamericana/CIM, Venezuela).

         Actualmente vive en Venezuela, es asesora de varias instituciones, entre ellas el Centro Internacional Miranda.

 

 

         FEDERICO FUENTES : Periodista, militante e internacionalista. Correspondiente para el periódico australiano Creen Left Weekly durante los últimos 6 años desde Venezuela, Bolivia y Argentina, escribiendo sobre los acontecimientos en América Latina.

         Estuvo presente en Bolivia durante los últimos tres meses de la campaña electoral que resultó con el triunfo de Morales y el MAS. Sus artículos han sido publicados en ZNEL. Counterpunch, Monthly Review, Bolpress, entre otros lugares.    Es editor del sitio web Bolivia Rising. Graduado del University of Western Australia en ciencia política y historia. Militante del Democratic Socialist Perspectiva de Australia. Actualmente es un cooperante internacional y asistente del programa «El Instrumento Político para el Siglo XXI» en el Centro Internacional Miranda, Caracas, Venezuela.

 

 

PRESENTACIÓN

 

         En nuestro país siempre se ha oído decir «ricorã iricopáma», sobre todo en el seno de la pequeña intelectualidad acomodada gracias a su empleo en la administración pública, en las empresas del Estado, en las de venta de mercancías «al por mayor y menor», entre los estudiantes hijos de padres ricos exportadores e importadores, entre los padres pudientes, cuyos hijos estudian en colegios y universidades extranjeras. Dicen también que en Paraguay no existen historias de luchas, especialmente populares; que el Paraguay es el país de las siestas largas. Paraguay: sin conflictos ni agitaciones.

         Gobiernos oligárquicos y corruptos, entre ellos de militares también enriquecidos e igualmente corruptos, que sólo defienden las fortunas y los privilegios de los que mandan, frente a sectores populares, campesinos, jóvenes salvajemente reprimidos al menor intento de «levantamiento» (como se decía en el lenguaje popular). Cruces de humildes ciudadanos asesinados siembran caminos y carreteras del país. Sí, el Paraguay era un país sin conflictos ni agitaciones.

         Hace un siglo que se suceden en el poder oligarcas y militarotes. Y hasta hoy seguirían, sin solución de continuidad, si fuera por ellos. Dos guerras internacionales y una guerra civil provocada para contener el ansia de libertad que comenzaba a despertar fueron interregnos de sangre, oprobio y miseria, que reventaban como crisis de esos sistemas criminales.

         El libro «Conociendo al P-MAS», escrito por Marta Harnecker y Federico Fuentes, desnuda el lenguaje acre y a la vez combativo y optimista de Soares y sus compañeros, quienes llegan al P-MAS a través de un proceso de intensas luchas populares, de críticas y confusiones, abriendo la conciencia de los jóvenes al examen crítico y autocrítico de su accionar, fortaleciéndose constantemente, creciendo sin parar, multiplicándose. En el «Primer Asalto al Cielo», el P-MAS pone el pie en el escalón inicial de sus logros. En el segundo escalón el P-MAS ya es partido de gobierno participando con singular acierto y fuerza hacia un constante ensanchamiento de las reales posibilidades de cambio en la vida política, económica y cultural de nuestro país, gracias al constante crecimiento de apoyo popular.

         Los chicos y chicas del P-MAS junto a los sectores democráticos y progresistas y el apoyo de las fuerzas democráticas y progresistas de todo el mundo apuntan hacia la paz y el bienestar del pueblo paraguayo y del mundo.

         Bien por el P-MAS en lo que respecta a nuestras ansias y sueños y a nuestro país en cuya agenda palpitan la justicia y la paz, el bienestar, la salud, la cultura y una patria libre y soberana, dejando de ser para siempre territorio de violación de los derechos humanos.

 

         FÉLIX DE GUARANIA

         26 de julio de 2008

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

         Este libro habla de un grupo de jóvenes paraguayos que nació y vivió bajo la dictadura del general Stroessner -la más larga, desconocida y peculiar de América Latina-, y que, luego de incursionar en diversas fórmulas organizativas y cometer muchos errores políticos, influido de alguna manera por las tradiciones de izquierda todavía presentes en su accionar, decide crear su propia organización política.

         Pero antes de detenernos a examinar los antecedentes y el desarrollo de esta iniciativa política, nos pareció conveniente explicar el por qué de esa larga noche dictatorial y hablar de la situación económica que vivía el Paraguay en el momento en que Stroessner es derrocado.

         Hay que tener en cuenta que esa dictadura surge luego de la guerra del Chaco, una de las más cruentas guerras del continente, que costó alrededor de 100 mil vidas humanas a Paraguay y Bolivia, seguida de una guerra civil. Estas guerras no sólo dejaron al país ensangrentado, sino también destruido económicamente. Fue fácil entonces que Stroessner se presentara como «el salvador de la patria».

         El dictador no sólo contó con el apoyo de los cuarteles, tuvo también el apoyo de su partido, el Partido Colorado, la más grande organización partidista de ese país, con un voto duro, clientelar que lo legitimaba permanentemente.

         Bajo una fachada democrática -elecciones periódicas fraudulentas- desató una violenta represión contra la izquierda, provocando una masiva salida de sus cuadros del país.

         Aunque en la década de los 80 había comenzado a crecer un movimiento de contestación a la dictadura cuyos principales pilares eran el movimiento estudiantil y el movimiento sindical, Stroessner es derrocado no por una revolución popular, sino por un golpe de Estado palaciego que mantiene toda la estructura de poder heredada.

         Pero, sin duda, la caída de la dictadura, en 1989, crea una situación nueva. Por primera vez comienzan a aparecer grupos que cuestionan al gobierno y a todo el sistema sin temer ir presos, ser torturados o desaparecer. Esto genera una irrupción enorme de actores sociales que nunca antes en la historia de Paraguay había existido. Nacen nuevos movimientos como el Movimiento de Objeción de Conciencia, grupos de cristianos organizados, diferentes experiencias de participación en los barrios, y se fortalecen otros como el movimiento estudiantil secundario y el movimiento de los trabajadores organizados.

         Este auge de los movimientos populares se traduce en el triunfo electoral de Carlos Filizzola, un candidato levantado por el movimiento sindical. Éste gana en Asunción, la capital de la República en 1991, en las primeras elecciones municipales democráticas post dictadura.

         Sin embargo, el movimiento Asunción para Todos -que estuvo en el origen de esa candidatura-, en lugar de encontrarse con una izquierda que lo apoye, se encuentra con una izquierda que, luego de la desaparición del enemigo común, comienza a fragmentarse y es incapaz de entender el proceso que se está viviendo en el país, y particularmente en la capital de la República, porque éste no calza con sus esquemas reduccionistas clasistas. Cuando más se la necesitaba en la ciudad decide replegarse al campo, para realizar allí su acumulación política, y lo hace en el mismo momento en que los campesinos empiezan a abandonar en masa las zonas agrarias.

         Con la caída de Stroessner se produce una verdadera revolución en la economía del país. Se expande con fuerza el neoliberalismo en la producción y los servicios. La pequeña producción de autoconsumo y de algodón es desplazada por la producción capitalista a gran escala de la soya y de ganado para la exportación: Paraguay estaría produciendo alimentos para casi 30 veces su población, y en cinco años más producirá cuatro cabezas de ganado por habitante. Estos cambios en la agricultura obligan al campesinado paraguayo a desplazarse masivamente hacia las ciudades, creando bolsones de miseria de gran explosividad y conflictividad social, cuya única válvula de escape ha sido la emigración en masa fuera del país.

         Junto a esta realidad económica se da un hecho político: al no tener un horizonte político claro y al no contar con un instrumento político, los sindicalistas que llegan al gobierno municipal terminan siendo absorbidos por la máquina del Estado.

         Y es en este momento de descomposición del movimiento de los trabajadores cuando el movimiento secundarista irrumpe con más fuerza en el escenario político. A la cabeza de ese movimiento estaba un grupo de estudiantes llenos de buenas intenciones, pero con escasa preparación política.

         Se empiezan a crear grupos en los colegios y aparece el tema de los centros de estudiantes, pero lo que le da cuerpo al movimiento es la lucha por el boleto estudiantil, campaña que les permite articularse con otros sectores: maestros, padres, trabajadores, otros estudiantes. Sus luchas, los métodos de acción directa que usan en algunas ocasiones y el grado de movilización alcanzado, conmueven a la ciudad de Asunción y a otras ciudades del país a comienzos de los años 90.

         Al poco tiempo, varios de estos dirigentes terminan sus estudios secundarios y empiezan a buscar espacios donde seguir trabajando. Es entonces cuando surge la idea de la Casa de la juventud, fundada por algunos dirigentes del Frente Estudiantil Secundario. Este espacio pretende servir de lugar de encuentro sociocultural para distintas expresiones de la juventud.

         Allí se reúnen jóvenes que no tienen un planteamiento político socialista, gente que se vincula por problemáticas muy puntuales: querer trabajar en una radio comunitaria, buscar formación, desear desarrollar actividades barriales. Dentro de esa gran variedad, hay un pequeño grupo que se reconoce de izquierda y empieza a generar cierta identidad como colectivo.

         Ya a finales de 1999 ese grupo toma contacto con el «Núcleo de Educación Popular 13 de Mayo», un grupo brasileño donde trabaja el sociólogo Mauro lasi. Ese contacto produce una verdadera revolución teórica en ese colectivo. Lo flexibiliza enormemente, porque su filosofía era respetar el proceso de desarrollo de la conciencia de cada persona. Se comienza a dejar atrás el esfuerzo previo de tratar de generar en los jóvenes una identidad a través de esquemas preestablecidos impuestos desde arriba que no había funcionado -porque no motivaba- y se busca llegar con iniciativas diferentes de acuerdo al grado de conciencia. Si el cabello largo y los aretes eran las reivindicaciones más sentidas por los estudiantes que habían estado sometidos a la rígida disciplina dictatorial en los colegios, había que partir de ello para generar un primer grado de identidad, y a partir de esa identidad colectiva se podía generar otro tipo de identidad con otra gente, un tipo de identidad mayor.

         En este caminar surge la necesidad de crear un instrumento político. El problema es cómo integrar todos esos diferentes colectivos, que surgen en el espacio de la Casa de la juventud y afuera, que son diversos pero que tienen una cierta vinculación entre ellos. Surge así la idea de conformar un grupo de grupos que apuntala hacia un mismo horizonte, respetando las diferencias y donde la autonomía de cada sector sea bastante amplia.

         Cómo lo hacen, qué estructura conforman, por qué se definen más como un movimiento que como un partido, cómo se forman sus cuadros, cómo se financian; cuál es su relación con el resto de la izquierda; qué reflexiones y enseñanzas han realizado en torno al tema de la unidad, cuál ha sido su relación con el actual presidente de la República, qué esperan de su gobierno, son algunas de las preguntas que se responden en este libro testimonio sobre el P-MAS de Paraguay.

         Este trabajo es el fruto de una larga entrevista colectiva que realizáramos en Caracas, en diciembre de 2007, con algunos de sus dirigentes: Camilo Soares, secretario general del P-MAS; Ignacio González, de su Dirección Nacional y director del periódico «El Dedo en la Llaga»; María Rocío Casco, primera concejala socialista de la Municipalidad de Asunción (P-MAS); y Marcello Lachi, director del Centro de Estudios y Educación Popular «Germinal» y coordinador editorial de la revista paraguaya de estudios políticos contemporáneos «Novapolis». Este evento se realiza dentro de la línea de investigación «Instrumento político para el Siglo XXI», dirigido por mí en el Centro Internacional Miranda y en el que cuento con la estrecha colaboración del periodista argentino australiano, Federico Fuentes.

         Elegimos estudiar este partido a pesar de ser una organización política muy pequeña, por la peculiaridad de ser una iniciativa que parte de un grupo de estudiantes, que aunque comete errores que han sido comunes a muchas organizaciones de izquierda de nuestro continente, los supera creadoramente adoptando iniciativas que pueden ser inspiradoras para quienes están en la búsqueda de un instrumento político capaz de hacer frente a los nuevos desafíos que hoy se nos plantean en nuestro continente. Ustedes dirán si valió la pena este esfuerzo.

 

         MARTA HARNECKER

         21 de mayo 2008

 

 

CAPITULO III


MOVIMIENTOS SOCIALES Y ORGANIZACIONES

POLÍTICAS ANTES Y DURANTE LA DICTADURA

 

         Marta Harnecker: Quisiera que habláramos de cuál es la situación de los movimientos sociales en Paraguay, antes y durante la dictadura. Y me gustaría empezar por el movimiento indígena, ¿cuál es su peso en el país?

 

         1. LOS INDÍGENAS: UNA CLARA MINORÍA

 

         Camilo Soares: Según el censo, una cifra aceptada por las mismas organizaciones indígenas, son aproximadamente 100 mil las personas que se reconocen como indígenas, en una población de 6 millones y pico de habitantes.

         La gente de afuera piensa que los indígenas en Paraguay tienen mucho peso. Y eso se debe a que, por una cuestión casi comercial, se usa mucho la palabra guaraní. Se dice, por ejemplo, «la selección guaraní de fútbol». Por otra parte, Paraguay es el único país en América Latina donde el idioma indígena es hablado por la población blanca o mestiza. En Bolivia se habla aymara, quechua, etcétera, pero lo hablan solamente los indígenas, un blanco no habla aymara, puede hasta comprenderlo, pero no lo habla.

         En Paraguay se da un caso inverso, que tiene que ver con la historia de la colonia. Los españoles no se quedarón en Paraguay a perder el tiempo, porque no había ni oro ni plata, tuvieron hijos, y esos hijos, ¿de quién iban a aprender a hablar? De las mujeres indígenas guaraníes. El guaraní se convirtió en el idioma oficial, la mayoría de la población es bilingüe, pero la población indígena es minoritaria en términos numéricos.

         Haciendo una generalización bastante bruta de mi parte, pero para entendernos, creo importante señalar que hay dos grandes tipos de poblaciones indígenas en América del Sur. Unos son los que están en la cordillera de los Andes y que se desarrollaron como pueblos sedentarios agricultores, hasta tuvieron centros urbanos porque tenían que producir para comer. Los otros, como el caso de nuestros pueblos indígenas, que podríamos llamar genéricamente trasandinos o amazónicos, son poblaciones indígenas que viven en condiciones físicas, económicas de abundancia, de exuberancia natural en fauna y flora, entonces, ¿para qué iban a perder el tiempo plantando si todo se les daba? Por eso son pueblos nómadas; no constituyeron centros urbanos. A la llegada de la conquista española, tenían campamentos provisorios.

         ¿Cuál es la cultura indígena que continúa hoy en el Paraguay? Es la misma cultura nómada de ir migrando de un punto a otro punto, no es la cultura del indígena aymará o quechua que ya es obrero, campesino, minero y que ya hasta desarrolló una conciencia de clase. Los pueblos indígenas en Paraguay no forman parte de ese movimiento social en ebullición, de confrontación con la estructura oligárquica, por lo menos en términos políticos. Hacen ocupaciones, tienen problemáticas, pero no fueron relevantes en todo el siglo XX, en términos de luchas indígenas.

 

         2. EL PAPEL DE LA IGLESIA Y LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN

 

         Marta Harnecker: ¿Cuál es el papel de la Teología de la Liberación en Paraguay? Creo que hay que explicar esto, dado que el candidato de la izquierda en las próximas elecciones, Fernando Lugo, proviene de la Iglesia.

 

         Rocío Casco: Sobre el tema de la Teología de la Liberación hay tres cosas que señalar: una tiene que ver con el tema de las Ligas Agrarias Cristianas; otra tiene que ver con las comunidades de base, porque a veces se juntan las dos cosas pero no son lo mismo; y la tercera tiene que ver con una especie de síntesis institucionalizada, que son las pastorales sociales.

        

         1) LAS LIGAS AGRARIAS CRISTIANAS

        

         Rocío Casco: Las Ligas Agrarias Cristianas empiezan a actuar a mediados de los 40 y principios del 50. En realidad tienen una primera intervención con los campos comunales, como les llamaban ellos, que tienen como base el tema de la producción, el tema del abastecimiento de alimentos. Empezó con una cuestión muy básica, y a partir de ahí, el tema de la politización de los campesinos que participaban en una experiencia de cultivo comunitario o de campo comunal. Esta experiencia tiene que ver con la Teología de la Liberación. Hay un grupo de 10 sacerdotes que trabajan en esto. Algunos de ellos construyen la famosa frase: «Dios en el cielo y Marx en la tierra». Replantean una crítica, en cuadernillos educativos, del concepto de Estado, lucha de clases, la importancia de la organización campesina, y van desarrollando una experiencia interesante en el campo y alguno que otro en sectores urbanos, pero el grueso del trabajo se hizo en el sector campesino.

 

         2) COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE

 

         Rocío Casco: Para aplacar esa experiencia, es que nace la contrapropuesta a las Ligas Agrarias Cristianas, que son las comunidades cristianas de base. Las Comunidades Eclesiales de Base nacen como una forma de quitarle el contenido político al movimiento de Ligas Agrarias Cristianas. Muchos de los sacerdotes que estaban involucrados en el trabajo de los campos comunales, así como los líderes campesinos de ese momento, fueron perseguidos.

         Sin embargo, por algún tiempo, en las décadas del 60 y 70, hasta principios de los 80 sobrevive la experiencia de las Ligas Agrarias Cristianas o campesinas en algunos lugares, principalmente en el norte del país, mientras que en el resto del país va creciendo la influencia del movimiento eclesial de base.

         La iglesia tuvo un papel importante, porque los grupos juveniles y otros se cobijaron bajo el techo de la iglesia para poder hacer sus reuniones. Pero también sectores de esa iglesia entregaron a algunos compañeros, quienes fueron secuestrados y cayeron presos durante la dictadura.

         Entonces, tenemos como 3 corrientes: una rebelde, digamos, que trabajaba el tema de las Ligas Agrarias, principalmente en el norte y ciertas áreas en el sur del país; la otra, por supuesto de ultraderecha, que estuvo en pacto con el gobierno; y otra que da nacimiento a lo que hoy conocemos como corriente heredera del movimiento eclesial de base. Hay una pastoral indígena, una pastoral de la juventud, una pastoral de la mujer y pastorales que tienen que ver un poco con sectores excluidos de nuestra población.

         El tema de la Teología de la Liberación se desarrolló más dentro de algunos sectores de izquierda, en la década de los 80.

 

         Camilo Soares: Agregando algo a lo que dijo Rocío: la Iglesia Católica paraguaya no puede ser catalogada como una Iglesia progresista. Me parece que no tiene un centro que sea progresista, más bien, la Iglesia paraguaya es una Iglesia oficial, conservadora, al punto que los días 15 de agosto de cada año se recuerda la fundación de la ciudad de Asunción, ésa es la fecha en que asume el presidente de la República luego de cada elección presidencial. La Iglesia paraguaya le hizo su tedéum, le dio su bendición hasta casi los últimos tiempos de su gobierno a Stroessner.

         Ahora, la Teología de la Liberación tiene una historia fantástica en Paraguay: no es que viene de sectores de la Iglesia, es al revés, son grupos de izquierda que conocen la Teología de la Liberación afuera y tratan de insertarla en la Iglesia, al punto que grupos de izquierda hicieron trabajo político dentro de los seminarios para tratar de captar seminaristas, para contarles lo que es la Teología de la Liberación.

         Fernando Lugo, ex obispo, candidato a presidente, conoce la Teología de la Liberación cuando hacia una pastoral o algo por el estilo en el Ecuador, sí se sabe de algunos sacerdotes que dijeron inspirarse en la Teología de la Liberación pero, a finales de la década de los 70 en Paraguay, nunca se desarrolló una línea como para decir que alguien reivindica la Teología de la Liberación.

 

         3. LA IZQUIERDA


         Marta Harnecker: Cuéntenos un poco sobre la izquierda antes y durante la dictadura...

 

         1) La primavera democrática (1946) y el auge de los movimientos y el Partido Comunista

 

         Ignacio González: Cuando se inicia la dictadura en el 54, el Paraguay no era el país de hoy, ni el del 89, era un Paraguay que tenía la mitad de la población en el campo, un país eminentemente rural. Había movimientos sociales importantes: para que tengan una idea, antes de la guerra civil del 47, en el 46, existió un periodo que se denominó la «primavera democrática». En ese momento el gobierno estimuló la participación. El Partido Comunista en Paraguay, fundado en 1928, participa legalmente y llega a reunir unos 10 mil afiliados. Había mucha adhesión a este partido por el trabajo que tenía en 3 sectores: el movimiento campesino, muy importante, porque la población era eminentemente campesina; el movimiento obrero, que venía de hacer una experiencia sindical; y el movimiento estudiantil.

         Marcello Lachi: El Partido Comunista original, aquel que ahora se llama Partido Comunista Paraguayo Independiente, de Óscar Creydt, era un partido que razonaba y que realmente se vinculaba con las masas populares. Fundó una guerrilla, la del FULNA, Frente Unitario de Liberación Nacional, que Stroessner no conseguía eliminar. Esta guerrilla fue destruida solamente después que se dio la división interna en el partido, y justamente cuando el PCUS soviético, que apoyaba la facción opuesta a la de Creydt, se declaraba en contra de la guerrilla en América Latina.

 

         2) División del Partido Comunista (1960-70)

 

         Ignacio González: A comienzos de los 60, Oscar Creydt era el principal referente del pensamiento marxista paraguayo, fue fundador del Partido Comunista. Él plantea una estrategia de lucha muy diferente a la que planteaba el comité central de entonces, que era más cercana a la de China, por las condiciones campesinas del Paraguay. Eso hace que, en un primer momento, el Partido Comunista Paraguayo se confronte en términos de línea y tome una línea autónoma al PCUS. Esto genera un debate importante dentro del comité central. La mayoría decía que hubo un error de aplicación, no de línea; y la línea pro Moscú decía no, que hubo un error de línea allí. En ese momento comenzó un proceso de repliegue. Del 63 al 65 gran parte del comité central del Partido Comunista Paraguayo está en Buenos Aires, y la mitad del comité central viaja a Moscú para hacer un curso de formación.

         Marta Harnecker. Para contextualizar, hay que recordar que son los años de la polémica China-Unión Soviética...

         Ignacio González: En el 65, Oscar Creydt en ese momento, dice: «Camarada, yo quiero conocer la experiencia de Vietnam y de China», y va a visitar esos países. Cuando intenta regresar a Buenos Aires, ya el comité central está confabulado contra él. Es retenido en la URSS, no tenía pasaporte, no tenía pasajes, podía pasearse libremente por Moscú, pero no podía salir de allí, queda varios meses encerrado allí, mientras los agentes de la línea soviética tratan de convencer al resto del comité central en su contra. Finalmente Arturo López, el comandante de la guerrilla, más conocido como Agapito Valiente, destapa el complot de los soviéticos y consigue que el comité central no solamente continúe reconociendo a Creydt como su líder, sino también amenaza a los soviéticos de realizar una denuncia pública sobre el secuestro del secretario general si éste no es liberado en 48 horas.

         Es así como él retorna, pero cuando lo hace, los pro-soviéticos, que en ese entonces eran minoría, logran robar los documentos de Creydt y establecer la conexión directa con el PCUS usurpando el nombre del partido. Ahí comienza un fraccionamiento, un proceso nefasto para la izquierda paraguaya, porque empieza a darse toda una lucha dentro de la vanguardia y la izquierda marxista, que en ese entonces estaba fundamentalmente en el Partido Comunista, entre estos dos grupos. Oscar Creydt nunca se reivindicó pro chino, sino marxista leninista. Él decía: «Soy independiente, nosotros tenemos una línea independiente, no somos ni pro Buenos Aires ni pro Moscú, no somos pro nadie, somos paraguayos». Este conflicto resultó ser nefasto para el movimiento popular y para la izquierda paraguaya, porque toda la reconstrucción de la izquierda tiene como centro, no una crítica al capitalismo sino la autodestrucción de estos dos grupos que se pelean entre sí hasta hoy. Actualmente hay pequeñísimos grupos que disputan cuál es el partido original, quiénes son los «verdaderamente revolucionarios».

         Marcello Lachi: El Partido Comunista de los años 60 fue la última izquierda pensante en Paraguay; la única fuerza que tenía un proyecto y una visión política clara y que realmente tenía apoyo popular.

 

         3) Grupos guerrilleros (1950-70)

 

         Camilo Soares: Durante este tiempo empiezan a aparecer diferentes experiencias guerrilleras, no todas tenían que ver con una inspiración de izquierda revolucionaria, inclusive, en los 50 y 60 algunas tienen mucho que ver con un frente democrático amplio antidictatorial, donde estaban sectores incluso del Partido Liberal, gente que no se planteaba la revolución sino la lucha armada como mecanismo para poder desalojar a la dictadura del gobierno.

 

         4) Movimiento Independiente (1960-70)

 

         Camilo Soares: Paralelamente a eso, en la década de los 60 surgió un espacio, el Movimiento Independiente, el cual nació dentro del movimiento estudiantil universitario con gente que fue desarrollando una reflexión que se aproximó a la izquierda, pero inspirado por lo que estaba ocurriendo en América Latina como la revolución cubana y otros movimientos más, aunque sin asumir una identidad; se organizaron en torno a revistas, cuestiones culturales y compañía.

 

         5) Organización Primero de Marzo (1970-1980)

 

         Camilo Soares: En la década de los 70 se dieron los últimos intentos de lucha armada contra la dictadura, se organizaron 3 grupos, el más representativo se nutrió de los cuadros que había generado el movimiento de los 60, fue un movimiento cultural vinculado a la universidad. Muchos se vincularon a la Organización Primero de Marzo u Organización Político-Militar (OPM), que fueron los dos nombres que asumieron. Organización Primero de Marzo, porque en esa fecha terminó la guerra de la Triple Alianza, donde Paraguay terminó vencido. Esa OPM fue, digamos, el intento más desarrollado en la década de los 70, de lucha armada.

         La OPM agrupó gente que provenía de clase media, profesionales, trabajaron mucho con sectores de las Ligas Agrarias, con sectores campesinos que empezaban a ser reprimidos por la dictadura. Empezaron a avanzar en su proceso de organización política en el campo, se vincularon e intentaron desarrollar una experiencia de un movimiento clandestino, que pudo desarrollar células para la autodefensa y después pasaron a la ofensiva armada. La lectura que les inspiró fue la teoría de la liberación nacional, los escritos que se encontraron de ellos tienen que ver con eso.

         Pretendieron conformar un gran frente nacional antidictatorial, antiimperialista para poder impulsar una revolución socialista, inspirada en la revolución cubana, en los sandinistas; era la cuestión latinoamericana la que en ese momento estaba inspirando.

         Hoy en día sus protagonistas reconocen que hubo demasiada improvisación, demasiado aventurerismo, al punto que la organización fue desarticulada antes de pegar un solo tiro, antes de confrontarse con la dictadura. Cayeron más de 800 personas en toda la región, fue mucho. Cayeron presos, son torturados, y muchos fueron asesinados, fueron al exilio, fue una experiencia muy traumática. Había otras organizaciones, pero la OPM fue la más emblemática de los 70.

         Marta Harnecker: ¿Esos 800 que caen presos eran jóvenes o eran de todas las edades?

         Camilo Soares: En su mayoría era gente joven, gente vinculada a tareas pastorales de la Iglesia, universitarios, pero también estaban algunos adultos, que en los 60 fueron jóvenes universitarios, dirigentes campesinos, gentes de las Ligas Agrarias. Por ejemplo, uno de los principales líderes del movimiento, Mario Schaerer Prono, que fue asesinado en tortura, tenía 23 años cuando lo mataron. Eran menores de 30 años los principales protagonistas.

         Una característica de la izquierda paraguaya es que siempre ha estado conformada por gente joven, esto tiene que ver mucho con la composición demográfica del Paraguay, que es una población muy joven.

 

         6) La dictadura desarticula, quiebra toda organización y movimiento popular

 

         Ignacio González: A mi entender, la dictadura logra ser efectiva porque logra frenar todo el proceso de organización y logra desvincular generacionalmente a estas organizaciones unas de otras. Comienza una represión muy grande, la primera represión de Stroessner en el 56, 57, 58 va a ser justamente contra el movimiento estudiantil, que va a ser diezmado en uno de los colegios tradicionales del Paraguay, el Colegio Nacional de la Capital, cuna del pensamiento libre. Acapara ese colegio y éste llega a tener un único centro de estudiantes permitido por la dictadura, que era una filial del Partido Colorado.

         Lo mismo pasa con el movimiento campesino, que se fractura por las débiles experiencias guerrilleras. Luego, a finales de los 60 y comienzos de los 70, el movimiento campesino empieza a organizarse, motivado por las comunidades cristianas de bases, que en Paraguay se llaman las Ligas Cristianas, pero estas organizaciones fueron reprimidas por la misma Iglesia, por la alta jerarquía y también por el gobierno, generando una fractura y una desvinculación con la siguiente generación.

         Toda una generación de luchadores de todas estas instancias, incluso de partidos de la izquierda, va a ser exiliada o asesinada. Eso hace que la siguiente generación, que va a tratar de recomponer de una u otra manera todas esas banderas e instancias de lucha, no tenga vinculación viva y directa con todas esas experiencias. Sólo eran cosas que les contaban. No hay organizaciones que se hayan mantenido desde entonces.

         Camilo Soares: El sistema de dominación paraguayo consiguió algo fantástico: todo aquello que no está dentro del Partido Colorado o del Partido Liberal es producto de una discontinuidad continua, eso significa que no hay dos generaciones de un mismo proceso, no hay dos generaciones del movimiento sindical, del movimiento campesino, del movimiento estudiantil, de la izquierda, todo se corta y todo se reinicia. Leer o tener contacto con un libro del Che o de Lenin, o de Marx, no se da a partir de la vinculación de un militante con un partido, sino a partir de que el militante tiene conexión de

Internet en su casa, o en un cibercafé, o consiguió un libro que apareció en una venta de libros usados.

         Con todos estos quiebres, se va desarrollando una juventud y un movimiento popular, ya a finales de la dictadura, sin ninguna herencia práctica de las luchas anteriores.

         El movimiento estudiantil tuvo que reinventarse. Inclusive la misma izquierda estaba tratando de descubrir la pólvora una y otra vez: cómo hacemos para organizarnos, cómo hacemos para formarnos, cómo hacemos para hacer células, núcleos.

 

         7) El movimiento obrero

 

         Rocío Casco: En la década del 80, el movimiento obrero empieza a tener un gran protagonismo y una gran influencia en el tema de la organización de los sectores urbanos, y, de hecho, influye en el movimiento estudiantil que se desarrolla posteriormente.

 

         8) La izquierda se reorganiza (1980)

 

         Camilo Soares: Terminada la década de los 70, parecía que Stroessner había logrado pacificar nuevamente el país. Pero, al comenzar la década de los 80, empieza todo un proceso de movilización social, porque la dictadura estaba entrando en una fase de crisis económica. A partir del 82, específicamente, cuando termina una parte de la construcción de la represa hidroeléctrica y ya no había tanto dinero, entonces comienzan las protestas, se organizan los gremios, comienzan a reclamar salarios y otras cosas. Ése fue un momento en que se reorganiza la izquierda.

         Marta Harnecker: ¿Por cuál vía se logra la reorganización de la izquierda?      Camilo Soares: Coincidentemente, otra vez, con el movimiento estudiantil. Si ustedes ven las décadas de los 60, 70, 80, los núcleos que reorganizan la izquierda son aquellos movimientos donde están los universitarios fundamentalmente. Ellos impulsan lo que fue la Federación de Estudiantes Universitarios, la mayor federación de Paraguay; hasta nuestros tiempos no se ha llegado a ese nivel de organización en la universidad nacional y la universidad privada, y con una posición política bastante avanzada: se declaraban antiimperialistas. Ése fue el frente de lucha principal que produce cuadros para reorganizar la izquierda.

         Ignacio González: En los 80 comienza una reagrupación del movimiento estudiantil universitario en torno a la Federación de Estudiantes Universitarios, en pugna directa con los centros colorados. En ese momento el Partido Colorado desarrolla juegos políticos para tratar de desmovilizar a los jóvenes, y emplea mucho dinero en eso.

 

         9) Movimiento Democrático Popular

 

         Camilo Soares: En la década de los 80, se organiza el Movimiento Democrático Popular, considerado el movimiento más representativo de la izquierda paraguaya y la gran cuna de la izquierda de los 80; hasta hoy tiene influencia.

         ¿Quiénes forman parte del MDP? Ninguno de los que formó parte de la OPM, porque ésta fue quebrada, sus cuadros desmoralizados, exiliados o desaparecidos, no querían participar en política. Era una nueva generación. El MDP se organiza precisamente como un movimiento democrático popular, cuando aparece esta expresión de lucha democrática popular antiimperialista.

         Ignacio González: Ese movimiento fue el intento de desarrollar algo parecido al PT de Brasil, en el sentido de que iba a ser un gran frente con varias corrientes. Entonces, se podían identificar: corrientes socialdemócratas y corrientes más de la línea de la liberación nacional. Se había creado un espacio amplio con varias corrientes.          Marta Harnecker: ¿Existían también fracciones maoístas, comunistas?

         Camilo Soares: No, los comunistas estaban viviendo en el exilio, porque ellos desaparecieron en la década de los 70, casi fueron exterminados. Quedaba esa fracción del Partido Comunista Paraguayo Independiente. El MDP era el centro de movilización, el que impulsaba las movilizaciones sociales, civiles, en la época de la dictadura, movilizaciones de masas muy grandes.

         El MDP y sus cuadros internos van evolucionando, van relacionándose con sectores de izquierda de la región, principalmente con sectores de izquierda del Brasil y de Argentina. A partir de estas vinculaciones aparecieron las primeras divisiones al interior del MDP, porque unos se declaraban mandelistas7, otros se declaraban morenistas8, dentro de la fracción del trotskismo; otros se declaraban de liberación nacional, castristas, guevaristas, y van surgiendo fracciones.

         Ignacio González: A comienzos de los 90 esa experiencia se fracciona, al punto que cuando se desarrollan las elecciones en el 1991, este frente ya va dividido. Algunas fracciones ya habían salido y presentaban sus propios candidatos y el Movimiento Democrático Popular se transforma en un partido con un remanente de lo que quedaba.

 

         10) Las universidades y marxismo en Paraguay

 

         Marta Harnecker: ¿Contribuyó la universidad a la formación de la izquierda?

         Ignacio González: En términos académicos no podemos ver en la universidad un pensamiento marxista o progresista; creo que lo más  cercano a un planteamiento de izquierda en términos de carrera se dio en la carrera de Sociología en la Universidad Católica, que se abre en el 77 y se cierra en el 83 a instancias de la dictadura. Era la Iglesia Católica la que controlaba esa academia. No hubo en Paraguay una academia marxista que fuera ni siquiera una alternativa a las corrientes más conservadoras de las universidades.

         Camilo Soares: Es importante ubicarse históricamente. En 1947 termina la guerra civil y se instala un gobierno militar. En 1954 llega Stroessner al gobierno por un golpe de Estado. Cuando triunfa la revolución cubana en 1959, viene de la mano de ella una gran ola de impulso del movimiento socialista revolucionario, del marxismo. La revolución cubana, según he leído, fue un gran impulso para el movimiento revolucionario en toda América Latina y en todo el mundo. Empieza a entrar con fuerza el marxismo, como un referencial teórico que inclusive gana un status de algo que se puede estudiar en la universidad. Pero mientras que en Chile en los 60 no había dictadura militar, había un cierto espacio de desarrollo intelectual libre, para ese momento en Paraguay ya había una dictadura militar que había cerrado por completo todos los espacios; estaba prohibido cualquier libro de texto que tuviera que ver con una teoría revolucionaria, ni siquiera a nivel académico era permitido.

         Hay una anécdota que se hizo famosa en todo el mundo: cuando salen a la luz pública los archivos de la dictadura, un profesor universitario de la Facultad de Arquitectura, que era librepensador, cae preso, y cuando el policía redacta el acta de las cosas que había encontrado para decir que era culpable según la Ley 209, ley de persecución de actividad subversiva, ¿qué pone como prueba, como cuerpo del delito? Un libro que el policía aseguraba era el libro que el profesor le enseñaba a sus alumnos para propagar el ejemplo de la revolución cubana. ¿Cómo se llama el libro? Es verídico lo que voy a decir, y pueden comprobarlo en los archivos secretos de la policía, se llamaba «Teorías sobre el cubismo». ¡Imagínense el nivel de brutalidad y de ignorancia de la dictadura de Stroessner! Y qué libró sí puede pasar la censura stronista, «La sagrada familia» de Marx [risas], porque ese libro tenía un nombre religioso.

         El marxismo no existió en la universidad paraguaya. ¿Cuándo existió para nosotros? Cuando éramos hijos de padres de izquierda. «Miró, algún día la revolución del mundo va a triunfar», me decía mi abuelo, y me mostraba el mapa del mundo. «Toda esta parte es comunista», decía, y la expectativa era que si caía Stroessner iba a venir el socialismo. Luego cae el muro de Berlín y los pedazos del muro revientan los dedos del pie. En ese momento ya no había prohibición, pero ya nadie quería leer. Entonces, durante la dictadura no se enseñó ni reflexionó, porque existía la represión, y después de la dictadura no se reflexionó porque, con la caída del socialismo en la Europa del Este y en la Unión Soviética, esa concepción quedó en desuso. No hay una tradición, una reflexión marxista en Paraguay.

         Ahora bien, para volver al tema del movimiento estudiantil y el marxismo. ¿Cómo se introduce el marxismo en los últimos tiempos en el Paraguay? En gran parte por el movimiento estudiantil. ¿Dónde el movimiento estudiantil aprendía el marxismo? No podía ser vía algún partido revolucionario o las universidades. El gran centro donde fue a beber la izquierda paraguaya en las últimas décadas post hegemonía del Partido Comunista fue Buenos Aires. Ése fue el gran centro intelectual de donde se nutrieron, entre comillas, como diría la policía paraguaya, los izquierdistas del Paraguay, al punto que las divisiones de la geografía política de la izquierda paraguaya son réplicas de las divisiones de la geografía política de Buenos Aires. Cuando el MAS empieza a ser un movimiento emergente grande en la Argentina, aparece un partido trotskista en Paraguay. Cuando se fracciona el MAS en la Argentina, eso repercute en Paraguay.

         ¿Y por qué la fuente de inspiración de la izquierda paraguaya fue Buenos Aires? Uno, porque indiscutiblemente, Buenos Aires era uno de los principales centros de irradiación de ideas progresistas.

         Yo recuerdo que uno de los primeros textos de marxismo, que nos los trajeron de Buenos Aires estudiantes universitarios cuando nosotros estábamos en secundaria, inclusive cuando todavía estaba Stroessner, fue «Los conceptos elementales del materialismo histórico» de Marta Harnecker. También nos trajeron de Buenos Aires, cuando nosotros estábamos en secundaria, una colección de 8 o 9 libritos que escribían ella y una tal Gabriela Uribe.

         Lo otro, la primera minoría nacional de la Argentina, eran y son los paraguayos. Éstos y sus descendientes representan poco más del 10% de la población argentina.

 

 

7 Mandelistas: una corriente dentro del trotskismo identificada con las ideas y postulados del marxista alemán Ernest Mandel, uno de los dirigentes centrales del Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional y de su sección en Bélgica.

8 Morenistas: una corriente dentro del trotskismo identificada con las ideas y postulados del marxista argentina Nahuel Moreno, fundador de la Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional.

 

 

CAPITILO V


BUSCANDO UN PARTIDO

 

         Marta Harnecker: Yo quería tomar algo que dijeron todos ustedes, Camilo habló del pelo largo y de la barba; y Rocío e Ignacio hablaron del boleto, y yo recordaba que el movimiento por la reforma universitaria en Chile que empezó en el 68 y siguió durante el gobierno de Allende, comenzó muy amplio, pero luego se politizó demasiado y terminó perdiendo apoyo estudiantil y luego perdiendo el control de los centros universitarios. Yo quisiera que nos digan qué enseñanzas sacaron del proceso que ustedes vivieron.

         Camilo Soares: Cae Stroessner, algunos de nosotros, hijos de exiliados o de gente de izquierda, vuelven a Paraguay. Yo nunca me fui, lo importante es que me junto con otros jóvenes de mi edad, 12 y 13 años, y decimos: «Algo tenemos que hacer». Revolución nos enseñaron en nuestras casas, nos enseñaron a leer poesía de Miguel Hernández, de Pablo Neruda, nos las leían nuestros padres. Éramos súper izquierdistas: esa cuestión de que el comunismo iba a llegar y que por un deber ser moral nuestro, teníamos que organizar algo.

         Durante toda una época fuimos jóvenes pululando de grupo en grupo, buscando algún tipo de identidad. Decíamos: «Yo soy de izquierda», «Sin partido no hay revolución», «Vamos a hacer la revolución,» y bueno, buscábamos el Partido, recorríamos los distintos grupos e íbamos a las charlas y no había nada, pero quedaba mal decir: «No, no hay ningún partido», teníamos que ser nosotros los que estábamos equivocados y no comprendíamos bien dónde estaba la línea justa de la revolución.

         En algunos de los grupos de izquierda nos preguntan: «¿Dónde están ustedes?». «En secundaria.» «Bueno, organicen unas células en la secundaria». Imagínense, lo que es para un joven de 13 años, que nunca jamás en su vida estuvo en un partido de izquierda, que le hablen de células.

         Entonces, nos vamos con otros amigos más a recorrer la casa de esta gente; nuestro objetivo era averiguar qué diablos era una célula. En uno de esos papeles encontramos principios de la reforma de Córdoba. Recuerdo haber visto un panfleto que decía: «autonomía del gremio estudiantil», «solidaridad estudiantil obrera y campesina», «educación científica». Este tercer principio era la enseñanza del marxismo, autonomía era formar su propio partido, y solidaridad obrero-campesina era considerar a la clase obrera y el campesinado como la vanguardia y al estudiante como alguien que le seguía para servir agua, coser banderas y dar panfletos para la marcha.

         Ahora, ¿qué hice yo que era el responsable de formar esas células? Hice una copia fiel y directa de un panfleto, y le dije a los compañeros: «Aquí están los principios de la organización». La noche de los lápices, la línea de principios, todo eso tenía que ver con una apropiación directa y mecánica de algo que políticamente, para la moral socialista, era correcto, porque venía de gente que se declaraba socialista. Y si se declaraban socialistas tenías que creerles.

         ¿Qué produjo eso? Que tuvimos una línea en principio desastrosa, porque era la reproducción directa de la frustración de una generación anterior que estaba experimentando con nosotros a ver si nosotros hacíamos, guiados por ellos, lo que ellos no pudieron hacer: la revolución. Y eso fracasó.

         Entonces, era una de dos: o todos en el resto del mundo eran debiluchos e inmorales y no tenían suficiente fortaleza revolucionaria para asumir los compromisos, o nosotros teníamos una línea totalmente equivocada.

 

         1. COMIENZAN A ANDAR SU PROPIO CAMINO

 

         Camilo Soares: Como no nos convenció ninguno de los grupos de izquierda, cortamos los vínculos con toda esa gente y comenzamos a andar nuestro propio camino. ¿Y con quién hablamos? ¿A quién pedimos referencia? A nadie. Era la autorreferencia absoluta, bebiendo de todo lo que veíamos sin hacer uso de inventario. Era el espontaneísmo más absoluto, el espontaneísmo a nosotros nos llevaba a algunas cuestiones. Éramos de izquierda pero ya renegábamos de todos los partidos de izquierda por los desastres que nos mandaban hacer.

 

         2. VINCULACIÓN CON OTROS SECTORES SOCIALES: JAMÁS DECIRLES QUÉ TIENEN QUE HACER

 

         Camilo Soares: Cuando nos vinculamos a los otros sectores que van más allá del movimiento estudiantil, allí nosotros empezamos a ver que nuestro contacto con el movimiento campesino era real y era efectivo, porque nosotros nos íbamos al movimiento campesino, a las marchas, a las movilizaciones y éramos como otros campesinos, estábamos allí. Como veníamos traumados porque la izquierda había pretendido decirnos lo que teníamos qué hacer, era algo para nosotros tajante y terminantemente prohibido decirle a un trabajador o un campesino, a quien sea, qué tenía que hacer. Eso nos caracterizó en ese momento y hasta ahora.

         Una de las enseñanzas que habíamos sacado era que nunca, jamás debíamos ir a una lucha social desde la posición de «hay que hacer esto», «hay que hacer lo otro», «ésta es la línea», «éste es el periódico», no. Porque lo primero, y así nos lo enseñó el movimiento estudiantil a favor del pelo largo, no era ganar un compañero, un camarada, lo primero era ganar un amigo. El amigo te permitiría crear las condiciones para ganar un compañero, y recién allí podíamos pensar en un camarada. A nosotros nos había creado mucho rechazo que nos buscaran como camaradas cuando ni siquiera éramos amigos todavía. Yo creo que ésas son unas de las grandes cosas que el movimiento estudiantil nos enseñó.

         Marta Harnecker: Me gustaría que nos dieran una panorámica sobre qué pasaba en ese momento en el país y si hubo alguna experiencia organizativa de América Latina que ustedes tomaron en cuenta.

 

         3. INFLUENCIA DE SAO PAULO Y EL PT

 

         Camilo Soares: Nosotros hablamos de la influencia del marxismo de Buenos Aires, pero otro lugar de donde se bebe el marxismo es Sao Paulo: allí van exiliados paraguayos que se vinculan al surgimiento y creación del PT brasilero hasta el punto de que se reproducen y se copian hasta los nombres. Pero como el marxismo argentino tiene una tradición más ortodoxa que el marxismo brasilero, se produce una mezcla, una síntesis. La historia del Paraguay es una historia pendular entre el Brasil y la Argentina. ¿Qué es un paraguayo?, una muy buena mezcla de brasilero con argentino, los defectos de ambos, y las virtudes, no sabemos de quién, de los guaraníes, tal vez.

 

         1) Contacto con el «Núcleo de Educación Popular 13 de Mayo»

 

         Camilo Soares: Nosotros hicimos un salto de calidad en nuestro proceso de desarrollo a partir del contacto que tuvimos con el «Núcleo de Educación Popular 13 de Mayo», donde trabaja Mauro Iasi, un sociólogo brasilero de Sao Paulo, originalmente militante del PT, que recientemente salió de ese partido.

         Él y otros compañeros tienen una escuela de formación con la que nosotros tuvimos contacto y eso constituyó para nosotros una revolución teórica. Hoy en día nuestra principal formación y sistema de lectura proviene de esa escuela. En el pasado pudieron haber sido otras las fuentes, todas las que mencionamos, pero hoy estamos nutridos de esa experiencia. Nosotros tenemos unos presupuestos teóricos de cómo organizarnos y de cómo hacer el trabajo de base que tiene que ver con algo que llamamos el proceso de conciencia, porque la lectura que hacemos es que no todas las personas están en un mismo momento en el proceso de desarrollo de su conciencia y tampoco hay un desarrollo que sea lineal, hay retrocesos, hay avances, hay saltos. Tenemos una lectura en ese sentido, de cómo entrar a proceder, de cómo hacer el trabajo con las personas que encontramos en nuestro camino como organización.

         Ignacio González: A partir de ese contacto con este compañero de Brasil, se pudo desarrollar una verdadera reflexión sobre lo que veníamos haciendo, lo que servía y lo que no servía. Si ustedes se fijan, ha habido como 3 momentos en este movimiento: un primer momento, el de tratar de generar una identidad donde se venía con esquemas preestablecidos, tratando de imponer ese esquema a la realidad y eso no funcionó, no motivaba a los jóvenes. Fue a partir de ensayos y errores como se logró llegar a una problemática que identificaba a los compañeros del movimiento estudiantil con los otros compañeros. Parece tan irrisorio lo del pelo largo, pero fue una problemática directa con la cual el joven se enfrentaba con una cierta estructura. Se partía primero de una problemática que era inmediata y era sentida por esa gente, eso generaba una identidad y a partir de esa identidad colectiva se podía generar otro tipo de identidad con otra gente, un tipo de identidad mayor. A partir de que los jóvenes nos identificábamos con ciertas luchas, como parte de la sociedad, también nos podíamos identificar con los trabajadores, con los campesinos que tenían problemáticas comunes. Estábamos trabajando con una cadena dé identidades de lo más particular a lo más general y, a partir de eso, se fue desarrollando más por reflexión todo un mecanismo de trabajo.

 

         4. PRIMEROS CONTACTOS CON LA IZQUIERDA

 

         Ignacio González: En todo ese proceso de gestación de ese movimiento secundario y también de desarrollo de otras experiencias juveniles, de las cuales también provienen otros compañeros del P-MAS, el contacto con la izquierda fue muy reducido. La poca izquierda que hacía trabajo en los lugares donde nosotros trabajábamos tenía una actitud muy sectaria o una lectura muy mecánica de la realidad, lo que generaba rechazo. Hubo sí algunos compañeros, principalmente del sector estudiantil, que fueron desarrollando algún tipo de contacto con fracciones de lo que fue el Movimiento Democrático Popular.

         Una de esas fracciones, una de esas corrientes internas, se denominaba Corriente Patria Libre y tenía una línea más cercana a la que conocemos como liberación nacional, levantando las banderas de la lucha en Centroamérica. Esta corriente también viene de esa lectura que va a privilegiar un trabajo en el campo, si bien a final de los 80 y comienzos de los 90 tenía un trabajo estudiantil interesante y trabajaba en las barriadas populares de Asunción con el tema del problema de la vivienda.

 

         5. INDEPENDENCIA DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

 

         Ignacio González: En un primer momento el movimiento secundario tenía contacto con estos grupos, inclusive algunos compañeros que hoy están en el P-MAS, como Camilo, tenían alguna relación con la Corriente Patria Libre y otras personas que salían del movimiento secundario, se vinculaban a grupos trotskistas o a grupos más de centroizquierda. A medida que el movimiento estudiantil se va consolidando, va haciéndose más radical la independencia del movimiento, conjugándose ésta también con el repliegue de la izquierda en las ciudades. Así se genera una desvinculación más en los hechos que en términos políticos de grandes lecturas, porque no se daba en ese momento una gran discusión de líneas y demás, por lo menos en el sector juvenil.

 

         6. CRECE LA NUEVA DERECHA

 

         Camilo Soares: Cuando la izquierda vira al campo, deja un vacío en la ciudad. En los 90, aparece el movimiento de Asunción para Todos, aparece Carlos Filizzola. Y cuando Asunción para Todos luego de haber ganado la Municipalidad, colapsa, deja un vacío.

         Camilo Soares: Si en Paraguay existe un espacio, un vacío, para que la izquierda pueda desarrollarse, no es en el discurso del programa del partido, de confrontación de clases, no es ni siquiera en la confrontación antiimperialista, en términos discursivos, sino es en el espacio de la crítica a la partidocracia. Es cierto que el Partido Colorado tiene hegemonía y el Partido Liberal también tiene su parte de hegemonía, pero no es absoluta. O sea, si nosotros viéramos una cuestión solamente de carácter electoral, más de la mitad de los que están inscritos para votar no le votan ni al Partido Colorado ni al Partido Liberal, se abstienen o votan a otras propuestas.

         ¿Quién ocupa el espacio que la izquierda podría haber ocupado en Paraguay? Esa crítica no viene de la mano de la izquierda, viene de la mano de la derecha. ¿Quiénes son los que critican la partidocracia? Fujimori9, Collor de Mello10, propuestas que vienen por fuera de los partidos, con un discurso y una imagen totalmente renovada, una nueva estética, pero vía una derecha empresarial, que critica a los partidos.

¿Cómo evoluciona eso? Toda la década del 90 fue hegemonizada por propuestas de la derecha: la crítica a la partidocracia. Estos sectores que vinieron a ocupar el vacío de la izquierda paraguaya tienen invariablemente desde el 93, año de las primeras elecciones presidenciales un poquitito limpias, hasta hoy día, un porcentaje nunca inferior al 20%  o 25%, y con un discurso que perfectamente bien la izquierda podía levantar: la crítica a los partidos tradicionales, la crítica a la corrupción, la crítica al clientelismo, la crítica a la pérdida de soberanía. Esas son las banderas que usa esta derecha empresarial, la izquierda renunció a eso.

 

         7. NUEVO RUMBO: TRABAJAR PARA LOS JÓVENES CON LOS JÓVENES

 

         Camilo Soares: Entonces, se da esa cuestión en la década de los 90: la izquierda en el campo; la derecha ocupando el espacio político que quedaba vacío; nosotros vinculados a la Corriente Patria Libre, aunque teníamos una vinculación un poco traumática, por eso nunca formamos otro partido durante todo ese período, porque teníamos una relación de estar y no estar vinculados a Patria Libre.

         Cuando terminamos la secundaria, dejamos de ser parte de ese movimiento y nos aglutinamos en torno a un espacio denominado Casa de la Juventud. Siempre nos relacionamos con el tema juventud, pero muchas veces nuestro trabajo era muy poco potente, porque nosotros hacíamos nuestro trabajo de juventud de acuerdo a la línea del partido, y la línea era que los jóvenes somos todos pequeños burgueses y, para salvarnos de la pequeña burguesía, teníamos que ir al campo a solidarizarnos con los campesinos. Ése no era el trabajo propiamente de jóvenes, para los jóvenes, con los jóvenes. Eso no nos permitía expandirnos, de eso nos dimos cuenta después, hicimos una ruptura y dijimos: «Vamos a trabajar con jóvenes, para jóvenes a ver qué pasa». Y allí empezamos a crecer mucho. Este proceso pasó a finales de la década de los 90.

         Marta Harnecker: ¿Quién funda la Casa de la Juventud?

         Rocío Casco: La Casa de la juventud, que principalmente funcionaba como un espacio sociocultural, fue fundada por los dirigentes del Frente Estudiantil Secundario.

Nosotros terminamos el colegio, estábamos por ingresar a la facultad; otros, por sus condiciones económicas no podían continuar una carrera universitaria, entonces empezaban a engrosar la lista de los jóvenes desempleados, sin trabajo, sin estudio.

         Ignacio González: La Casa de la Juventud se concretiza como un espacio físico, comienza a aglutinar un montón de jóvenes que no tenía un planteamiento político socialista, gente que se vinculaba por problemáticas muy puntuales como tener el pelo largo, por querer juntarse acá o allá. Pudimos desarrollar cierto tipo de discusión en ese espacio, algunos que nos reconocíamos de izquierda y queríamos hacer algo, otros no. Otros querían tener una radio comunitaria, otros querían hacer formación para los chicos, actividades barriales. Había como un gran colectivo que empezaba a generar cierta identidad como colectivo pero también con identidades específicas, eso lo identifico yo como el tercer período.

 

         1) El Núcleo Revolucionario Socialista

 

         Ignacio González: Desde más o menos finales del 99 hasta el 2003, aquellos que empezábamos a plantear una visión algo más política, queríamos participar en instancias políticas revolucionarias. Esto se da conjuntamente con las primeras experiencias de formación, especialmente con este compañero brasilero Mauro Iasi, que nos llevan a impulsar un espacio más restringido, porque aglutinaba a aquellos jóvenes que nos juntamos en la Casa de la juventud, pero que queríamos desarrollar una militancia más política y comenzamos a tener una vinculación más seria con la teoría marxista. Ahora, en ese momento todavía nos identificamos como un grupo de apoyo, es decir, no éramos protagonistas del proceso.

         Así es que dejamos el espacio de la Casa de la Juventud y fundamos el Núcleo Revolucionario Socialista, que todavía se considera un grupo de apoyo que surge con el objetivo de integrar un espacio de izquierda más amplio, de impulsar de alguna manera, la formación de un frente amplio, donde estuviese Patria Libre pero también otros grupos con los cuales teníamos un relacionamiento político.

 

         8. ELECCIONES NACIONALES DE 2003: PROCESO DE UNIDAD DE LA IZQUIERDA

 

         1) El secuestro de 2001

 

         Camilo Soares: Teníamos una cierta identidad con Patria Libre, no podíamos emanciparnos mentalmente, continuábamos ese vínculo, hasta que sucedió un episodio que fue traumático y que dijimos «hasta aquí llegamos, señores y señoras».

         Marta Harnecker. ¿Qué episodio?

         Camilo Soares: A finales del 2001 se produce un secuestro muy famoso, a un miembro de una de las familias más ricas y potentadas del Paraguay. Se secuestra a la esposa del hijo del que fue el diseñador de Itaipú del lado paraguayo en la época de la dictadura. Itaipú tenía un cerebro, Enzo Debernardi, y éste tenía un hijo que era el que le administraba los bienes. La mujer es liberada, se cobra un rescate que podría haber rondado entre 2 y 3 millones de dólares, nunca quedó muy claro. Cuando es liberada, el gobierno desata una persecución violentísima. En primera plana dice que Patria Libre es responsable de los secuestros. Nosotros ese fin de semana estábamos en San Pedro, a 330 kilómetros de la capital haciendo un curso de formación con campesinos. No había teléfono, la noticia nos llega con 24 horas de atraso. Desaparecieron 3 dirigentes de Patria Libre, el primer secretario general y otros dos. El gobierno decía que ellos se fugaron con la plata y que los familiares estaban en una cárcel clandestina.

         Después de casi 20 días se descubre que efectivamente estaban secuestrados por policías, parapolicías y paramilitares, en unas cárceles en la periferia de Asunción, con rastros de tortura y entonces se produce una de las mayores crisis de gobierno desde la caída de Stroessner hasta hoy. Caen ministros, se abre un juicio político al presidente, y se desata toda una historia muy confusa. Había responsabilidad de ambas partes, había gente de todos lados metidos en esa historia.

 

         2) Se propone hacer una campaña unitaria con el nombre Patria Libre

 

         Camilo Soares: Cuando nosotros nos sentamos a hablar con la gente de Patria Libre, nosotros, en ese momento, teníamos un colectivo político, llamado Núcleo Revolucionario Socialista. Era paralelo a Patria Libre; existía una relación de amor y odio como esas parejas que terminan pero no terminan. Éramos un núcleo autónomo, pero teníamos esa relación, estás y no estás. Entonces, nosotros le decimos: «Miren, Patria Libre se hizo muy famoso como nombre, llegan las elecciones, vamos a aprovechar eso», porque tenían la imagen de perseguidos políticos, no de que habían hecho el secuestro, nadie le creía el cuento al gobierno porque se les descubrió los tipos que estaban presos y torturados. Tenían algo así como un halo místico de luchadores sociales. Y dijimos, vamos a impulsar con el nombre Patria Libre su participación en las elecciones.

 

         3) El contexto latinoamericano va cambiando

 

         Camilo Soares: Por otra parte, a principio del siglo XXI internacionalmente había todo un proceso interesante, empezaba una recuperación de la izquierda en Latinoamérica, había una especie de euforia en Latinoamérica y Paraguay. Chávez gana en el 98, en ese contexto llegan las elecciones del 2003.

         Hicimos una campaña de afiliaciones, para legalizar el partido se requerían 8 mil 500 afiliaciones.

         Nos sentamos y les dijimos: «Miren compañeros, una cosa solamente queremos saber, ¿ustedes estuvieron metidos en eso?». Y nos juraron que no. Y les dijimos: «Porque nos parece que no hay que hacer ese tipo de cosas que son aventurerismo y con eso la izquierda únicamente le da justificativo a la derecha para que se la persiga. Una cosa es el método de lucha en una dictadura militar, otra cosa es en democracia, por muy restringida que sea la democracia. Si vas a participar electoralmente no podés recurrir a otros métodos de lucha». Nos juraron que no.

         Cuando nosotros nos vamos metiendo en la campaña electoral -era la primera experiencia electoral que teníamos- ellos nos decían que la fuerza electoral que tenía Patria Libre y la izquierda paraguaya estaba en el campo, que ellos harían ese trabajo y que los núcleos urbanos, Asunción y varias ciudades del país, nos tocaban a nosotros: pegando afiches, visitando casa por casa, cosa que ellos no hacían. Nosotros decíamos, si los colorados visitan casa por casa, lo mínimo que podíamos hacer nosotros era visitar casa por casa. Escogíamos una zona, sin discriminación alguna, tocábamos la puerta: «Buenas tardes señores, nosotros somos un grupo de jóvenes que estamos participando en política», y le metíamos cháchara e íbamos anotando quién caía con nuestro discurso, y le caíamos una y otra vez, hacíamos una especie de ficha de cuáles eran los problemas de esa persona, para insistirle sobre los problemas que tenía y tratar de ganar simpatía de esas personas. Hicimos eso sin ningún tipo de experiencia ni reflexión.

         ¿Qué resultado dio eso? Logramos las firmas, se consiguió legalizar el partido. El acuerdo era que el Movimiento Patria Libre, con el Núcleo Revolucionario Socialista, formaban una estructura electoral llamada Partido Patria Libre y que, al finalizar las elecciones, haríamos un congreso, para ver cómo organizar el partido, inclusive cambiarle el nombre y abrirlo a otros sectores de izquierda que participan en alianza, bajo el rubro de Izquierda Unida.

         En la historia de la República paraguaya, un representante de izquierda o un partido de izquierda nunca tuvieron algún tipo de representación legislativa.

         La única vez que la izquierda paraguaya llegó a tener una representación legislativa fue con el Partido Socialista Paraguayo, que fue en la década del 20 con Rufino Recaldi Milesi, un trabajador sindical, pero el gobierno paraguayo nunca lo dejó asumir y tuvo que irse a morir como una rata pobre en Buenos Aires.

         El año pasado, cuando nosotros conseguimos sacarle el 5% al electorado con una propuesta socialista y conseguimos elegir un concejal municipal en la capital del país, era la primera vez que se daba algo así.

         Por lo tanto, nunca hubo eso. Y desde el 89 hasta ahora siempre fue el desafío, ¿cómo hacer para romper ese cerco de la marginalidad de la izquierda en Paraguay? Una marginalidad impuesta doblemente: por la forma de organización del régimen paraguayo; pero otro, por la incapacidad de la izquierda para poder dar ese salto.

         En él 2003 existía esa posibilidad de que la izquierda pudiese romper el cerco e ingresar al Parlamento. No se ingresó. Cuando nosotros hacemos la evaluación de por qué no pasó y les hacemos los reclamos, a los compañeros de Patria Libre, ellos nos dicen: «Ocurre que ésta es una cuestión muy electoralista». Les decimos: «Sí, pero es una campaña electoral y en una campaña electoral hay que buscar votos». «No, porque eso desvía la atención realmente revolucionaria, porque el trabajo revolucionario no se puede entender solamente en las elecciones». «Está bien, pero si armas un partido y te candidatas en las elecciones, tenés que buscar votos, y no podés convencerle a los electores del marxismo leninismo en una campaña electoral. No se puede hacer una campaña electoral diciendo: “Señor, señora nosotros venimos a ofrecerles que nos voten porque nosotros somos los auténticos marxistas”. La señora te va a mirar y te va a decir: “Gracias ya compré eso la otra vez”, porque no te va a entender. Tenés que irte con otras cosas diferentes». Ellos decían: «No, porque eso es rebajar el discurso y eso es no defender de manera coherente la línea revolucionaria». Entonces, era una cuestión de universos diferentes.

         Ignacio González: Creo que logramos la síntesis en el 2003, porque con Izquierda Unida hicimos campaña con muchos grupos. Se habla mucho de Patria Libre, porque esa fue la experiencia más traumática, pero fueron muchos grupos.

 

         4) Autocrítica luego de la campaña

 

         Camilo Soares: Y nosotros de la experiencia del 2003 dijimos, acá nosotros tenemos que hacernos una profunda autocrítica. Decíamos: «Éste es el punto de inflexión», porque terminaron las elecciones del 2003, la izquierda no consiguió ningún tipo de resultado palpable, aunque a pesar de eso tuvo la más alta votación de todas las elecciones nacionales, tuvo el 1,1% con 16.000 votos. Nos dijimos, nuestro Núcleo Revolucionario Socialista tiene que hacerse una autocrítica profunda.

 

         a) El trabajo de acumulación en el campo era una farsa: hay que volver a las ciudades

         Camilo Soares: Hicimos una evaluación y descubrimos dos cosas: una, que el famoso trabajo de acumulación en el campo era una farsa y que ésa no era vía de acumulación. Sí, hay que hacer ese trabajo, de hecho muchos de nosotros hacemos trabajo en el campo, pero no apostamos ahí nuestra principal fuerza. Eso es una de las cosas que descubrimos. Entonces, hicimos toda una ruptura con esa tradición que durante toda la década de los 90 abandonó la ciudad y se refugió en el campo, y dijimos, hay que hacer una gran marcha a las ciudades, hay que entrar a las universidades nuevamente, hay que entrar a los colegios nuevamente, hay que disputarse la prensa, hay que hacer trabajo de masas en todos estos barrios suburbanos que están creciendo.

        

         b) Ser joven no es un problema, es nuestra gran ventaja

 

         Camilo Soares: Y descubrimos otra cosa, que ser jóvenes no solamente no era un problema sino, por lo contrario, era nuestra gran ventaja; que ser jóvenes y hacer trabajo de masas era atractivo para una parte importante de la población que estaba esperando ese tercer espacio, esa crítica a la partidocracia. Además descubrimos con eso que nuestros compañeros jóvenes se sentían muy realizados, daba gusto hacer el trabajo de masas con gente común y corriente; daba gusto no tener que hablarle a un vecino de barrio de Marx, Engels, Lenin, el Che, ni Fidel, sino hablarle a la señora del problema de su agua, su luz, su vereda, o que el gobierno alza los impuestos, hablarles de eso daba gusto y hacía sentir realizados a nuestros compañeros, les hacía ganar confianza en sí mismos.

 

         c) Ganando confianza al hablar de las problemas de la gente y no de consignas

 

         Camilo Soares: ¿Qué pasaba con nosotros? Teníamos un complejo de inferioridad muy grande. Cuando nuestros compañeros jóvenes tenían que hablar de política, tenían que hacerlo con un lenguaje estructurado y con categorías analíticas que no podían entender, entonces se intimidaban. Nunca se hacía trabajo público porque tenían miedo a errar, porque no sabían si la etapa de la revolución era democrática burguesa o era proletaria socialista.

         Cuando descubrimos que, sin hablar de todo eso, hablando de cualquier cosa, uno consigue que un joven gane confianza en sí mismo, decimos, vos ganas un militante y ganas una persona dispuesta a estudiar, porque recién allí empiezan a entender por qué es importante apropiarse de la teoría y no antes. Y allí nosotros dijimos, en realidad nuestra izquierda siempre partió de la premisa filosófica errada de los idealistas, «Pienso, luego existo» como Descartes, y nos dimos cuenta que en realidad para nosotros la premisa tenía que ser: «Existo, y luego, después, mucho tiempo después, pienso. Pero, primero existo».

 

         5) Se rompe con Patria Libre

 

         Camilo Soares: Entonces, rompemos con Patria Libre y allí quedamos como Núcleo solo y nos preguntamos, ¿y ahora qué hacer? Al final del año 2003 y 2004, fue un período para nosotros durísimo, porque Patria Libre se desbanda, se desarticula, el gobierno arremete, mete presos a sus dirigentes, se descubren cosas, de delincuencia común pero que justificaban como actos revolucionarios. A nosotros, que somos los únicos que quedamos en las ciudades, la prensa, el gobierno vía la fiscalía y vía la policía, se nos viene encima con todo. Hay una estigmatización feroz en contra de nosotros. Y tenemos que hacer un repliegue, refugiarnos, encerrarnos en nosotros y reflexionar qué hacer. Esa gran derrota nos permitió reflexionar ese año 2004 y dar el siguiente paso.

 

         9. EL NRS EVOLUCIONA EN PARTIDO

 

         Ignacio González: A partir del 2003, y haciendo una evaluación de todo este proceso, nosotros como colectivo del Núcleo Revolucionario Socialista y otros grupos vinculados vamos desarrollando un proceso duro, una suerte de crítica y de reflexión sobre nuestro escenario.

         Logramos ver que no éramos solamente un grupo de apoyo sino que nos empezamos a ver como protagonistas, es decir a asumirnos como parte de esa construcción. No una construcción hegemónica nuestra, pero sí como parte de esa construcción.

         Estamos hablando como el grupo que tiene esa historia, que tiene reivindicaciones, que tiene ese planteamiento, que tiene esa referencia.

         Rocío Casco: No es que el NRS surge a partir de ese quiebre del 2003 o de la separación de Patria Libre; viene de nuestro proceso desde el 89, 90, 91. Vamos pasando por diferentes experiencias organizativas: surge como una necesidad, producto de una crisis en la que entramos los viejos dirigentes, que teníamos en ese momento 25 años.

 

         1) Crisis de crecimiento cualitativo

 

         Rocío Casco: ¿Cuál es la crisis en la que nosotros entramos? Una crisis de crecimiento cualitativo. Nosotros tenemos experiencia cultural de teatro callejero, de radios comunitarias, de las reuniones en los barrios, los grupos juveniles, los compañeros que vienen de la experiencia de la pastoral social. Era una mezcla de jóvenes disconformes con todo lo que estaba alrededor nuestro y pasando por todo este proceso que ya se ha explicado.

         Entonces la creación del NRS surge porque la Casa de la juventud, como su nombre dice, era una casa de los jóvenes. Por allí pasaban como esos trenes rápidos y se estrellaban en las paredes del patio, experiencias de todo tipo, ahí van los jóvenes artistas a exponer sus obras, sus esculturas, sus pinturas, era un espacio sociocultural, que nos permitió en principio seguir estando juntos, porque no teníamos partido, no teníamos una cosa que nos permitiera seguir la continuidad y nosotros teníamos la necesidad de seguir nuestro trabajo.

         Nosotros también trabajamos fuertemente el tema del Movimiento de Objeción de Conciencia, no solamente el servicio militar obligatorio, sino que hacíamos una objeción de conciencia a todo el sistema, que nos posibilitaba aglutinarnos, pero había una insatisfacción en nosotros.

 

         2) La necesidad de una herramienta más política

 

         Rocío Casco: Había dirigentes que sentían la necesidad de encontrar herramientas más políticas. Continuamos nuestro proceso desarrollando diferentes campañas, participamos en acciones de masas, en las crisis que se dieron como en la de abril del 96, con una intentona de golpe de Estado, en marzo del 99, el «Marzo Paraguayo» con el magnicidio del vicepresidente Argaña. Nuestra consigna era «Nuestros pechos serán las murallas», el nivel de movilización fue muy alto, la represión fue muy alta, murieron jóvenes en la plaza, y así fuimos participando, creciendo en diferentes expresiones y creciendo también con una insatisfacción y con una necesidad que después cuando maduró, se convirtió en una crisis.

 

         3) De colectivo político a núcleo

 

         Rocío Casco: Nosotros vamos haciendo ese proceso de crítica, tenemos esa insatisfacción, nace una necesidad de tener una identidad colectiva en algunos compañeros, no en todos, entonces, primero se llamó colectivo político porque no teníamos la más mínima idea de cómo lo íbamos a llamar. Ese colectivo era un espacio de análisis, de reflexión y de crítica a todo ese proceso.

         Y en ese proceso de reflexión y de crítica a todo nuestro camino, desde el 89 al 2001, nace lo que nosotros un año después llamamos el Núcleo Revolucionario Socialista, renunciando a la herencia de cierta izquierda que se pone un nombre rimbombante y, al mismo tiempo, se aleja del trabajo con la gente que está en la fábrica, que está en el barrio.

 

         4) Se trazan tres líneas de trabajo del núcleo

 

         Rocío Casco: A partir de esa crítica, trazamos 3 líneas de trabajo que nos posibilitó ir creciendo.

         a) Trabajo en el sector estudiantil

         Rocío Casco: La primera fue; volver con fuerza a los colegios, volver con fuerza a las universidades, volver a armar el movimiento estudiantil del cual nosotros éramos herederos y que fue el que nos marcó muchísimo a todos.

         b) Trabajo en los sindicatos

         Rocío Casco: La otra era que teníamos compañeros que no éramos tan jóvenes, algunos que eran padres de familia y eran padres trabajadores; teníamos que trabajar con los trabajadores, con los sindicatos, con las centrales.

         c) Trabajo comunitario

         Rocío Casco: Y en el sector territorial, que tenía que ver con el tema de la comunicación alternativa; hacíamos de todo, desde pintar a mano, ahora ya mejoramos la técnica de esténcil, hasta organizarse porque no llegaba agua al barrio, porque las cloacas hacían invivible el lugar, insalubre, con mal olor, y había que protestar contra eso.

        

         5) El Núcleo: una síntesis de procesos diferentes

 

         Rocío Casco: El Núcleo es una síntesis de todos esos procesos de diferentes experiencias juveniles donde los miembros del NRS participábamos. No es que nosotros éramos todos de un mismo grupo. No, éramos compañeros que militábamos en diferentes grupos y que formamos parte del NRS.

         En el análisis que nosotros hicimos, decíamos: «Nosotros tenemos dos opciones, o la camisa de fuerza termina reventándonos hacia adentro o va a ser posible crear nuestra propia herramienta». Y eso hicimos. Formamos nuestro núcleo para darnos identidad, para reflexionar y trabajar en diferentes lugares, y para contribuir a la unidad de la gente.

 

         6) Trabajar por la unidad de la izquierda

 

         Rocío Casco: Entonces, una de nuestras premisas fundamentales y principales era la unidad de toda la izquierda, porque no podía ser que siguiéramos en esa situación tan atomizante, haciendo esas discusiones tan absurdas, sobre quién tiene la razón o quién es más verdaderamente revolucionario. El Núcleo surge por esas dos necesidades: primero, la de tener una herramienta política única como sector de izquierda socialista que nos permitiera ir calando más hondo en los diferentes sectores del trabajo. Y segundo, porque la coyuntura también daba la oportunidad de que la unidad se diera por una acción práctica que era participar en la campaña electoral. Después de todo ese proceso, volvimos otra vez a nuestro núcleo a hacer nuestra reflexión.

 

         7) Grupo de muchos grupos

 

         Rocío Casco: Para nosotros el NRS es la primera síntesis de todo nuestro proceso y es la matriz que va a dar nacimiento al Partido del Movimiento al Socialismo, por eso el P-MAS es un grupo de muchos grupos, porque es la síntesis de toda nuestra historia. Cada uno tenía que seguir desarrollándose y en perspectiva.

         Camilo Soares: El Núcleo era una organización de carácter cerrado. Quiero que se entienda esa cuestión para entender por qué tomamos esa decisión. Era de carácter cerrado para entrar y para salir. ¿En qué sentido? Sin que nosotros tomemos una definición de cuadro, tenía esa característica, en el sentido que dijimos: «Lo que tenemos que hacer nosotros es juntar un grupo de personas que queremos definir una identidad y tomarnos un tiempo, sin ningún tipo de presión de crecimiento, para hacerlo».

         Nosotros no salíamos a hacer proselitismo para que la gente entrara al Núcleo, y tampoco nadie entraba de manera directa al Núcleo. Sólo lo hacían algunas personas que estaban en algún trabajo de militancia con nosotros desde hacía bastante tiempo, y que pasaban por un proceso de formación. Recién entonces se les planteaba que se incorporaran al Núcleo.

         ¿Qué era el Núcleo? Era como una especie de grupo grande, una asamblea sin secretario general ni nada por el estilo, y llegó a tener casi 50 personas y gente que venía de diferentes partes del país. Casi de inspiración anarquista, porque era completamente horizontal. El que llevaba las actas era visto como un burócrata que iba a desviar el origen de la organización. Si todos no habían llegado, no empezaba la asamblea; o si alguien se retiraba, se suspendía la asamblea.

         Organizar alimentos para todos estaba mal visto entre nosotros, porque vos no te vas a la reunión, joven desempleado esperando que se te pague comida o el pasaje para ir a la reunión. Como mínimo era visto eso como un contrarrevolucionario, y después venía una andanada psicoanalítica de indagar a ese compañero o esa compañera porque tenía esa actitud. Entonces, el Núcleo era una experiencia vivencial muy fuerte, porque interpelaba toda la conducta de la persona, su subjetividad, su estética, ¡todo!, de arriba abajo.

         ¿Por qué era tan cerrado? Porque nosotros no podíamos permitir que se perdiera el hilo de la discusión. Si una persona entraba y salía, eso iba a ocurrir.

         ¿Cuánto tiempo duraban esas asambleas? Generalmente empezaba los viernes a las 8 o 9 de la mañana y terminaban el domingo a las 7 u 8 de la noche. Todo el día viernes, todo el día sábado, todo el día domingo encerrados. No es que me voy un rato y después vuelvo, no. Se paraba la asamblea y se discutía por qué alguien tenía que salir si alguien iba a salir. Alguno, por ejemplo, tenía hoy un casamiento o algo en la universidad, ése era juzgado, eso era un pecado porque era «salir a la sociedad burguesa». No estoy diciendo una cosa de 20 años atrás, eso fue ahora, hace poquito. Eso a nosotros nos sirvió para poder llevar al límite todo y poder configurar nuestra propia historia, saber quiénes somos.

         El Núcleo, ¿qué hacía? Discutía, analizaba la situación política, social y discutía líneas de intervención en esa realidad. Esas discusiones nos permitieron salir de la situación de ensimismamiento de la izquierda.

 

         8) De núcleo a movimiento y de movimiento a partido

 

         Camilo Soares: Una primera fase era, pasar del nivel de núcleo al de un movimiento y el movimiento crearía las condiciones más adelante para constituir un partido.

         Cuando nosotros tenemos una asamblea grande del Núcleo, a finales del 2003, después de haber cerrado todo contacto con Patria Libre, tomamos la decisión de que teníamos que desvincularnos por completo de la Casa de la Juventud. Salimos de la Casa de la juventud por dos motivos: uno, por una cuestión de edad, ya no éramos tan jóvenes, 5 años atrás, teníamos 25, 26, 27 años; pero por otro, la Casa de la Juventud, que fue en un primer momento el espacio que nos cobijó y que nos permitió hacer esa reflexión, crear el Núcleo, ser la incubadora para nosotros, ya era un problema para nosotros en ese momento. La Casa de la Juventud trabajaba con un montón de jóvenes y con un montón de sectores que ya no eran compatibles políticamente con lo que nosotros estábamos queriendo hacer.

         Entonces dijimos: «Vamos a dejar la Casa de la Juventud aparte, que siga funcionando como Casa de la Juventud, y que haga trabajo con jóvenes comunes y corrientes», porque nosotros también ya empezábamos a asustar a muchos jóvenes. Decían, «Bueno, Camilo y Rocío de la Casa de la juventud, ¿pero ellos no son políticos también?». Había como una especie de rechazo de los jóvenes que sentían resistencia a acercarse a la Casa de la Juventud porque ahí estaban los políticos.

         Desde entonces la Casa de la juventud se transforma a sí misma y continúa un proceso de desarrollo autónomo; ya no somos nosotros los que les decimos qué tienen que hacer.

         Fue muy difícil dejar que los colectivos actuasen por su propia cuenta, y que muchas veces actuasen no como a vos te gusta, aunque en términos generales vamos para donde vamos en conjunto.

         Habíamos sido fundadores de proyectos, de acciones, y ahora ya no podíamos decir: «Esto no me gusta» o «esto sí me gusta». Rocío, por ejemplo, fue directora de la radio comunitaria y ahora no puede decir qué va a hacer la radio, porque se le dio poder a los jóvenes para que la conduzcan. Entonces, de una u otra manera, eso fue generando grupos y generó una unidad que es práctica.

 

 

9Alberto Fujimori: Electo presidente en 1990, ha sido fuertemente criticado por actos de corrupción, violaciones de derechos humanos y lesa humanidad. Durante sus diez años en poder implementó una política neoliberal.

10Fernando Collor de Mello: Electo en las elecciones presidenciales de 1990 por el partido pequeño y derechista PRN (Partido da Reconstrução Nacional) en segunda vuelta contra el candidato Luiz Inácio Lula da Silva. Durante sus dos años como Presidente su gobierno se caracterizó por el uso de políticas neoliberales, dando inicio a ama política de privatizaciones que continuaría con sus sucesores.

 

 

 

CAPITULO VI


CARACTERISTICAS DEL P-MAS

 

         1. POR QUÉ EL NOMBRE P-MAS

 

         Marta Harnecker: Yo quería preguntarles. ¿De dónde vienen las siglas? Que yo sepa fue el MAS de Venezuela, el primero que usó el nombre Movimiento al Socialismo (MAS). Ellos desarrollaron reflexiones bien profundas sobre el socialismo real y su crítica, por lo tanto, ellos ya surgen con un concepto teórico bastante desarrollado de lo que no debe ser el socialismo. Yo quisiera que ustedes se refirieran a la historia de la sigla que ustedes usan.

 

         1) INFLUENCIA DEL MAS BOLIVIANO

 

         Rocío Casco: Nosotros estábamos en esa discusión de volver a rescatar el concepto del partido, el partido como una parte de la sociedad que toma posición de una de las clases sociales, y que se produce en el movimiento; producto del movimiento, en movimiento, si está fuera de ese movimiento, no es partido para nosotros. Y hablamos de movimiento al socialismo porque estábamos observando el proceso que principalmente se desarrollaba en Bolivia. Allí los compañeros aportan una palabra a eso que nosotros estábamos discutiendo: hablan del instrumento político.

         El debate que estaban desarrollando en Bolivia era una necesidad absolutamente sentida por todos nosotros, ya que entre nosotros hay algunos compañeros y compañeras que todavía se declaran anarquistas, algunos de ellos participan activamente, otros están alejados. Entonces, el tema de un partido generó mucho debate interno.

 

         2) EL PARTIDO COMO INSTRUMENTO POLÍTICO

 

         Rocío Casco: Este proceso del instrumento político en Bolivia tiene una fortísima influencia en nosotros, tanto es así que se llama PMAS, Partido del Movimiento al Socialismo, no como una sigla o una cuestión de que esto es lo que nos gusta más, sino por lo que estaba significando ese proceso de discusión y ese concepto que los compañeros estaban poniendo en el debate.

         Hay algunos partidos que muy fácilmente son pretenciosos, que se declaran partido socialista, pero una de las cosas que nosotros aprendemos en el curso de nuestra formación es que las palabras no son simples palabras sino que vienen cargadas de su propia historia y que si uno no conoce el proceso de construcción de esa palabra, entonces ella puede ser utilizada de diferentes maneras.

         Es importante aclarar que esta discusión ocurrió sin tener contacto físico directo con el MAS de Bolivia. Todo esto era parte de ese proceso en el que nosotros estábamos: buscando un partido que se tensionase más hacia fuera y no tanto hacia adentro. Entonces, tomamos la decisión de tensionar desde el mismo nombre: partido del movimiento. ¿Hacia dónde? Al socialismo.

 

         3) UN PARTIDO DEL MOVIMIENTO

 

         Rocío Casco: Entonces, es un partido del movimiento, por eso nosotros no negamos ninguna identidad.

         Camilo Soares: Hay algunas cuestiones que tienen influencia en nosotros, no en términos teóricos, sino en términos de una especie de comprensión de la realidad, una de ellas es el concepto gramsciano de hegemonía. Ésta no se va a conseguir a través de un partido que gane espacios y tenga mayorías y haya minorías, tiene que ser algo de carácter cultural, pero no en el sentido artístico, sino en el sentido de una cultura civilizatoria diferente.

         ¿Y cómo se construyen, destruyen y reconstruyen culturas? Con los movimientos. ¿Qué es un movimiento rockero? Un movimiento musical que viene a transformar el movimiento hegemónico musical en ese momento. Y un movimiento temático X viene a instalar un tema y cambiar la comprensión de esa sociedad sobre ese tema, y cambiar la comprensión de esa sociedad tiene también que ver con cambiar las prácticas de relación de esos seres humanos con esa sociedad.

         Marta Harnecker: ¿Pero por qué partido: el MAS de Bolivia se niega a ponerle a su organización el nombre de partido? Ellos no hablan de partido sino de instrumento político.

         Camilo Soares: Hablamos de un Partido del Movimiento al Socialismo, pero el centro de todo está en el movimiento, el centro es el movimiento.

 

         4) NO UN MOVIMIENTO SOCIALISTA SINO UN MOVIMIENTO AL SOCIALISMO

 

         Camilo Soares: Es un movimiento al socialismo, no un movimiento socialista, porque el movimiento al socialismo permite llevar consigo el reconocimiento de las contradicciones. Somos seres humanos, hijos del sistema capitalista, con un montón de vicios, juicios y prejuicios, conductas heredadas del sistema capitalista, pero asumimos esas contradicciones y nos confrontamos con ellas. ¿Cómo confrontarte con vos mismo sin confrontarte con la sociedad que le da sentido a lo que vos has sido? O sea, ¿cómo confrontar tu propio consumismo sino es confrontando a la sociedad consumista? Entonces, el centro de todo es el movimiento, por eso le ponemos «partido del movimiento».

 

         5) EL P-MAS COMO FRENTE ELECTORAL

 

         Camilo Soares: Se necesita un partido para poder disputar al poder del estado, para presentarse a elecciones. Por eso, se incluye la palabra partido pero sin lugar a dudas, el centro de gravedad es el movimiento.

         En realidad para ser más claro, el P-MAS para nosotros es casi, casi un frente electoral, la institucionalidad jurídica del P-MAS es el brazo electoral.

         Ignacio González: A la hora de crear el P-MAS nosotros habíamos ya generado varias instancias diferentes y espacios de participación. Tratamos de involucrar a todas ellas en una discusión sobre la importancia o no de participar en las elecciones y de construir una instancia legal y organizativa electoral.

 

        5. FORMACIÓN POLÍTICA

 

         Ignacio González: El tema de la formación ha sido muy importante, porque muchos nos hicimos socialistas no por partidos, sino por algunas luchas, experiencias sociales y una vinculación directa con libros y teorías y espacios de formación. Ahora, no eran espacios de formación sistemática, en términos generales, sino eran muy informales.

 

         1) PRIMERAS EXPERIENCIAS DE FORMACIÓN

 

         Ignacio González: Yo me acuerdo que nosotros tratamos de hacer diferentes experiencias de formación. Grupos de lecturas, cartillas que venían de por aquí, de por allá y que tratábamos de reproducirlas entre nosotros mismos, pero eso nos permitía conocer una partecita de algo que como tal no entendíamos qué era. Es decir, era como que me muestres 10 minutos de una película, no sé cómo comenzó, cómo terminó, cuáles eran los personajes, sé que Juan era campesino, pero terminaba en la película en la ciudad de los explotados, incluso algunos de nosotros hacíamos grupos de lectura sobre Marx, pequeños talleres.

 

         2) LOS CURSOS DEL «NÚCLEO DE EDUCACIÓN POPULAR 13 DE MAYO»

 

         Ignacio González: Un cambio cualitativo se da en nuestro grupo cuando entramos en contacto con la experiencia del Núcleo de Educación Popular 13 de Mayo. Como ya explicaron los compañeros, ese grupo viene de Brasil, de una experiencia de trabajo de formación retomando muchos elementos de lo que fue la educación popular clásica, de lo que fueron las escuelas de cuadros de los partidos. Van haciendo toda una reflexión, y van desarrollando una metodología que te permitía ofrecer una visión general y una crítica de la sociedad capitalista. Pasar por un ciclo elemental de ese grupo te permite tener un panorama general. En términos de cursos masivos, estos compañeros ofrecieron un programa con una metodología fácil de reproducir, con un nivel de profundización muy interesante y con una didáctica que hace que estos cursos no sean aburridos y se pueda trabajar con diferentes públicos.

         Marta Harnecker: ¿Todos ustedes hicieron este curso en Brasil?

         Ignacio González: Todos participamos en diferentes momentos. Los primeros cursos, los cursos básicos en su mayoría son cursos que tratan de reproducir una vivencia. Por ejemplo, si tenemos que estudiar el capitalismo, parte del curso reproduce el quehacer de una fábrica, de esa manera se pueden llegar a comprender vivencialmente los conceptos. Se desarrolla una dinámica, como un psicodrama, donde cada uno juega un papel determinado. Ese papel determinado permite reproducir lo que sería una copia de esa vivencia y, a partir de ahí, se empiezan a vivenciar los conceptos. De tal forma que cuando llegás a un concepto eso ya es sólo ponerle nombre a una práctica que ya se desarrolló.

         Marta Harnecker: ¿Qué papel te tocó jugar a vos, por ejemplo?

         Ignacio González: Bueno, a mí me tocó ser uno de los obreros. Yo tenía que trabajar y como trabajador yo creía que era una persona que aportaba poco y ganaba mucho. Posteriormente, analizando el ciclo de la producción, empiezo a ver cómo era la división social del trabajo, cuál era mi papel dentro esa producción, cómo los trabajadores éramos los que más aportábamos. Entendíamos así cómo se conformaba esa relación capitalista entre los diferentes actores y demás cosas, entendíamos qué es la plusvalía, llegaba a ser una evidencia clara de, con esto te quedaste, con esto se quedó el otro, éste ganó tal cantidad, vos conseguiste esto y el otro consiguió lo otro.

 

         3) DANDO A LOS MILITANTES UNA VISIÓN CRÍTICA GENERAL DEL MUNDO

 

         Ignacio González: Lo más interesante era que el curso básico te permitía vincularte con una visión crítica general del mundo. Y los cursos de formación de formadores ofrecían, aparte de dinámicas de este tipo, todo un proceso de formación teórica que no solamente servía para reproducir los cursos, sino para ir fortaleciendo la formación de los militantes.

         Incluso, nosotros utilizamos los cursos de formación de formadores como cursos de formación de cuadros. Muchos de nuestros compañeros no son reproductores de cursos, pero gracias a esos cursos pudieron desarrollar muchas de las capacidades de un cuadro militante. En primer lugar, pudieron profundizar en todo eso, porque en los cursos de formación uno profundiza, va a los clásicos, va a los textos originales, a «El Capital», por ejemplo. Se estudian elementos de pedagogía, educación popular, Paulo Freire, Gramsci, que permiten desarrollar un contexto para desarrollar esta práctica. Incluso, se pueden dar técnicas de cómo trabajar en un espacio de educación popular que mucho se asemeja a lo que es trabajar con alguien del barrio, por ejemplo que en un proceso de formación vos no podés chocar con lo que el otro piensa; que vos no te situás como alguien que sabe y el otro que no sabe. Se van dando un montón de elementos que, en términos de militancia, son prácticos. Por lo menos nosotros los fuimos utilizando de esa manera.

 

         4) APRENDIENDO VÍA LA PRAXIS

 

         Camilo Soares: Nosotros lanzamos a todos estos compañeros y compañeras a hacer los cursos de formación, aunque no sean monitores nunca más, aunque sólo una vez en su vida pasen por cada uno de estos cursos. Por ejemplo, que Rocío haga una vez en su vida el curso 1 y 2, que ella sea la monitora para que todo aquello que aprendió se confronte con una realidad y al confrontarse con esa realidad, el compañero o la compañera tiene una práctica pedagógica que le ayuda de una manera enorme a poder entender cómo va a ser una práctica de trabajo barrial o estudiantil, porque tiene un montón de instrumentos teóricos que ya vivenció de manera práctica, de cómo aproximarse a las personas.

         Y con el tema del sentido común de Gramsci, las compañeras y compañeros entienden que lo primero que tenemos que hacer, cuando vamos a un frente de trabajo, a una comunidad, es mapear cuál es el sentido común de esa zona. O sea, hacer un inventario de qué es lo que esa persona está creyendo, cómo se explica el mundo; ése es nuestro punto de partida. No la teoría universal del marxismo. Por eso, es que sólo un tiempo después que estás militando y haciendo cosas, se te mete en los cursos básicos; a los otros cursos no llegan todos, va llegando un grupo pequeño.

 

         5) LA FORMACIÓN CAMBIA CUALITATIVAMENTE A NUESTRO GRUPO

 

         Ignacio González: Vincularnos con esta experiencia, a partir de finales de los 90, comienzos del 2000, cambia cualitativamente a nuestro grupo. Y es más, la formación del Núcleo y del espacio político de reflexión ya con herramientas más sólidas se da justamente en este período donde nosotros podemos hacer, en primer lugar, una crítica a todo nuestro pasado, un inventario: ¿qué venimos haciendo?, ¿qué hicimos bien?, ¿qué hicimos mal?, ¿hacia dónde vamos?, ¿por qué queremos hacer esto? Adquirimos también una disciplina de estudio que no teníamos y conseguimos valorar el tema de la formación como una cuestión fundamental de todo el proceso. Ejemplo de eso, nosotros, dentro de la lógica de formación, con nuestros compañeros, llegamos a tener prácticas que no teníamos anteriormente. Establecer días de estudio, donde solamente lo que importa es estudiar, con horarios claros, donde no debe haber nada que moleste, ni celulares, ni teléfonos.

 

         6) FALTA DE CUADROS PARA DAR LOS CURSOS

 

         Camilo Soares: ¿Cuál es el tensionamiento en que nosotros estamos ahora? A nosotros nos gustaría producir cuadros en forma industrial, pero está probado de que eso no es un problema de industrialización. No es un problema de voy a montar una escuela de 8 pisos y meto gente. No es un problema de plata, es un problema de maduración, de acumulación teórica, de cuadros que puedan hacer eso. Nosotros tenemos problemas en encontrar esos cuadros. Yo era uno de los que trabajaba en este proceso de formación, pero desde que el PMAS empieza a crecer, yo tengo que dejar todo eso.

         No puedo meterme a hacer cursos, porque se establece una relación muy especial con los alumnos. Nosotros somos muy cuidadosos con eso. El dirigente no puede dar cursos. Si el dirigente da cursos, los participantes de la base o se reprimen o se cohíben o no participan porque están en una relación jerárquica con el dirigente, con el docente. Es una doble relación de dominación. Entonces, intentamos que siempre los que den cursos no tengan una relación directa con las personas que van a recibir los cursos. Es como hacer terapia: el hijo no puede hacer terapia con el padre o la madre aunque sea el mejor psicoanalista del planeta. Ese principio nosotros tratamos de establecerlo.

 

         7) UNA NUEVA PRÁCTICA DE IZQUIERDA

 

         Marta Harnecker: ¿Lo que ustedes hacen difiere mucho de la práctica de la izquierda tradicional?

         Ignacio González: Así es. Hay un tensionamiento que no es generacional de los jóvenes versus los viejos. Es un tensionamiento entre una práctica de un tipo de construcción de izquierda: si vos no tenés el carnet y si no decís esto o lo otro, no sos comunista o no sos revolucionario; y una nueva práctica de una izquierda que, dependiendo del país en el que esté, de su historia y de todo lo demás, va construyendo su propia experiencia sin la filosofía y los estudios de los grandes teóricos científicos del marxismo, sino que es una confrontación práctica diaria, por supuesto con el estudio y la formación.

         Por eso ese tensionamiento no puede entenderse como los jóvenes versus los viejos. Es una confrontación entre prácticas diferentes: entre una izquierda heredera de un proceso de degeneración de lo que era ser de izquierda, de lo que era ser comunista, de lo que era ser revolucionario y otra izquierda que nosotros representamos. Nosotros nos construimos en pugna y directa oposición a eso. Somos expresión de una nueva práctica que no desprecia a los movimientos sociales, a los movimientos juveniles, sino que potencia sus luchas con una conciencia mucho más crítica.

 

         6. IDEAS SOBRE EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

 

         Marta Harnecker: ¿Cómo ve el P-MAS el socialismo del siglo XXI? ¿En qué se inspiran?, ¿cuáles son sus críticas al socialismo del siglo XXI?

 

         1) EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI ES ALGO DIFUSO

 

         Ignacio González La verdad que cuando hablamos del socialismo del siglo XXI, vemos que es un concepto muy difuso en el sentido que es una propuesta lanzada por varios teóricos, inclusive el presidente Chávez, pero no tiene un proceso, creo yo, de definición muy precisa.

         Camilo Soares: Cuando nuestros compañeros y compañeras, y nosotros mismos, empezamos a escuchar un montón de discusiones sobre el socialismo del siglo XXI, tenemos que confesar que, en un primer momento nos desagradó mucho, porque era una masa gelatinosa; no nos decía absolutamente nada, y cuando empezamos a escuchar a los primeros que empezaban a explicar el socialismo del siglo XXI, nos terminamos de convencer que no decían nada.

         Ahora, después descubrimos la grandeza del socialismo del siglo XXI. Cuando la prensa nos pregunta qué tipo de socialismo quieren ustedes, le decimos: «El socialismo del siglo XXI», nos sirve como una cuestión propagandística para defendernos.

 

         2) SOCIALISMO DEL SIGLO XXI COMO UNA CONSIGNA

 

         Marta Harnecker: Bueno, por lo menos para decir lo que no quieren

         Camilo Soares: Claro, porque nos dicen: «¿Ustedes están en contra de la propiedad privada?». Y entonces allí les decimos: «No, el socialismo del siglo XXI es un socialismo que está reflexionando y repensando todos los tipos de propiedad». Ahora, que las experiencias prácticas de sucesos de los siglos XIX y XX, el socialismo real, irreal, fantasmagórico, lo que sea, hayan tenido esos traumas, no significa que no sean parte de nuestra historia; tenemos que asumir nuestra historia. Ahora, si la prensa burguesa quiere escuchar algo que no le asuste mucho, le decimos: «Sí, somos socialistas, ¿y qué?, ser cooperativista, sí, eso también es socialismo del siglo XXI, y ser cristiano, también». Nosotros creemos que el socialismo, sea del siglo que sea, por supuesto que tiene que incorporar cristianos, budistas, ateos, lo que sea. Y si las cooperativas son un proceso revolucionario que permite salir de un estado de pobreza e indigencia y avanzar, por supuesto que tienen que ser incorporadas por los movimientos socialistas.

         Ahora ¿de qué siglo es? Yo creo que Marx ya debatía con los cooperativistas en pleno siglo XIX, y creo que los que algún tipo de lectura tienen sobre eso, saben lo que Marx opinaba sobre las cooperativas. Ahora, ¿podemos nosotros recuperar las cooperativas? No es que podemos, debemos, necesitamos hacerlo. ¿Y qué decía Marx del Estado? El Estado es una máquina de dominación de clases, punto. No hay Estado neutral. Ahora bien, ¿significa eso que nosotros no tenemos que hacer la disputa electoral para entrar a disputar ese Estado que es un Estado de clases? No, no significa

eso. Significa, por el contrario, que tenemos que entrar a disputar sabiendo que estamos frente a un Estado que es un Estado burgués.

 

         3) RECUPERANDO A LOS CLÁSICOS

 

         Ignacio González: Más que hablar del socialismo del siglo XXI en los cursos, lo que nosotros planteamos es analizar cuál fue la crítica que hicieron los clásicos al desarrollo del capitalismo y a partir de allí cuáles serían los elementos de construcción de una sociedad socialista. Y allí sí recurrir a los más clásicos, es decir, antes de entrar en cualquier debate sobre el socialismo del siglo XXI, debemos analizar cuáles son los parámetros que rigen desde el siglo XVIII el capitalismo y cuáles fueron las propuestas que desde el siglo XIX la clase obrera fue planteando como socialismo.

 

         4) UN SOCIALISMO PARAGUAYO

 

         Ignacio González: Claro, la discusión que planteaban los clásicos era de cómo construir el socialismo. Pero tenemos que plantearnos ¿cómo construir un socialismo paraguayo? Tenemos una deuda con nosotros mismos, una deuda como movimiento revolucionario, como organización política, que quiere hacer la revolución en Paraguay: no se ha resuelto en términos teóricos ¿qué capitalismo es el paraguayo?, ¿cuáles son las principales clases de esa sociedad?, ¿cuáles son los principales conflictos?, ¿cómo se sostiene ese capitalismo? Es una deuda que tiene la misma clase obrera paraguaya con los sectores populares. Creo que esos son elementos fundamentales para poder entender cómo debe construirse el socialismo en Paraguay.

         Por eso estoy planteando una recuperación de los clásicos, porque cuando nosotros hablamos de socialismo ya es al nivel más universal. Imagínense ustedes, en la discusión que están desarrollando aquí en Venezuela; en relación al socialismo del siglo XXI se incorpora un análisis de la historia de Venezuela, se trata de un análisis que parte de cómo se dio el proceso integrador, el papel que jugó Bolívar y, en ese análisis, hasta hay elementos de mucho consenso en el pueblo venezolano. Nosotros como pueblo paraguayo no tenemos una lectura coincidente de cómo fue el proceso de construcción de la nación paraguaya.

         Les trajimos un material de Óscar Creydt, «La formación histórica de la nación paraguaya», que justamente es un intento de eso, nunca más nadie en Paraguay, ni siquiera la misma burguesía, tomó la iniciativa de hacer esa reconstrucción desde una perspectiva científica, con herramientas de análisis no digo marxistas, pero seriamente liberales por lo menos. Entonces, creo yo que en términos de desarrollo teórico estamos muy atrás como para decir: «Este tipo de socialismo es el que queremos».

 

 

 

 

 

 

Para compra del libro debe contactar:

ARANDURÃ EDITORIAL

www.arandura.pyglobal.com

Asunción - Paraguay

Telefax: 595 - 21 - 214.295

e-mail: arandura@telesurf.com.py

 

 

Enlace al espacio de la ARANDURÃ EDITORIAL

en PORTALGUARANI.COM

(Hacer click sobre la imagen)

 

 

 





Bibliotecas Virtuales donde se incluyó el Documento:
NOVAPOLIS,
NOVAPOLIS, REVISTA PARAGUAYA DE ESTUDIOS POLÍ
DISCURSOS
DISCURSOS DE PRESIDENTES DE LA REPÚBLICA DEL
REPÚBLICA
REPÚBLICA DEL PARAGUAY...
HISTORIA
HISTORIA DEL PARAGUAY (LIBROS, COMPILACIONES,



Leyenda:
Solo en exposición en museos y galerías
Solo en exposición en la web
Colección privada o del Artista
Catalogado en artes visuales o exposiciones realizadas
Venta directa
Obra Robada




Buscador PortalGuarani.com de Artistas y Autores Paraguayos

 

 

Portal Guarani © 2024
Todos los derechos reservados, Asunción - Paraguay
CEO Eduardo Pratt, Desarollador Ing. Gustavo Lezcano, Contenidos Lic.Rosanna López Vera

Logros y Reconocimientos del Portal
- Declarado de Interés Cultural Nacional
- Declarado de Interés Cultural Municipal
- Doble Ganador del WSA