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MIGUEL ÁNGEL PANGRAZIO (+)

  PROCESO Y CRISIS DE LA GLOBALIZACIÓN - Por MIGUEL ANGEL PANGRAZIO CIANCIO y RICARDO FRANCO LANCETA - Año 2002


PROCESO Y CRISIS DE LA GLOBALIZACIÓN - Por MIGUEL ANGEL PANGRAZIO CIANCIO y RICARDO FRANCO LANCETA - Año 2002

PROCESO Y CRISIS DE LA GLOBALIZACIÓN

Por MIGUEL ANGEL PANGRAZIO CIANCIO y RICARDO FRANCO LANCETA

Ediciones INSTITUTO TESIS NACIONAL

INTERCONTINENTAL EDITORA

Diagramación y armado: GILBERTO RIVEROS ARCE

Corrección: ARNALDO NÚÑEZ

Asunción – Paraguay

2002 (299 páginas)

 

 

ÍNDICE

Agradecimiento

Palabras preliminares

Máximas contra la corrupción

 

Capítulo I: ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA GLOBALIZACIÓN

-        Roma y el proceso de globalización

-        Cronología del alto imperio

 

Capítulo II: LA EDAD MEDIA

-          La globalización en la Edad Media

-        El imperio bizantino

-        El predominio árabe

-        Carlomagno

-        El feudalismo

-        Enfrentamiento del Rey con el Papa

-        Francia bajo la dinastía de los Capetos

-        Inglaterra y la conquista: normanda

-        Las Cruzadas

-        La Guerra de los Cien Años

-          El protagonismo de España y Portugal en el siglo XV

-          El reino de Aragón

-        El reino de Portugal

-        Alemania

-        Suiza

-        Italia

-        Roma

-        Nápoles

-        Los escandinavos

-        Los eslavos 

-          El imperio otomano

 

Capítulo III: LA EDAD MODERNA

-        Las nuevas rutas marítimas

-          Las expediciones españolas

-          Las conquistas de España

-        Los pueblos originarios de América

-        La integración de los pueblos se obtiene a través del idioma 

-        Formación de las naciones

-        Los conflictos religiosos

-          La guerra de sucesión en España

-        La guerra de los treinta años

 

 

Capítulo IV: HISTORIA CONTEMPORÁNEA

-        Toma de la Bastilla (14-VII-1789)

-        El Imperio (1804-1810)

-          Independencia de las colonias españolas

-        La Santa, Alianza (1815-1830)

-        La guerra franco-.prusiana

-        La Primera Guerra Mundial

-        La Segunda Guerra Mundial

 

Capítulo V: LA INFLUENCIA RELIGIOSA Y LA CONQUISTA DE AMÉRICA

 

Capítulo VI: INTEGRACIÓN O GLOBALIZACIÓN

-        La globalización política

 

Capítulo VII: LA GLOBALIZACIÓN EN LA AMÉRICA LATINA

-        Modelos alternativos para las empresas públicas

-        Argentina, error y terror financiero

-          Cuándo comienza el error

-          Cuándo comienza el terror

-          Qué hacer para superar la crisis argentina

-          La crisis actual

-        Premio Nobel desnuda al FMI, BM, OMC y su estrategia. ¿Hacia dónde vamos?

-        Los cuatro pasos de "la asistencia"

-        El agua

-        La explosión demográfica

 

Capítulo VIII: LAS ESCUELAS ECONÓMICAS EN EL PROCESO DE GLOBALIZACIÓN

-         Sistemas modernos

 

Capítulo IX: LAS DOCTRINAS FILOSÓFICAS. SU INFLUENCIA EN LA POLÍTICA

-        Las ideas políticas

-        Balance de la globalización

 

LOS PUEBLOS Y UNA RESPUESTA UNIVERSAL (por Ricardo Franco Lanceta)

1.      Visión preliminar del problema

2.      Globalización. Las cuatro opresiones

3.      La primera opresión (El totalitarismo del mercado contra la libertad

4.      La segunda opresión (La opresión económica-financiera)

5.      La tercera opresión (La opresión cultural)

6.      La cuarta opresión (La opresión de la dignidad humana)

7.      ¿Cuál es la respuesta para construir un nuevo mundo?

8.      Juicios de valor para salir de la crisis colonial

9.      Respuesta a la globalización

10.    Propuesta estructural

11.    Confrontación o cooperación. Aquí está la cuestión

12.    Analicemos un modelo colonial de la globalización

12.1.Mecanismos de la dependencia

12.2.Las privatizaciones

13.    ¿Réquiem para el FMI y el Banco Mundial

14.    Colofón al "Réquiem"

15.    Actos fundaciones universales

- Acto fundacional de la cultura griega

- Acto fundacional de Roma

- Acto fundacional del mundo asiático

-Acto fundacional inglés

- Acto fundacional de Francia

- Acto fundacional de los Estados Unidos

16.    Respuesta a la globalización

17.    El nuevo protagonismo

-¿Qué es el bien común público nacional y universal?

18.    La nueva economía de los pueblos. La respuesta cooperativa

- Teoría económica de la globalización

- Teoría económica social del cooperativismo

- Enunciado de la teoría económica cooperativa

19       Aplicación de la teoría cooperativa

20.    Carta declarativa y programática de los pueblos

21.    Algunos consejos para el desarrollo

1. Inflación

2. Recesión

3. Déficit fiscal

22.    Propuestas complementarias de consolidación económica

1. Negociar la creación de un fondo compensador del comercio exterior

2. Fondo de Seguridad Financiera

- Siempre hay una respuesta

- Epílogo (Cuando las torres de los imperios caen)

 

ANEXO

 

 

 

PALABRAS PRELIMINARES

 

El hombre sigue viviendo en controversia. Unos vencedores, otros vencidos. Los vencedores siempre imponen sus privilegios.

La globalización es sinónimo de predominio de poder, de universalizar y concentrar los medios para cautivar los mercados e imponer el monopolio u oligopolio de las empresas multinacionales. Somete la noble función de la política a grupos de interés; impone las prerrogativas de una minoría sobre las necesidades de las grandes mayorías.

Es la oficialización perversa de la dominación. El capital especulativo como medio o instrumento de un fin de lucro incontenible.

Se presenta el gran dilema: la globalización o la integración. No cabe ninguna duda de que la integración es el camino para el bienestar de los pueblos, mediante la complementación de sus economías y el respeto a los derechos del hombre.

Dos concepciones opuestas. La globalización, que potencia la mayor desigualdad social, y la economía al servicio de la especulación y no de la promoción; la política degradada, con gobernantes deshonestos, codiciosos e injustos.

La integración aplicada, con sus principios, tiene como objetivo la solidaridad de las naciones, la distribución racional de la riqueza, para que la franja de la pobreza disminuya, para que los beneficios de la educación y de la salud sean un derecho para todos. Que el hombre, el sustantivo sujeto y no el dígito de la cibernética, ocupada ésta en imponernos las reglas de las probabilidades al carro de la especulación financiera.

La globalización se fundamenta en la teoría cuantitativa. La integración en la teoría cualitativa de la ética.

La experiencia del Mercado Común Europeo es un ejemplo que debe tenerse en cuenta.

1) La política como función jurídica y social.

2) La economía para el desarrollo.

3) Los recursos financieros para la producción.

4) La educación forma el carácter.

5) La cultura enaltece.

6) La opulencia generalmente corrompe.

7) La miseria degrada.

Ni el individualismo excluyente y disociante, tampoco el hombre-masa, con pérdida de su identidad, son las respuestas a los acuciantes problemas que vive el hombre.

La crisis de la civilización actual es crisis de conciencia, de responsabilidad social y del vaciamiento moral de su espíritu. Los pueblos educados en la escuela del deber viven en paz y consolidan un "Estado de Derecho".

El acto del sufragio no debe convertirse en una pugna estéril ni mañosa; sí en el medio idóneo para que el pueblo gobierne con sus mejores hombres.

Una nación sometida a la miseria, a la ignorancia y al fanatismo será incapaz de ejercer su derecho y estará condenada a la servidumbre. Que el hombre sirva al hombre para que la justicia anuncie el bienestar de los pueblos.

 

 

 

CAPÍTULO VI

 

INTEGRACIÓN O GLOBALIZACIÓN

 

Las diferentes teorías o doctrinas se nutren en las concepciones mecanicistas u organicistas. El mecanicismo es una doctrina según la cual toda realidad, o cuando menos toda realidad natural, tiene una estructura comparable a la de una máquina. Este es el sentido que se da al mecanismo cuando penetramos en la filosofía natural, de autores como Descartes, Boyle, Newton, Nobles y otros. No todos estos mecanicistas entienden de un mismo modo la teoría.

Descartes fue mecanicista en cuanto a la substancia, pero no respecto de la substancia pensante. Nobles se declaraba mecanicista en todos los sentidos, a diferencia de Descartes. Otros, como Gassendi y Boyle, eran a su vez atomistas.

No resulta fácil explicar la presente teoría tratando de concordar con los tres aspectos de la mecánica moderna: 1) Estática; 2) Cinemática; y 3) Dinámica

El mecanicismo es una doctrina filosófica referida a la concepción del Universo. El mecanicismo, como concepción, señala que toda realidad consiste en cuerpos en movimientos. Esta teoría ha sido una generalización de la mecánica, como una ciencia del movimiento.

Leibniz, el filósofo de la síntesis, explica que la realidad natural se comprende por medio de razones basados en la figura y movimiento de los cuerpos y no por medio de formas incorpóreas; que todo sucede en la naturaleza mecánicamente, que había que eliminar las formas sustanciales, las ideas operativas. Concluye afirmando que todos los mecanismos están regidos, en última instancia, por finalidades.

Sin embargo, Hobbes y algunos filósofos del siglo XVIII, prescindieron de la finalidad. La explicación mecánica, fundamento de la teoría mecanicista, puede ser estudiada bajo tres direcciones:

1) que existen varios tipos de explicación mecánica, unas más complejas que otras;

2) que las ciencias siguen evolucionando, en que algunos casos se pueden dar explicaciones mecánicas y en otras no;

3) que la alternativa de dar explicaciones mecánicas de ciertas realidades no asegura que puedan darse explicaciones mecánicas de todas las realidades.

El mecanicismo como doctrina trata la naturaleza y el comportamiento de las realidades orgánicas. Esta teoría enfrenta radicalmente al organicismo, que considera a la sociedad en un todo y que ella no puede ser descompuesta en sus partes (ver Spencer, Schaffle, René Wazms). En estas dos concepciones filosóficas se generan diferentes corrientes científicas que han trascendido en la política, en la economía, en la sociología, la biología y la física, etc. El mecanicismo resalta la individualidad de las partes. En lo político reivindica el libre albedrío de los seres humanos; en consecuencia, fundamenta la doctrina liberal. En lo económico, explica el comportamiento natural de la economía a través de la ley de la oferta y la demanda. Reafirma lo individual sobre lo colectivo.

El Estado gendarme, no intervencionista, es consecuencia de esta concepción filosófica. Las confrontaciones de las ideas de Engels y Marx se nutren en los principios de estas teorías.

La globalización encuentra su fundamento en el organicismo, cuando pretende, considerar al mundo como un todo orgánico, pero sin renunciar a los principios del mecanicismo para reivindicar la importancia de las partes de ese cuerpo en movimiento. La teoría mecanicista nos seduce con la libertad del mercado, pero nos somete a la tiranía del monopolio u oligopolio por una oligarquía empresarial que domina los grandes intereses políticos y económicos.

Para que el cuerpo actúe armónicamente, las partes del todo han de funcionar correctamente. Si el corazón está enfermo, el cuerpo se resentirá en su capacidad vital.

El mecanicismo prioriza el método inductivo. El organicismo el deductivo. Las dos teorías dieron origen a las corrientes filosóficas acerca de la función del Estado. El mecanicismo fija la actividad del Estado como medio, pero el hombre como fin dentro de la comunidad.

Marx, siguiendo las propuestas de Platón, concede al Estado la función de fin. Del organicismo biológico surgieron las dos corrientes:

1) Una totalitaria, el Estado como fin.

2) La otra corriente, que reconoce al Estado como medio y a la comunidad de hombres como fin. Ya Aristóteles definía al ser humano como animal político gregario, no puede pretender vivir aislado de sus congéneres.

Estas divergencias doctrinarias dieron origen a las tres concepciones filosóficas en cuanto a la ciencia política:

1) El mecanicismo, al valorizar al hombre fundamenta la doctrina liberal. El Estado como medio; la persona como fin.

2) El organicismo ortodoxo, define la función del Estado como fin y el hombre como medio.

3) El organicismo ecléptico, señala el protagonismo del Estado como medio; pero la comunidad de seres humanos como fin.

El mecanicismo dio los fundamentos filosóficos a la doctrina liberal. El organicismo ortodoxo a los Estados totalitarios: comunismo, fascismo, nazismo. El organicismo ecléptico fundamenta la doctrina política de la Social Democracia, que admite la pluralidad de ideas, así como la liberal, pero con un protagonismo más participativo del Estado. En el liberalismo, el Estado Gendarme.

En la Social Democracia, el Estado regulador.

En las dictaduras, sean de derecha o izquierda, el Estado como interventor de la actividad política del país.

La globalización se enmarca dentro de la concepción imperialista del poder político, económico y social. La hegemonía de Roma, con Julio César y Augusto, llegó a su máxima expresión.

La integración representa una actitud solidaria y participativa en pos de un ideal; la complementación de intereses en salvaguarda del desarrollo y estabilidad de la región. No caben dudas que la doctrina mecanicista y organicista dieron los fundamentos para la gran polémica entre filósofos y científicos al señalar objetivos.

El enigma humano sigue sin respuesta ante la realidad de tanta pobreza y un sector minoritario con tanto poder político y económico. Un mundo globalizado, en la pobreza en sus dos terceras partes, y el otro sector minoritario, en un estado de bonanza.

El protagonismo de bienes que aspira todo ser humano está aún lejos. Las grandes mayorías en los sectores de pobreza y una minoría con prerrogativas de su capacidad política, económica y cultural.

Los más están excluidos de los beneficios de la civilización; y los menos con el privilegio de su poder que, por lo general, nacen del abuso y de la arbitrariedad. Cuán oportuno es recordar la máxima de los estoicos: "Todo lo que sobra por demás es lo ajeno. Apropiarse de lo ajeno es un delito".

La estructura política, económica y social en todos los tiempos, impuesta por los hombres, determina las grandes desigualdades que corrompen el funcionamiento ético de la sociedad.

La historia universal nos señala etapas de conquistas y de sumisión de los pueblos. Los sumerios, primera organización política conocida, sojuzgaron a los pueblos vecinos e impusieron sus costumbres y privilegios en detrimento de las tribus avasalladas. Ese régimen autoritario, con su poder político y económico, fue el antecedente del imperio babilónico y la conductora por fuerza y gravitación.

Los asirios, caldeos, egipcios y persas conforman la etapa de la globalización o mundialización centralizada del poder. Los pueblos sojuzgados debían tributar a favor de la metrópoli. El cautiverio era total, se respetaban algunas costumbres, y nada más.

Desde el inicio del mundo se conocieron tres estamentos bien diferenciados: 1) un sector de poder; 2) el estamento mayoritario para la producción y servicios; y 3) un sector de incapacitados, compuesto de niños, ancianos, enfermos e inválidos.

En el sector de poder se agrupan las autoridades políticas; en el económico, los detentadores de riquezas; en el religioso los clérigos y en el poder cultural los hombres ilustrados. Estos atributos marcan el estamento social. Ocupan el primer plano: las autoridades políticas, los poseedores de riquezas, la jerarquía religiosa y los hombres con significativa cultura. De esta calificación surgen las clases: alta, media y baja.

Aquel país que registra un mayor porcentaje de clase media confirma el equilibrio político, económico y social del demos.

Aristóteles afirmaba que la organización política se ve fortalecida con la clase media mayoritaria. En todos los tiempos el mundo vivió la realidad de ricos, autosuficientes y pobres, es decir, clases alta, media y baja.

Los clásicos racionalistas se ocuparon de esta realidad. El mal menor resulta ser (en la percepción de las gentes) un bien, pero el bien menor resulta ser (para esa misma percepción) un mal. Lo que en la parte rica del planeta nos parece "el mejor de los mundos" y, en todo caso, comparativamente un mal menor, en las zonas empobrecidas, es percibido, con razón, como un bien minorizado que acaba siendo un mal. Porque, de hecho, la consecuencia principal de la globalización actual del sistema capitalista de producir y vivir la consecuencia esencial de la conversión del mundo en un mercado, es que en muchas partes de África, Asia y América Latina y en los suburbios del Imperio, en el sur o el norte, hoy se vive peor que hace diez años.

En muchos casos incluso, no tomando en consideración más datos económicos sociales o socioculturales que los que toma en consideración la teoría económica estándar: datos relativos a la renta per cápita, a los servicios sanitarios, a la vivienda, a la instrucción pública y a la posibilidad misma de cubrirlas necesidades básicas mediante un trabajo digno y en otros muchos casos se vive, pero cuando el índice de medición es el del bienestar económico sostenible, que tiende a conceder primacía a la calidad de vida de los ciudadanos sobre el mero y simple crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) sumando uno y otros casos se puede decir que la mayoría de la humanidad vive hoy peor que lo que vivieron sus antepasados antes de que sus dioses les hubieran abandonado, o sea, antes de que la cultura euro-norteamericana les incluyera en el proceso de globalización.

Interpretamos que las exigencias de la vida en sus albores se centraban en satisfacer las necesidades biológicas o primarias, pues las de civilización eran mínimas. El avance de la tecnología aumenta en proporción geométrica a las necesidades culturales. Antes no se conocía el receptor de radio, la televisión, los desplazamientos en aviones, el coste de la educación media y superior; la recreación social y deportiva era mínima.

Hasta el siglo XIX la relación porcentual de las necesidades biológicas ascendía al 80%, en tanto que las de civilización apenas alcanzaban el 20%.

Los principales rubros de la canasta familiar que componen mayoritariamente las necesidades biológicas o primarias son: a) alimentos; b) vivienda; c) vestimenta; d) atención sanitaria; e) educación elemental; f) otros gastos necesarios (transporte, luz, agua, teléfono, etc.).

Los gastos de civilización aumentaron sustancialmente a partir de 1932, después de la recesión: a) la incorporación del receptor de radio; b) el fluido eléctrico; c) el teléfono; d) el automóvil; e) la educación profesional y superior; f) el desplazamiento urbano por el aumento de área; g) adquisición de libros, diarios, revistas; h) las cargas tributarias, que anteriormente eran mínimas.

Platón, el filósofo de la igualdad de oportunidades, ya nos alertaba con su máxima de la sana pobreza. Un mínimo de recursos para satisfacer las necesidades básicas a fin de lograr una vida digna en armonía con la naturaleza. Una vida sobria, sana, en un Estado político bien gobernado por hombres probos e idóneos. La globalización, para otros la mundialización presenta conceptos liberales y neoliberales.

 

Para Leonard Cotten:

 

Todo el mundo sabe qué los datos están marcados.

Todo el mundo los tira con los dedos cruzados.

Todo el mundo sabe que la guerra ha terminado. Todo el mundo sabe que los buenos perdieron.

Todo el mundo sabe que el combate estaba arreglado.

Los pobres seguirán pobres, los ricos se harán más ricos.

Así es como todo el mundo sabe.

La guerra no ha terminado ni terminará. En esta apreciación discutimos a Cohen. El ser humano, en su afán de predominio y exaltación de su ego, más se embarca en una lucha de intereses que de diálogo y soluciones conjuntas.

Si el liberalismo reivindica la libertad como el supremo bien del género humano, olvida que el ser individual no representa la suprema meta, que es el bienestar general.

Es oportuno recordar que en el año 2500 antes de Cristo, la Sumeria fue conquistada por un pueblo errante, los Acadios, a cuyo frente Sargón manda y construye lo que fue el origen del imperio babilónico, con su rey Hamurabi, primer codificador de la historia. Los siglos VI y V antes de Cristo sorprenden a la humanidad con la aparición de los grandes pensadores y profetas. Pericles en Grecia, Buda en la India y Confucio en la China.

Las instituciones democráticas le deben al liberalismo el fundamento ético del libre albedrío. Pero esta facultad no es sinónimo de abuso para imponer una superioridad arbitraria nacida de su propia naturaleza. Toda civilización ha de ser social e integrada.

La libertad, la justicia, la paz, el orden y la seguridad son algunos de los fines de una sociedad civilizada. La libertad, definida como atributo de la personalidad humana, con las limitaciones que marca el derecho; la justicia, especialmente la distributiva. Lo que más tienen han de contribuir más para establecer un equitativo régimen de seguridad social; el orden como sinónimo de equilibrio político, económico y cultural; y la paz su consecuencia; la seguridad, que avale y garantice una existencia sin riesgos. Que la delincuencia no se apropie de las calles.

Un buen gobierno asienta sus programas sobre tres objetivos:

1) un equitativo sistema tributario, para que la carga sea distribuida conforme a la capacidad del sujeto obligado;

2) disminuir la tasa de desocupación mediante la inversión de los recursos del Estado en obras de infraestructura prioritaria, necesarias para el desarrollo integral del país;

3) un régimen de seguridad social para atemperar las desigualdades y proteger a los sectores de menor ingreso.

En la Declaración Universal de los Derechos del Hombre ya se proclamaba que el Estado debe socorrer a los estamentos desprotegidos. El neoliberalismo ha atacado últimamente, negando protagonismo al Estado en las actividades empresariales. No somos privatistas ni estatistas. Cada política debe responder a las estructuras de sus realidades.

Si un país del Tercer Mundo que no ofrece seguridad jurídica y en el que las posibilidades de inversión son mínimas, no existe otra posibilidad que la inversión de parte del Estado de por lo menos la tercera parte de sus recursos en programas de gestión necesarias para el desarrollo.

Un país que no moviliza su ahorro interno y depende de los préstamos foráneos, termina con aumentar su deuda en detrimento de su liquidez o capacidad de pago. Es la tragedia actual de los países del Tercer Mundo. Felizmente el Paraguay es uno de los países con menor deuda externa, la que aún está controlada. Pero el éxodo del ahorro interno a los bancos internacionales está desfondando a las repúblicas de la América Latina.

La falta de seguridad de las inversiones con la quiebra fraudulenta de bancos en el Paraguay, El Salvador, antes en Chile y hoy Argentina y Uruguay, estimulan la fuga del ahorro nacional. Los países de menor desarrollo exportan su ahorro interno a países desarrollados, quedando sin recursos financieros suficientes para promover el progreso que ha de acompañar al crecimiento vegetativo de la población y, si es posible, superarlo.

Es el drama que está viviendo el Tercer Mundo. Al crecer su población y disminuir sus recursos, la curva de la pobreza se acelera y el pronóstico de la depresión es su consecuencia. En la serie cronológica se conocen cuatro etapas: 1) prosperidad; 2) crisis; 3) depresión; y 4) recuperación.

La mayoría de las economías de menor desarrollo viven la tragedia cíclica de la depresión, con sus consecuencias negativas de:

1) aumento de la deuda externa;

2) progresión del desempleo;

3) disminución del crecimiento del Producto Interno Bruto;

4) la productividad a niveles descendentes;

5) la balanza de pagos deficitaria;

6) la tecnología con limitada aplicación;

7) sin la seguridad jurídica suficiente para estimular las inversiones;

8) el aumento de la delincuencia;

9) la impunidad como consecuencia de la ineficacia e inmoralidad de la Administración de Justicia;

10) la corrupción generalizada en el estamento del gobierno.

El diagnóstico que acabamos de enumerar determina los serios problemas que acucian a esos países de menor ingreso. Para alcanzar la recuperación en la serie cronológica, se requiere un crecimiento mínimo del 6%, tasa hasta hoy no alcanzada por tales economías. Sin inversiones, tanto del sector público, como del privado, no disminuirá la tasa del desempleo.

En la productividad, tomando como índice 100, se observa la relación siguiente: Países desarrollados: 90%; países medianamente desarrollados: 74%; países de menor desarrollo: 54%.

Sobre ocho horas laborales por día, el rendimiento en países del Primer Mundo es de 7 horas con 20 minutos; en los países medianamente desarrollados es de 5 horas 45 minutos, en el Tercer Mundo es de 4 horas 28 minutos.

El presente indicador de la productividad señala las diferencias entre países desarrollados y en vías de desarrollo.

El avance tecnológico es otro factor que diferencia las economías. El mundo capitalista adecua su parque industrial a las tecnologías de punta, en tanto que las otras economías no renuevan su estructura industrial, quedando obsoletas e ineficientes.

En materia de transporte terrestre, las líneas ferroviarias del Primer Mundo están preparadas para que circulen trenes a velocidades de 300 kilómetro por hora; sin embargo, en los países del Tercer Mundo no exceden los 100 kilómetros por hora.

 

En las economías desarrolladas la estructura ocupacional es la siguiente:

a) ocupación del sector primario, agricultura, ganadería, etc.: 6%;

b) sector secundario o industrial: 45%.

c) sector terciario o de servicios: 49%.

 

En los países medianamente desarrollados el porcentaje conforma las cifras siguientes:

a) sector primario: 30%;

b) sector secundario o industrial. 34%,

c) sector de servicios o terciario: 36%.

 

En los sectores de pobreza, la relación porcentual señala:

a) sector primario: 48% (materia prima);

b) sector secundario: 17% (industrial);

c) sector terciario o de servicio: 35% (servicios).

 

El presente cuadro nos indica que el progreso de los pueblos va en relación directa a su estructura ocupacional. Si la población está más ocupada en los sectores secundario o industrial y terciario o de servicio, el nivel de vida es mejor, pronosticando una económica sólida y en progresión.

La relación inversa define a las economías débiles, donde predomina la ocupación en el sector primario.

Los antecedentes de la globalización deberíamos buscarla en la primera ilustración impuesta por las creencias religiosas que hoy disputan con sus dogmas la adhesión de sus creyentes.

Las tres religiones que pugnan por imponer sus principios son: 1) la cristiana; 2) la islámica; y, 3) la judaica.

A decir de Senillosa, el capital especulativo se opone a la inversión productiva, la concentración de bienes y riquezas niega la redistribución, la competitividad misma sobre la cooperación y la marginación afecta a una parte muy sustantiva de la población mundial que, además, hoy es un hecho sociológico nuevo, que debe ser tenido en cuenta; a saber: que la creencia de muchas personas no es ya sólo religiosa. Desde el siglo XIX y de manera más acertada en nuestra época, existen diferentes formas de creencias que se han ido imponiendo en otras tradiciones de liberación del ser humano radicalmente laicas y que han arraigado con fuerza en los pobres y proletarios del mundo.

La constatación de este hecho nuevo en el sentido de que afecta a muchas personas, llevó, ya en los años sesenta, a una renovada propuesta de diálogo entre "creyentes" y "no creyentes". Para aquella distinción entre "creyentes" y "no creyentes", más allá de las buenas intenciones de los dialogantes, era, en mi opinión, una delimitación inadecuada de los sujetos del diálogo, pues ambas partes eran, realmente, "creyentes": los unos con su fe, su gracia y su Dios. Los otros con su utopía (a la que llamaban "ciencia"), su razón atemperada por la incógnita.

La historia no se señala que los pueblos fueron evolucionando de un poder teocrático a otro poder laico, independientemente de su fe religiosa. En los albores de la humanidad, el régimen teocrático confundía la política con la religión. Se gobernaba en nombre de Dios. El rey o emperador recibía el mando por designación divina. Era el mandatario del creador del universo.

La Grecia con sus filósofos comienza a liberar al hombre de su determinismo religioso. Sócrates, con sus ideas reivindica el derecho a pensar. Platón, en su obra "La Política" propone una organización basada en la igualdad de oportunidades y en el gobierno de los mejores. Aristóteles, con sus principios lógicos, fundamenta en su libro "La República" la estructura de gobierno y los derechos de los demás.

La globalización no constituye un descubrimiento reciente. Si nos remontamos a la historia antigua veremos que los sumerios pretendían expandir su poder a otros pueblos, no para compartir derechos o riquezas, sino para imponer cargas a las comunidades sojuzgadas. La victoria otorgaba tal privilegio a los vencedores. La derrota la obligación de soportar los tributos que le imponía el vencedor.

Se ha discutido bastante últimamente si los conceptos de globalización y mundialización son términos sinónimos.

La globalización, que amplía la conciencia de pertenencia al mismo mundo y crea un planeta interconectado e interdependiente, ¿es o no un fin? La globalización, que posibilita el intercambio de bienes y de servicios y el flujo de riquezas en lugares donde jamás habría arribado con barreras arancelarias y fronteras, es un simple medio. Mientras la mundialización es una nueva forma de comprender el espacio que se amplía y el tiempo que se acelera, la globalización económica es simplemente la última fase del capital; mientras las mundializaciones significan la pertenencia a un mundo único más humano y habitable, la globalización es el itinerario por el cual no nace único, sino también desigual y antagónico; mientras la mundialización se orienta a la creación de un territorio, que por fin llega a ser el hogar del ser humano a través de contactos sociales y mestizajes culturales, del progreso de las comunicaciones y de la integración intercultural, la globalización se orienta a la expansión del capital. La globalización presta mayor atención a los aspectos cuantitativos de crecimiento económico, la mundialización está interesada por los aspectos cualitativos del ser humano: la calidad de vida, el sentido solidario, el enfoque cooperativo entre la gente y el mundo como hogar.

 

La mundialización presenta los siguientes caracteres:

a) es un objetivo, un fin, un ideal de extender los bienes de la riqueza, de la cultura a todo el planeta, hogar común del hombre;

b) su extensión es cualitativa; exalta los valores como fundamento de la convivencia humana,

c) reivindica el imperio de la justicia, la libertad, la paz, el orden y la seguridad.

La justicia distributiva marca los procedimientos necesarios para una mejor aplicación de la riqueza, a través de un equitativo régimen tributario y un eficiente servicio de asistencia social.

 

La globalización registra estas diferencias:

a) es un medio, un instrumento; no un ideal;

b) preconiza lo cuantitativo, extiende su influencia sobre los mercados económicos;

c) impone políticas económicas y culturales,

d) controla los mercados nacionales e internacionales;

e) formula planes y programas uniformes para establecer un orden general en la economía de los pueblos.

La globalización que nos impone el capitalismo especulativo es discriminatoria. Pretende anular la identidad nacional de los pueblos y formula recetas uniformes que, por lo general, no se adecuan a las condiciones políticas, económicas y sociales de tales estructuras.

Los adelantados de la globalización especulativa son las empresas transnacionales. Pretenden señalar un patrón único propio de los países ricos, pero no aplicable, en todas sus formas, en el mundo del subdesarrollo.

Se ha dicho que la globalización es un medio inadecuado para difundir los dones de la cultura, sin alentar una mejor redistribución de los recursos. En lo político, han apoyado a gobiernos corruptos.

La vigencia de los derechos humanos debiera constituir el objetivo de las naciones. Pretender imponer un orden económico cuantitativo, especulativo, para cautivar mercados y castigar la pobreza, no es humano ni ético.

Nos preguntamos, si aplicando la receta de la globalización, ¿cuáles serían sus consecuencias en los países de menor desarrollo? Las últimas experiencias vividas en la Argentina, en el Estado de California, Estados Unidos, y otros países, fueron negativas.

1) En lo económico, los países pobres no ganaron nuevos mercados para sus productos;

2) el control del sistema financiero por la banca internacional ha posibilitado la fuga del ahorro interno de los países afectados, provocando iliquidez y restricciones de pago;

3) la privatización irracional de las empresas públicas ha generado más desempleo, más fuga de capital hacia el extranjero y la pérdida sustancial del patrimonio nacional;

4) no se aplican fórmulas viables para pasar de un monopolio estatal al privado. Todo monopolio genera privilegios y, por lo general, sobrecosto.

Las empresas mixtas, con participación del Estado y recursos del sector privado, con una administración basada en las reglas de "Organización y Método" o "Reingeniería" o la cooperativización de los servicios, con la participación de los consumidores y sus fuerzas laborales, quizás sea la mejor opción en esta primera etapa de la reforma.

Los autores de este libro han emitido opinión: condenan el monopolio estatal y con mayor razón el monopolio del sector privado.

P. Richard afirma: "La falta de cultura o inculturación exige a la Iglesia romper con los paradigmas propios de la dominación colonial y de la globalización neoliberal. La inculturación es posible si la Iglesia rompe con el euro-centrismo, el autoritarismo, el patriarcalismo y los espiritualismos destructores de la naturaleza y del cuerpo, lo que implica también, en sus propias estructuras, una desclerización y descentralización. Si la Iglesia responde a estos desafíos de la inculturación, será verdaderamente una Iglesia universal y católica, significativa para los pueblos del Tercer Mundo".

Insistimos en la participación religiosa en los procesos de la mundialización y globalización, pues su protagonismo e influencia han sido decisivos en la historia de los pueblos.

Hoy volvemos a encontrarnos con culturas enfrentadas que se nutren en sus creencias religiosas:

1) el cristianismo en los países europeos y americanos;

2) el judaísmo en la comunidad hebrea; y

3) el islamismo, con su fervor religioso capaz de declarar la guerra a los infieles de Mahoma.

La actual guerra, iniciada el 11 de setiembre del año 2001, es su consecuencia.

El odio secular entre israelitas y palestinos ha explotado en Afganistán. El enfrentamiento entre pueblos disímiles y de estructuras diferentes provocan estos desencuentros en la inculturación tradicional. Nadie se decide a renunciar algo por evitar mayores daños. La radicalización de intereses y la tradición secular de antagonismos heredados renuevan los conflictos y llena el horizonte de sombrías predicciones.

La guerra nuclear, el arma de envenenar con el flagelo de las bacterias, puede desembocar en una tragedia universal. La diplomacia, la inteligencia de las negociaciones será el mejor camino para desactivar el terror de la guerra.

La injusticia, que ahonda la desigualdad y provoca el encono de los resentidos, seguirá latente como una amenaza abierta contra la seguridad mundial, que estará cerrada por la radicalización de turbas agresoras y marginadas. El gran escritor ruso Fedor Dotoievsky ya nos prevenía de la reacción de los "humillados y ofendidos".

La fuerza de las armas, la guerra victoriosa seguirá siendo la causa de próximas guerras. El político debe asimilar la enseñanza de la historia. Sólo la concertación de intereses templa los ánimos y propone soluciones aceptables.

Hasta tanto se priorice la competitividad en detrimento de la solidaridad humana, la justicia será una mera ilusión filosófica y la anti-ley del más fuerte seguirá golpeando a las dos terceras partes del Universo, condenando a sus habitantes a la marginación crítica por causa del subdesarrollo, con sus consecuencias de ignorancia, subalimentación, desempleo y con el auge de la delincuencia y el terror.

No puede haber paz donde no esté vigente la justicia.

No puede haber orden si unos pocos se privilegian a costa de las grandes mayorías.

No habrá seguridad en una sociedad discriminada y excluida por el poder político, económico, religioso o cultural.

La integración y los atributos de los valores humanos son los caminos a transitar.

La civilización y la cultura aportarán esos valores tan necesarios para la vigencia de los derechos humanos.

Mientras el hombre quede postergado, sin promoción moral, económica y cultural, seguirá en el rubro pasivo de las computadoras. Será una cifra más en el dígito cuantitativo para las estadísticas. Su protagonismo, el cuántum y no el cuálitum. Ahí radica el grave error de la sociedad supercapitalista. El hombre cuántum es un animal más. El hombre cualitum es un ser libre, con personalidad e identidad propias.

La destrucción ecológica del planeta es la actitud perversa de la ciencia aplicada a la productividad económica, desarrollando la industria motriz y las tecnologías que proporcionan bienes a costa de un gran sector de la población sin capacidad de ingresos para adquirirlos y la sustitución laboral de seres humanos por tales instrumentos.

No estamos en desacuerdo con el avance de la técnica, pero entiéndase que esa progresión de la ciencia ha de estar al servicio del hombre y no para estimular la desigualdad.

M. Keynes nos alertó acerca del desempleo tecnológico que permite rápidamente sustituir la mano de obra, que queda ociosa y desempleada. Este drama debe ser resuelto a la brevedad, porque la ciencia ha de servir al hombre y no perjudicarle en su facultad creativa y ocupacional.

En nuestro siglo se maximiza el consumismo, que no es un hecho natural, pues la sobriedad marca la senda de la armonía o equilibrio. El abuso de la riqueza pervierte, la opulencia corrompe y la miseria degrada.

 

LA GLOBALIZACIÓN POLÍTICA

 

La política es ciencia y arte de gobernar. Se aplicó primero en el marco limitado de las tribus, para después extenderse a la polis o ciudad Estado y, finalmente, las naciones. La evolución política de Atenas, Esparta y Macedonia siguieron inseparablemente ese itinerario.

El éxito que impone el lucro, fundamento de la organización capitalista, traspuso las fronteras para consolidar un mercado mundial especulativo. En los siglos XIX y XX, la transición del comercio internacional había crecido sustancialmente. Las transferencias de mercaderías, tecnologías y recursos financieros, mundializaron el comercio, sometiéndolo al agio de las bolsas neoyorquinas o londinenses.

La política económica del proteccionismo fue cediendo ante la incesante apertura de los mercados en todo el mundo. El bloque soviético fue la excepción a tal tendencia. El año 1970 marca una etapa decisiva en este proceso de globalización. Las tecnologías de punta en las telecomunicaciones facilitaron la interacción mercantil a nivel mundial. Las telecomunicaciones de hoy facilitan las operaciones financieras en tiempo mínimo, sin limitación de horas.

El avance tecnológico de las comunicaciones estimularon la conformación de los mercados en su proceso de globalización, en cuanto al movimiento de capitales. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial quedaron dos bloques político-económicos frente a frente: 1) el mundo capitalista; 2) el bloque soviético.

El capitalismo, al vencer al bloque soviético consolidó su predominio y afianzó su imperio en las economías. Hasta la China Comunista no se ha excluido de esa tendencia, con las últimas reformas económicas que abren el gran mercado asiático al comercio globalizado. Las empresas transnacionales, con su penetración sutil y persistente, constituyen los instrumentos de la política económica de la globalización.

Se ha dicho que la victoria occidental sobre la Rusia marxista acabó con la guerra fría para consolidar y desarrollar aún más el sistema capitalista. Es importante advertir que esta secuencia económica se debe a la política de los Estados, a la diplomacia y a la supremacía de las armas.

 

 

 

CAPÍTULO VII

 

LA GLOBALIZACIÓN EN LA AMÉRICA LATINA

 

La conquista por España, Inglaterra y Francia en América, constituyó el primer paso para desarrollar la globalidad, posesionándose de las mejores reservas forestales y de las ricas minas que atesoraban México, Perú y otras regiones.

En nombre de la civilización esclavizaron a miles de nativos que, por el cambio del régimen de vida y el esfuerzo a que estaban sometidos, mermaron su población originaria a la tercera parte.

La tradición secular de esos pueblos fueron alterados por la codicia de los conquistadores. De hombres libres y con el régimen de la comunidad de bienes al perder sus posesiones y ser obligados a un sistema de inaudita severidad y cruel represión, quedaron miles de aborígenes condenados a la esclavitud y a la miseria.

En nombre del rey se mataba, violaba y robaba a los indefensos indios de sus bienes; eran ultrajados en trabajos forzados, imponiéndoles costumbres desafectas a sus valores.

La conquista de América trasladó los vicios de la Europa con el bacilo de la sífilis, la epidemia de la viruela y el desorden social del abuso de la poligamia.

Las vías marítimas fueron los caminos náuticos para perpetrar tales despojos. Los poseedores originarios de la América fueron desalojados de sus tierras, convirtiéndolos en un accesorio de la producción y especulación.

Vuelve a repetirse la agresión de los países de tecnología de punta, de recursos financieros volcados a la especulación para cautivar mercados y ensanchar la franja de pobreza.

Es oportuno recurrir a la estadística:

En 1960, la suma de los capitales multinacionales alcanzaba el 17% del Producto Bruto Mundial.

En 1982 la cifra fue del 24%.

En 1995 ascendió al 31%.

En el año 2000 trepó al 32%.

Con esta progresión, dentro de tres lustros, el costo acumulado de las presiones mundiales excederá en un 25% al del Producto Bruto Interno de los Estados Unidos de América.

El analista Frederic Clairmont observa: "En este período deflacionario, las sociedades multinacionales no tienen otros medios de expandirse que absorber a la competencia para conquistar nuevos mercados.

Es evidente que los organismos internacionales, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo, al proveer de crédito y no controlar la aplicación de tales recursos a sus objetivos han empeorado la situación socioeconómica, ahondando la crisis con sus secuelas de desocupados, de iliquidez fiscal, de la depreciación del signo monetario, del analfabetismo con su elevada tasa sobre el Tercer Mundo.

Los políticos sudamericanos, afectados a la demagogia, prometen la reivindicación de los derechos de los sectores marginados; pero, a la hora de la verdad, privilegian los intereses de núcleos.

Hasta tanto los países pobres no hagan buen uso de su ahorro interno y no prioricen el desarrollo nacional, los gobiernos irán de contramano con la realidad social.

Uno de los autores de este libro, el Prof. Dr. Ricardo Franco Lanceta, al referirse a la crisis de la República Argentina expone:

 

MODELOS ALTERNATIVOS PARA LAS EMPRESAS PÚBLICAS

 

Cada país tiene realidades distintas y, en consecuencia, lo racional y serio es que elabore, en cada caso, sus propias propuestas de soluciones. En el tema que nos ocupa, no somos ni privatistas ni anti-privatistas, en el sentido que se pretende darle a su tratamiento, en función de negocio privado o negociado de algunos sectores oficialistas. Objetivamente analizada esta delicada cuestión, partimos del hecho cierto de que nuestro país no tiene déficit fiscal que cubrir con la venta de los activos públicos, tampoco tiene un proceso inflacionario que pueda preocuparnos, ya que nos movemos en un marco de estabilidad monetaria; y, mucho menos, tenemos la crisis de la deuda externa, la más baja de todos los países del mundo y totalmente manejable con nuestros propios recursos. En síntesis, no se dan para el Paraguay ninguno de los pretextos que el neoliberalismo monetarista invoca como causales de las privatizaciones, En consecuencia, ¿qué sentido tiene movilizar tanta publicidad sobre la privatización, que aquí no es ningún problema, ni crea problemas de déficit fiscal, siendo sin embargo un gran aporte a la generación de empleos?

Lo que importa poner de manifiesto es que las empresas públicas no dan pérdidas, excepto nuestro histórico ferrocarril, que debemos preservar como un patrimonio nacional y buscarle un uso más racional, a un capital y derecho de vía que tenemos improductivo por falta de una política de gobierno que encare su solución, totalmente factible. Además, no influyen en el déficit fiscal, que felizmente no existe, desde que los presupuestos de la Nación cierran con superávit.

Si tendríamos que dar una conclusión racional sobre este, tema, diríamos que no tiene sentido en el Paraguay plantear como un problema nacional el de las privatizaciones.

Sin embargo, sí entendemos que las empresas públicas deben adoptar modelos institucionales diferentes, con total independencia del Presupuesto General de la Nación, con- autonomía administrativa, financiera y tributaria en el mercado, para regular precios y calidad, ya que lo que se cuestiona es que debemos entrar en la modalidad internacional de apertura de los mercados, la libre competencia y la economía de mercado o social de mercado, dos matices del mismo modelo neoliberal. Para que esto sea posible se impone que el Poder Legislativo estudie y promulgue la Ley de Desmonopolización, que reglamenta el Art. 107 de la Constitución Nacional. Para "Tesis Nacional", más importante que la privatización es la desmonopolización, ya que de esa manera se podrá competir en igualdad de condiciones, para mejorar en beneficio de los usuarios y consumidores del país.

Las empresas públicas son patrimonio de todos los ciudadanos, desarrollan sus actividades en el marco de la economía de servicio. Pagan impuestos pero no distribuyen ganancias, que se invierte en mejorar servicios y tecnología. Esta es la gran diferencia con el comportamiento de las empresas privadas, que buscan ganancias a costa del consumidor. En los servicios públicos está en juego la calidad de vida de la población. Lo aconsejable es mantener su explotación como empresas sin fines de lucro, en especial en un país donde el 80% de la población integra el frente de la pobreza.

El modelo más apropiado para las empresas públicas es la-empresa cooperativa, cuya razón de ser es la economía de servicio y no distribuye ganancias. Debemos citar algunos ejemplos dignos de ser imitados:

En Bolivia todos los servicios de luz, agua y distribución de energía eléctrica están a cargo de sociedades cooperativas, con alta eficiencia en la prestación de servicios la parte que conserva el Estado, en el caso de telefonía, es la infraestructura de comunicaciones internacionales. En la vecina Clorinda también el servicio telefónico es de una cooperativa. Conclusión: Nuestras empresas públicas pueden tener cualquiera de los siguientes modelos institucionales:

1) Empresas públicas del Estado, pero con independencia del Presupuesto de la Nación, autonomía de administración y gestión financiera.

2) Ser transferidas a empresas privadas de fines sociales, a sus propios trabajadores y sectores involucrados, adoptando cada una de ellas, por ser todas diferentes, cartas orgánicas apropiadas a sus fines.

3) Convertirse en empresas de economía mixta, con sus trabajadores y otros sectores privados, donde el capital privado sólo puede manejar el 40% de los votos, siguiendo en esto al modelo brasileño. También este modelo requiere de una ley que apruebe su carta orgánica.

4) Arrendamiento a los trabajadores y sectores involucrados, organizados en cooperativas o empresas mixtas, con opción de compra, en el marco de lo que dispone la Ley de Privatización que reglamenta el derecho preferencial a que se refiere el Art. 111 de la Constitución Nacional.

5) Mantenerlas sin privatizar y capitalizarlas por suscripción pública o emisión de bonos de fomento de la economía social, con cargo a dividendos. Es el modelo que puede resolver la actual situación del Ferrocarril "Carlos Antonio López".

6) Su transformación en sociedades anónimas laborales, siguiendo el modelo europeo, a cuyo efecto deberá dictarse la ley que autorice esta forma societaria.

 

Reflexión final:

 

El pensamiento actual es revertir la propuesta neoliberal que empobreció y conflictuó a las naciones deudoras, sin resolver sus problemas de fondo. Así lo sugieren ya los principales bancos multilaterales, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. La misma Universidad de Washington, en San Luis, expresa, a través de sus principales profesores, el siguiente pensamiento: "Los beneficios económicos de la reducción del Estado por la vía de las privatizaciones, son decepcionantes en todo el mundo. En consecuencia, el centro de gravedad de la política económica será el esquema de una economía mixta, con un sector público extenso e intervencionista". Esta antena del pensamiento del país del norte es toda una definición y un mensaje contra la agresión económica de un neoliberalismo que sólo empobreció más a las naciones.

Nuestra síntesis: Lo que debemos achicar en nuestro país es la corrupción y no el Estado Nacional, agresión del capitalismo monopólico u oligopolio, enfrentando nuestra realidad sin ofrecer seguridad, bienestar ni mejor calidad de vida para el pueblo paraguayo.

 

ARGENTINA, ERROR Y TERROR FINANCIERO

 

Llamar a las cosas por su nombre es la regla de oro de una economía sana, orientada por teorías emergentes como respuestas viables a las demandas de la realidad.

La Argentina fue, en sus buenos tiempos, una robusta economía de crecimiento para adentro, con una industria manufacturera de muy buena calidad y un desarrollo exportador para afuera, en base a su próspera economía agropecuaria y agroindustrial.

Crecimiento para adentro quiere decir que la producción de bienes y servicios es absorbida, en primer término, por la demanda interna. La Argentina fue ese modelo. De ahí su calidad de marca, ya que respondía a las exigencias de los compradores del mercado interno.

Su sistema financiero era barato y a largo plazo. Su deuda externa mínima y su déficit fiscal no eran preocupantes. Además, emitía dinero para la producción y no para la especulación. A lo largo de 60 años no tuvo inflación.

 

Cuándo comienza el error

 

En la década del 70 para adelante y hasta nuestros días, cambió el modelo argentino y pasó de la actividad económica productiva especulativa, altas tasas de interés, cortoplacismo, juego agiotista en materia cambiaria, al punto de que el Buenos Aires la gran mayoría jugaba a la timba cambiaria.

El déficit fiscal aumentó, también la deuda externa y la tasa de desocupación tiene una directa incidencia en la crisis de la recesión. Todo sube y se llega a la angustia cotidiana de la hiperinflación. Nadie puede elaborar un presupuesto. Los precios se remarcan cada media hora. La producción se paraliza y el Banco Central no atina medidas drásticas para cortar la usura especulativa. El 70% del sector productivo entra en cesación de pago y termina en la quiebra. El monetarismo sólo atinó a denunciar el déficit fiscal, desconociendo que el problema de fondo estaba en proteger con el crédito barato a los sectores de la producción y los servicios. Se detecta el error en la paralización total de la economía. Nadie paga el 100% de sus impuestos porque carece de recursos, los que pueden pagar vuelcan sus principales operaciones a la economía negra y evaden tributos. Aumenta el déficit fiscal.

 

CUANDO COMIENZA EL TERROR

 

El Gobierno del presidente Menem y su ministro de Economía Caballo, drásticamente devalúan el peso argentino y establecen un régimen de paridad cambiaria. Un peso igual a un dólar. Para la híper inflación y ganan espacio para realizar su "plan maestro" contra la economía argentina.

La venta de todas sus empresas públicas, supuestamente causantes del déficit fiscal, la inflación y el aumento de la deuda externa. Las cifras entonces, eran las siguientes:

a) déficit fiscal 35 mil millones de dólares;

b) deuda externa. 40 mil millones de dólares;

c) tasa de desempleo: 5,4% sobre el PEA. Todo en números redondos.

El problema principal, cómo mantener la paridad cambiaria en estado crítico de recesión, última etapa de la crisis del modelo financiero especulativo. Las "recetas" llegaron pronto de los conocidos organismos internacionales. Fueron: a) préstamos externos para mantener la paridad cambiaria, a cambio de la venta (privatizaciones) de todas las empresas públicas. Con los ingresos de las ventas, se reduciría la deuda externa y eliminaría el déficit fiscal y aumentaría el empleo. Veamos los resultados:

1) Deuda externa subió hasta la suma actual de 180 mil millones de dólares. Aumento cuatro veces y medio.

2) Déficit fiscal, subió a 160 mil millones de dólares. Cuatro veces y medio más.

3) Tasa de desempleo: de 5,4% antes de las privatizaciones. Subió al 24%, sobre la PEA.

El modelo argentino, es el modelo de la globalización, que dio su resultado explosivo en la actual situación del Río de la Plata.

Lamentablemente, las medidas del gobierno del Dr. Duhalde, siguen el modelo monetarista, siendo que por esta vía, se acentuarán la crisis y la violencia social.

 

QUÉ HACER PARA SUPERAR LA CRISIS ARGENTINA

 

En economía y finanzas públicas, cuando se trabaja con responsabilidad y al margen de las presiones dominantes de la globalización, siempre podemos elaborar una teoría válida para una realidad en un momento histórico determinado.

¿Qué se puede hacer en la Argentina? Damos la receta nacional, ya que la otra estalló en mil pedazos de crisis y en un genocidio social.

Muy simple. Recuperar soberanía. Neutralizar cualquier influencia del frente globalizador que se elaboran en esos laboratorios de colonialismo estereotipado de seguir apretando en todos los frentes para congelar el desarrollo en un estatus de pobreza y, desde luego, con "libertad de mercado", el nuevo dogma del absurdo económico en tiempos de total monopolio. Y luego:

1) Poner en marcha un plan de emergencia económica-financiera para restablecer el modelo de crecimiento para adentro, reactivar la economía, generar pleno empleo, reducir el déficit fiscal con el pago de más tributos y superar la recesión.

2) Emisión monetaria. El Banco Central de la Argentina debe emitir moneda para el crédito barato y a mediano y largo plazo, para reactivar la producción de bienes y servicios en función de la demanda interna. Unificar todos los tipos de bonos, en una sola moneda y eliminar del mercado de los mismos.

3) Emisión para la producción no genera inflación. La emisión monetaria para financiar la producción no genera inflación, sino reactivación de la economía. Y ésta, genera empleo, más movimiento en el mercado y más impuestos que se pagan. Es la solución estructural a la crisis de recesión.

4) Medidas complementarias.

4.1. Negociar una moratoria del pago de servicios y principal de la deuda externa, de por lo menos cinco años de gracia, conforme al flujo de caja del Tesoro argentino, aumentado por la reactivación, permitirá honrar la deuda.

4.2. Establecer un aumento del 100% en los aranceles aduaneros de importación, por un período mínimo de tres años. Las crisis se resuelven con medidas de protección interna. Será una medida.de emergencia.

4.3. Normalizar el mercado de divisas y defenderlo de la especulación. Disponer, por tres años: a) un impuesto del 10% a la compra de dólares; b) bajar al mínimo la tasa de interés de depósitos en dólares; c) poner un impuesto del 10% a la exportación de divisas extranjeras de ganancias de las empresas y de los bancos.

4.4. Impedir la suba de todas las tarifas de servicios públicos privatizados durante tres años.

4.5. Pesificar todos los ahorros en dólares, hasta 40 mil dólares, sobre la base del cambio libre, para no perjudicar los pequeños ahorros de la población.

4.6. Establecer un período de gracia para la devolución de la deuda de las empresas que al "pesificarse" se incrementaron por la devaluación. El período de gracia debe establecerse para el plus por devaluación.

4.7. Disponer la suspensión de los programas arancelarios y para arancelarios intra y extrazona del MERCOSUR, por tres años y que esta medida sea de aplicación para los cuatro países firmantes del Tratado de Asunción.

Esta propuesta permitirá a la Argentina recuperar su dignidad de Nación soberana y volver a la prosperidad y al bienestar de toda su población. Pero, para ello, la siguiente recomendación: Dejen en el "freezer" todo el recetario del colonialismo financiero del F.M.I.

 

LA CRISIS ACTUAL

 

El siglo que se inicia es de cambio y enfrentamiento. El gran desorden mundial pronostica días de dificultades y confrontaciones.

Se ha dicho que uno de los problemas que más angustia a los hombres es el que se refiere al ciclo económico, en la serie cronológica, de aguda crisis, que dañan las economías marginales de los países del Tercer Mundo.

Si los países en vías de desarrollo no concentran sus esfuerzos para coordinar y ordenar el comercio de exportación, salvaguardar los precios de materias primas con una planificación regional, antecedente de toda integración serán vanos los esfuerzos.

Uno de los problemas fundamentales que aún no ha sido resuelto es la falta de coordinación de nuestras políticas monetarias a través de sistemas defensivos instrumentados adecuadamente en el control de cambios internacionales, concebidos como factores integrantes de la defensa de nuestras economías.

El nacionalismo cerrado dificulta la integración regional de América Latina que ya requiere una extensión mayor y diversificada a través de reuniones económicas que amplíen y diversifiquen los mercados, extiendan el área de libre comercio para sustentar el desarrollo económico de las naciones deprimidas.

Es pertinente transcribir la opinión de Guillermo Bedregal, expuesta en la página 10 de su libro "Integración Defensiva de América Latina": "Desde el comienzo de esta centuria, cuando la tecnología se convierte en instrumento masivo de actividad, con la generalización de la mecanización y de la producción en serie, la historia de la humanidad no ha sido más que una serie de crisis económicas profundas, de períodos casi ininterrumpidos de superproducción de paro, de inflación, de devaluación; una sucesión de desórdenes sociales, de huelgas, de motines y de sangrientas revoluciones; dos guerras pavorosas y de devastaciones inconcebibles, seguidas ahora por la amenaza de una conflagración más espantosa; en fin, una especie de cataclismo final de nuestro mundo".

            La realidad política, económica, social y cultural, divide a los hombres en dos mundos muy diferentes. Los países desarrollados con su tecnología de punta y su nivel cultural en progresión, con baja tasa de desocupados y buen nivel de vida.

Las otras naciones pertenecientes al Tercer Mundo, con una economía deprimida, con un nivel de vida insuficiente, con problemas de analfabetismo, gran tasa de desocupación e inestabilidad política y social.

La revolución tecnológica ha superado la producción manual por la mecanizada en serie.

El avance científico sustituyó las fuerzas del hombre por la capacidad técnica de las máquinas que supera la producción manual varias veces.

El dilema del hombre radica no sólo en el aspecto material, más obedece a su renunciamiento moral y consecuentemente a la falta de vigencia de las buenas costumbres.

El ser humano al perder su identidad moral se convierte en un instrumento de la corrupción, factor desintegrante de la organización social.

El profesor Pedro N. Cancio, en su libro: "Crisis de la Civilización Actual", en la página 65, afirma: "La vida es armonía, es equilibrio, tanto en el mundo físico, como en el biológico. (Queda pendiente un capítulo: Derrotar a la barbarie y proclamar la vigencia de la justicia)".

La crisis es la alteración del orden por causa de la corrupción del género humano.

La codicia, la impiedad, el egoísmo, la lujuria llevan al hombre al descontrol estimulando su ego hasta envilecer su carácter.

Se ha dicho repetidas veces por ilustres estudiosos de los problemas socio-económicos que las causas determinantes de la crisis son:

1) El aumento incesante de los gastos públicos, hasta la disipación.

2) Las murallas aduaneras, consecuencia del proteccionismo económico.

3) El aumento de los tributos destinados la mayor parte a gastos innecesarios y no a la inversión para el desarrollo.

4) La inflación, la deflación y la inestabilidad monetaria.

5) La elevada tasa de desocupación y analfabetismo.

6) La explosión demográfica.

En el año 1932, durante la recesión económica mundial, treinta millones de desocupados sustraían al consumo, cada año, aproximadamente la suma de veintiún mil millones de dólares, cifra que agobió la economía de los países.

La desigualdad entre el capital y el trabajo crea el enfrentamiento entre los factores de la producción.

Los incentivos de todo progreso se asientan en el trabajo, en el orden, en la economía y la previsión. Sin la vigencia de estos valores sociales, la reconstrucción mundial quedará en mero proyecto.

La crisis crea un estado de psicosis que caldea el ambiente y desordena las estructuras.

El hombre sufre hoy de neurosis, de angustia ante la imposibilidad de satisfacer sus necesidades.

Los ofendidos afectados por desequilibrio anímico se incorporan al contingente de neurasténicos, deprimidos, exaltados y violentos.

"El excesivo amor al dinero es otra aberración moral de nuestro tiempo, no se mide los medios para obtenerlo, pues la posesión del metal nutre el egoísmo y satisface los placeres inmundos".

El Prof. Dr. Pedro N. Ciancio ha dicho que la injusticia social, la tiranía de las máquinas, el capitalismo insaciable, todos frutos del egoísmo, actúan sin duda alguna como factores eficientes en la actual tragedia humana".

Un notable escritor ha dicho: "El ritmo veloz de nuestros tiempos ha reducido la intensidad del espíritu".

Los gastos, sin límite, para perfeccionar las armas es un reto a la humanidad doliente. Se prioriza la destrucción del género humano pero las potencias olvidan a las dos terceras partes del Universo que están en la pobreza crítica.

Qué diferente sería que una buena parte de esos recursos sean aplicados a un Fondo Mundial para atemperar la pobreza y combatir el flagelo del analfabetismo que degrada al treinta por ciento de la población mundial.

La realidad nos enseña que los países ricos se hacen cada vez más opulentos, en tanto que los pueblos deprimidos no superan las angustias de sus necesidades.

La regla del libre cambio en las relaciones internacionales ha provocado odiosos privilegios, favoreciendo el oligopolio de las empresas exportadoras del Primer Mundo con el objetivo de cautivar mercados.

El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, opina acerca de la Organización Mundial de Comercio y el Banco Mundial.

 

PREMIO NOBEL DESNUDA AL F.M.I., B.M., O.M.C. Y SU ESTRATEGIA. ¿HACIA DÓNDE VAMOS?

 

El nuevo presidente rogó a Stiglitz permitirle utilizar el dinero de ayuda para reconstruir la nación. Pero no, el botín se fue directamente a la casa fuerte del Tesoro de los EE.UU., en Washington. Ahora llegamos al Paso Cuatro de lo que el F.M.I. y el Banco Mundial llaman su "estrategia de reducción de la pobreza": el Libre Comercio. Eso quiere decir el libre comercio según las reglas de la Organización Mundial de Comercio y del Banco Mundial.

Stiglitz compara este libre comercio al estilo de la O.M.C. con las Guerras del Opio. "Esas guerras fueron para la apertura de mercados", dijo.

Como hicieron en el siglo XIX, los europeos y americanos hoy todavía están derrumbando las barreras a la importación en Asia, América Latina y África y, a la vez, están levantando barreras propias para proteger a sus mercados internos contra la agricultura del Tercer Mundo.

En las Guerras del Opio, el Occidente utilizó bloqueos militares    J para forzar la apertura de mercados y apoyar su comercio ventajista. Hoy en día, el Banco Mundial puede ordenar un bloqueo financiero igualmente eficaz, y a veces igualmente mortal.

Stiglitz es particularmente sensible respecto al tratado de la O.M.C. sobre los derechos de propiedad intelectual (con la sigla "TRIPS" que en inglés se traduce como "Tropezar"). Es aquí, dice el economista, donde el nuevo orden mundial ha "condenado a muerte a la gente" por imponer tarifas y tributos imposibles de pagar a las industrias farmacéuticas por patentes medicinales.

"A ellos no les importa si la gente vive o muere", dijo el profesor, hablando de las corporaciones y los préstamos del banco con quien él trabajó. Y, de paso, no se confunda por la mezcla en este artículo del F.M.I., el Banco Mundial y la O.M.C. Son máscaras intercambiables de un solo sistema de gobierno.

Ellos se han atado uno al otro en lo que desagradablemente se llaman "gatillos". Aceptando un préstamo del Banco Mundial para una escuela, se "gatilla" el requerimiento de aceptar todas las "condiciones" de las cuales hay en promedio III por nación, impuestos por el Banco Mundial y el F.M.I. De hecho, dijo Stiglitz, el F.M.I. requiere a las naciones adoptar políticas de comercio 'más exigentes que las reglas de la O.M.C.

La preocupación más grande de Stiglitz es que los plazos del Banco Mundial, diseñados en secreto y manejados por una ideología absolutista, nunca están abiertos a discusión o desacuerdo. A pesar del apoyo de Occidente a las elecciones a través del mundo en desarrollo, los llamados Programas de Reducción de la Pobreza, "sabotean la democracia".

Y, además, no funcionan. La productividad de África Negra, bajo la "asistencia" estructural del F.M.I., ha descendido hasta el infierno.

¿Alguna nación se salvó de este destino...? Sí, dijo Stiglitz, identificando a Botswana. ¿Su truco mágico?; "ellos ordenaron al F.M.I. hacer las valijas e irse".

Entonces miré a Stiglitz, "bien, señor profesor, demasiado inteligente, ¿cómo ayudaría usted a las naciones en desarrollo?". Stiglitz propuso reformas agrarias radicales, un ataque al corazón del "terratenientismo", a las usureras rentas mundialmente cobradas por las oligarquías, típicamente 50% de la cosecha del campesino.

Tuve que preguntar al profesor: "Dado que Ud. era el economista principal del Banco Mundial, ¿por qué no seguían sus consejos?". "Si uno desafía (a los terratenientes), habría un cambio en los poderes de las élites. Eso no está primero en su agenda".

Evidentemente no. Al final, lo que le empujó a poner su empleo en riesgo fue el fracaso de los bancos y del Tesoro de los EE.UU. para cambiar el rumbo cuando se enfrentaban a las crisis, fracasos y sufrimientos perpetrados por sus "cuatro pasos" de mando monetarista. Cada vez que sus soluciones de mercado libre fracasaban, el F.M.I. simplemente ordenaba más políticas de mercado libre.

"Es un poco como las sangrías en la Edad Media", me relató Stiglitz. "Cuando el paciente se moría, decían: bueno, pasó que nos apuramos a detener el desangramiento, todavía le quedaban un poco de sangre". De mis conversaciones con el profesor concluí que la solución a la pobreza y crisis mundial es simple: saquen a los chupasangres" (1).

 

LOS CUATRO PASOS DE LA "ASISTENCIA"

        

1. Privatización. Stiglitz dice que se puede llamar con más precisión "la sobornización".

2. La liberalización del mercado de capitales. En teoría, la desregulación del mercado de capitales permite que la inversión de capital entre y salga. Desafortunadamente, como pasó en Indonesia y Brasil, el dinero simplemente salió y salió.

3. Precios regulados por el mercado. Un término sofisticado para subir los precios de la comida, agua y gas de cocina. Conduce a los llamados "disturbios del F.M.I.".

4. Estrategia de reducción de la pobreza: El libre comercio. Esto quiere decir el libre comercio según las reglas de la Organización Mundial de Comercio y del Banco Mundial.

Los adherentes a la globalización abogan por un sistema de economía de mercado, de concurrencia plural, libre competencia, igualdad de oportunidades y equidad social.

Sin embargo, las propuestas no son acogidas por la globalización de la economía que lejos de abrir sus mercados a los productos del Tercer Mundo, lo cierra, violando la regla de la igualdad de oportunidades y despreocupándose de la equidad social. Es más, el 90% del comercio internacional está controlado por el monopolio y oligopolio.

Las causas de la gran diferencia entre el Primer Mundo y el Tercer Mundo radican en las siguientes causas:

1) El analfabetismo de los países pobres que limita las cualidades del hombre, en un proceso formativo y lo condena a la ignorancia y al estado de pobreza crítica.

2) La injusta distribución de la riqueza que privilegia a un 5% de la población, un 25% en el bien vivir y en un 70% en la pobreza.

3) La estructura de la carga tributaria haciendo pesar sobre la clase media del 25% y del 70% de la población con insuficientes recursos. La mayor parte de los ingresos impositivos al sector de menor recurso. Los impuestos indirectos prevalecen sobre los tributos directos.

4) Se castiga a la producción y se favorece a la especulación. Los créditos por lo general son usurarios.

5) La salud está desatendida en un 60%

6) La estructura ocupacional desnuda la fragilidad de la organización social del Tercer Mundo.

En el sector primario, están ocupados el 50%.

En el sector secundario o de las industrias el 18%.

En el sector terciario o de servicios el 32%.

El Primer Mundo registra la siguiente cifra:

En el sector primario el 10%.

En el sector secundario, el 41%.

En el terciario o de servicios 42% con una tasa del 7% de desocupados.

La tasa de desocupación en el Tercer Mundo oscila entre el 18 al 25%, sin considerar la subocupación que se estima en un 28%.

7) Otra de las causas aberrantes del descontrol financiero y fiscal es la disipación de los gastos públicos.

El rubro de la inversión en esas naciones es mínimo y no llega al 15%.

8) La corrupción generalizada tanto en el sector público como en el privado.

9) La impunidad que estimula la delincuencia y socaba los cimientos de la moral.

10) La filosofía del tener sobre el ser. Se prioriza el exitismo económico y no el atributo de los valores del hombre.

11) La privatización de las empresas públicas consolidando el monopolio u oligopolio para fijar tarifas abusivas. Previa a la privatización se impone una ley anti monopólica con el objetivo de abrir el mercado a la competencia.

La privatización de las empresas públicas, en poder de empresas extranjeras, sin la exigencia de reinvertir parte de sus utilidades en el país retrae del ahorro nacional sustanciales recursos tan necesarios para su progreso.

12) La ausencia del crecimiento interno en los pueblos del Tercer Mundo conspira contra la calidad de vida de sus habitantes.

14) La explosión demográfica.

15) La manipulación de la Administración de Justicia por los políticos deshonestos alienta la corrupción y la quiebra moral de la sociedad. El Estado de Derecho, no sólo ha de detenerse en las cuestiones jurisdiccionales, también se ahorraría tiempo y coste si se habilita la competencia de jueces de conciliación y arbitraje.

Para que esté vigente la justicia, no ha de consolidarse una sociedad política con una minoría opulenta y una mayoría en la pobreza crítica.

La opulencia corrompe, la miseria degrada.

La Administración de Justicia es el capítulo deficitario en los países del Tercer Mundo. La lentitud ociosa de los tribunales. Una morosidad inconcebible hasta en los juicios sumarios. El retardo de justicia equivale a la injusticia.

La conciencia social va perdiendo protagonismo.

El predominio de círculos cerrados que absorben fortunas, imponen gobiernos corruptos y someten a las grandes mayorías.

En el Tercer Mundo, la Administración de Justicia es un capítulo aplazado. La presión fáctica subalterniza los fines del derecho.

Cinco azotes agravian al Poder Judicial:

1) Jueces faltos de idoneidad.

2) Jueces sin carácter sometidos a las influencias.

3) Magistrados comprometidos con la corrupción.

4) El retardo de justicia.

5) El color sectario de los jueces.

La mayoría de los magistrados inician su carrera, sin la debida experiencia profesional. De reclutas jurídicos se convierten en los juzgadores de la honra y bienes de los ciudadanos.

La justicia se tiñe de colores sobre la venta impoluta de la diosa Astrea.

El árbol de la justicia, en el Tercer Mundo, está muy torcido, peligrosamente inclinado.

Una nación sin buena Administración de Justicia transitará por el camino de la corrupción, con su cómplice, la impunidad.

El Estado es una Entidad Moral. No se podrá construir un buen edificio con malos materiales, con mayor razón un sólido edificio para la República con ciudadanos perversos.

La severidad de la ley sobre la arbitrariedad de los prevaricadores. La personalidad del ser sobre la soberbia del tener.

El derecho de los más sobre el privilegio de los menos.

 

EL AGUA

 

El siglo XXI se ve amenaza por la merma del agua. El informe lugano en la página 147 alerta que desde un punto de vista físico, el agua dulce está mal repartida entre países y continentes. El riego acapara actualmente a casi tres cuartas partes de todo el uso a que se destina el agua dulce. En el Sur el 90% del agua está destinado a la agricultura. ¿Durante cuánto tiempo puede prevalecer esta pauta desigual de captura de recursos cuando la población del Tercer Mundo está emigrando en masa a las ciudades?

"En el medio rural chino, pese a su situación proporcionalmente favorecida, decenas de millones de campesinos de las provincias del norte ya sufren crisis crónica de agua. Esta escasez de agua para la agricultura, presente o en potencia, a duras penas se limita a China, aunque los chinos se han visto obligados a eliminar al menos un millón de hectáreas de tierras de regadío de la producción. Otros países desde México hasta Argelia, están afectados de forma similar. El derroche y la mala gestión contribuyen de forma notable a la escasez, pero los límites físicos  absolutos pesan aún más".

"Los acuíferos se están secando. El agua fósil que existe bajo las grandes llanuras de los Estados Unidos ya está casi agotada. Tierras antes fértiles en Texas, Israel y la India han sido abandonadas por falta de aguas subterráneas. En la antigua URSS se desecó áreas para regar los campos de algodón; casi tres millones de hectáreas se han convertido en un desierto de sol y ya no sirve para el cultivo.

Los gobiernos tendrán problemas para justificar planes despilfarradores de riego cuando cientos de millones de habitantes de las ciudades carezcan de agua potable.

Los países con reservas de agua abundante, energía y con riqueza forestal y de minerales pueden mirar el futuro con optimismo.

La Revolución Verde se halla comprometida con el calentamiento global de la Tierra. Los residuos líquidos de fertilizantes y pesticidas ya están contaminando los suministros de agua potable de muchas regiones del Norte, creando dificultades entre el uso de agua para fines agrarios y no agrarios.

La nutrición requiere de una adecuada alimentación. El adulto que no llega a 2.700 calorías al día si bien no está desnutrido, esa insuficiencia cuantitativa de alimentos enfrentará riesgos de salud. Si por la ingestión absorbe más de 2.800 calorías el riesgo disminuirá.

Un trabajador manual, estibador portuario demanda 4.500 calorías diarias.

La incógnita que debemos despejar es si la producción de alimentos puede satisfacer las necesidades básicas de los seis mil millones de seres humanos. De acuerdo a los análisis de especialistas una dieta insuficiente sí. Pero si la alimentación fuese enriquecida con proteína animal, frutas, aceites, vinos, cervezas, leche, la respuesta sería negativa.

Con la producción de alimentos, el universo sólo está en condiciones de satisfacer las necesidades de cuatro mil millones de personas.

Ante tales circunstancias se prevé un aumento de la demanda y un oligopolio en manos de países solventes, que determinará la suba de precios y las tensiones, entre los productores y los no productores agudizando la franja de la pobreza que en este siglo ya ha llegado al pico del 66% de la población mundial.

La Conferencia sobre el Entorno Humano, de las Naciones Unidas, reunida en Estocolmo del 5 al 16 de junio de 1972, proclamó:

1) El hombre es a la vez obra y artífice del medio que lo rodea, el cual le da sustento material y le brinda la oportunidad de desarrollarse intelectual, moral, social y espiritualmente. En la larga y tortuosa evolución de la raza humana en este planeta, se ha llegado a una etapa en que, gracias a la rápida aceleración de la ciencia y la tecnología, el hombre ha adquirido el poder de transformar, de inmejorables maneras y en una escala sin precedentes, cuanto lo rodea. Los dos aspectos del entorno humano, el natural y el artificial, son esenciales para el bienestar del hombre y para el goce de los derechos fundamentales, incluso el derecho a la vida.

2) La protección y el mejoramiento del entorno humano es una cuestión fundamental que afecta al bienestar de los pueblos y el desarrollo del mundo entero, un deseo urgente de todos los pueblos y un deber de todos los gobiernos.

El hombre debe hacer constantemente recapitulación de su experiencia y continuar descubriendo, inventando, creando y progresando. Hoy en día, la capacidad del hombre de transformar lo que lo rodea, utilizada con discernimiento, puede llevar a todos los pueblos los beneficios del desarrollo y ofrecerles la oportunidad de ennoblecer su existencia. Aplicado errónea o imprudentemente, el mismo poder puede causar daños incalculables al ser humano y a su medio. A nuestro alrededor vemos multiplicarse las pruebas del daño causado por el hombre en muchas regiones de la tierra: niveles peligrosos de contaminación del agua, el aire, la tierra y los seres vivos; grandes trastornos del equilibrio ecológico de la biósfera; destrucción y agotamiento de recursos insustituibles, y graves deficiencias, nocivas para la salud física, mental y social del hombre en el medio por él creado, especialmente en aquél en que vive y trabaja.

6) Hemos llegado a un momento de la historia en que debemos orientar nuestros actos en todo el mundo atendiendo con mayor cuidado las consecuencias que puedan tener para el medio. Por ignorancia o indiferencia, podemos causar daños inmensos e irreparables al medio terráqueo del que dependen nuestra vida y nuestro bienestar. Por el contrario con un conocimiento más profundo y una acción más prudente conseguiremos, para nosotros y nuestra posteridad, unas condiciones de vida mejores en un medio más en consonancia con las necesidades y aspiraciones del hombre. Las perspectivas de elevar la calidad del medio y de crear una vida más satisfactoria son grandes.

Lo que se necesita es entusiasmo, pero, a la vez, serenidad de ánimo y trabajo afanoso, pero sistemático. Para llegar a la plenitud de su libertad dentro de la naturaleza, el hombre debe aplicar sus conocimientos.

La defensa y el mejoramiento del medio ambiente para las generaciones presentes y futuras se ha convertido en meta imperiosa de la humanidad, que ha de perseguirse al mismo tiempo que las metas fundamentales ya establecidas de la paz, el desarrollo económico y social en todo el mundo, y de conformidad con ellas.

7) Para llegar a esa meta será menester que ciudadanos y comunidades, empresas e instituciones, en todos los planos, acepten las responsabilidades que les incumben y que todos ellos participen equitativamente de la labor común. Hombres de toda condición y organizaciones de toda índole plasmarán, con la aportación de sus propios valores y la suma de sus actividades el entorno del futuro.

Corresponderá a las administraciones locales y nacionales, dentro de sus respectivas jurisdicciones, la mayor parte de la carga en cuanto al establecimiento de normas y la aplicación de medidas en gran escala sobré el medio. También se requiere la cooperación internacional con objeto de allegar recursos que ayuden a los países en desarrollo a cumplir su cometido en esta espera. Y hay un número cada vez mayor de problemas relativos al medio que por ser de alcance regional o mundial o por repercutir en el ámbito internacional común, requieran una amplia colaboración entre las naciones y la adopción de medidas por las organizaciones internacionales en interés de todos. La Conferencia encarece a los gobiernos y a los pueblos que aúnen sus esfuerzos para preservar y mejorar el medio humano en beneficio del hombre y de su posteridad".

El pronunciamiento de la Conferencia de Estocolmo es un llamado de atención frente a los riesgos que afronta la humanidad.

La contaminación ambiental constituye el principal peligro que sigue causando daños graves a los ecosistemas. Es hora de parar la contaminación de los mares por sustancias tóxicas (desechos nucleares) que ponen en peligro la salud del hombre, daña peligrosamente la vida marina y atenta contra las reservas acuíferas.

La deforestación en América y África ha provocado desequilibrios en el medio ambiente. La reserva forestal en dichos continentes ha disminuido en un 50%, repercutiendo en perjuicio de la calidad de vida de los habitantes.

El imperativo de la humanidad es preservar los recursos que nos brinda generosamente el planeta y que el hombre lo degrada y lo desvaloriza.

Ha llegado el momento de movilizar las conciencias para combatir el flagelo de la contaminación ambiental y la explotación irracional de los recursos forestales y minerales, para garantizar un porvenir sin angustias ni cataclismos cíclicos.

El principio 26 de la Conferencia de Estocolmo sanciona: Es preciso liberar al hombre y a su entorno de los efectos de las armas nucleares y de todos los demás medios de destrucción en masa. Los Estados, deben esforzarse por llegar pronto a un acuerdo en los órganos, internacionales pertinentes, sobre la eliminación y destrucción completa de tales armas. La delegación china propuso la siguiente modificación: "A fin de proteger a la humanidad y al autor no humano, es imperativa la firme prohibición del uso y la destrucción completa de las inhumanas armas químicas y bacteriológicas que contaminan y dañan gravemente al medio; es indispensable prohibir y destruir completamente las armas nucleares y, como primera medida, los Estados nucleares deben llegar a un acuerdo sobre la no utilización de armas nucleares en ningún momento y bajo ninguna circunstancia".

La proliferación de estas armas al servicio del crimen y del genocidio es consecuencia de la regresión, por la exaltación de las tendencias instintivas que socaban el cimiento moral de la humanidad.

Las dos ignominias que atormentan al universo son la miseria y las incesantes guerras.

Sigue el predominio del egoísmo sobre la solidaridad; el instinto antes que la razón; el odio y no el sentimiento. La globalización del mal seguirá atormentando al hombre con su carga de angustia, neurosis y resentimiento.

La destrucción del Universo tiene dos causas: a) La agresión a los ecosistemas; b) la injusta estructura social que margina a las grandes mayorías para privilegiar a una opulenta minoría.

 

LA EXPLOSIÓN DEMOGRÁFICA

 

Uno de los problemas que gravan el futuro del Universo es la explosión demográfica. El crecimiento vegetativo de la población mundial sube cada año a 2,7%. El adicional de seres humanos exige más infraestructura y demanda de alimentación en un proceso natural de merma de los recursos naturales.

Los hombres presentan rasgos comunes, pero se advierten diferencias en el cutis, en la talla, en los ojos y en los otros caracteres. La etnología estudia los pueblos como portadores de cultura.

La mayoría de los antropólogos distinguen cuatro razas: a) la blanca; b) la amarilla; c) la negra; y d) la roja.

La raza blanca ocupa la Europa, el Asia Occidental y Meridional, el norte y el sur de África, gran parte de América, Australia y Nueva Zelandia: a) la indo-europea, representada por los latinos, celtas, germanos, eslavos, escandinavos, persas, hindúes, etc.; y b) la semita, integrada por judíos, árabes y bereberes.

La raza amarilla se disemina casi por todo el Extremo Oriental y con parcialidades en el Asia Septentrional y Occidental y con parcialidades en una pequeña parte etno-áreas. Se divide en tres ramas: a) la del Extremo Oriental, que comprende a los chinos, anamitas, malayos y polinesios; b) la mongola, con los mongoles, mauchúes, tibetanos, japoneses, turcos, magiares y otros; c) la septentrional, compuesta de los samayedos, los lapones, los fineses y otros grupos del norte.

La raza negra habita preferentemente el África. Dentro de esta raza se incluye a sudaneses, bantúes, hotentotes, cofrés, australianos y melanesios.

La raza roja se instaló en América. Las principales tribus que la representan son los alonguinos, mohicanos, irogueses, apaches, sinses, aztecas, araucanos, patagones.

La base más importante del mestizaje en América fue la raza blanca europea la determinación de los tipos se fija a fines del Eneolítico. Esta tesis la discuten los antropólogos Munch, Schoeder, Kossina y otros.

El Paleolítico, superior a su antecedente mediato. Europa es ocupada por los oro-magnones, que pertenecían a la especie del "Homo Sapiens" y que eran altos, robustos, cara relativamente corta y ancha, la nariz estrecha.

Los pueblos europeos que pertenecen a la raza blanca son:

a) Los nórdicos, que ocupan las regiones báltico-atlánticas, que comprende el sur de Escandinavia, oeste de Finlandia, norte de Polonia, Alemania y Holanda, litoral de Bélgica y Francia, parte de Inglaterra y Escocia.

Los godos, que dominaron España por mucho tiempo, pertenecen a la raza blanca nórdica, que se caracteriza por su talla elevada, contextura atlética, piel blanca rosada, cabellos claros y castaños, ojos azules y verdes y cabeza ligeramente alargada.

Según la Enciclopedia de las Razas Humanas, editada en 1956 por De Gasso Hnos. (España), los pueblos germanos se formaron en la Edad de Bronce, en los países escandinavos y en Alemania.

b) El este-europeo u orientales: arraigaron en la Rusia Central y en Polonia. Estos comienzan la cruza con los nórdicos en Finlandia, países nórdicos y en Persia Oriental. Caracterizan a esta gente la palidez de la piel, el color azul claro o gris de los ojos y la claridad de los cabellos. De talla ligeramente inferior a la nórdica. De cara larga y huesuda, con pómulos salientes y la nariz por lo general corta y ancha.

La raza blanca eslava, especialmente la del norte, corresponde a la Europa Oriental y presumiblemente se formó de la cruza de los germanos con los urualo-altaicos. Sin embargo, no todos los pueblos de lengua eslava pertenecen a ese tipo. Así nos dice el investigador Segundo Panyela: "En la zona norte de los Cárpatos parece que debe buscarse el núcleo de expansión eslava de los siglos VI al VIII que dio entrada en la historia a los serios, croatas, eslovenos, checos, wendos y rusos".

c) Los alpinos, cuyo origen lo encontramos en la época mesolítica. Eran los primeros braquicéfalos de Europa. La raza blanca alpina ocupa el centro de Frosicia, gran parte de Bohemia y Hungría, Suiza, norte de Italia y Alemania del Sur. Distingue a estos pueblos su piel blanca, aunque más tostada que la de los nórdicos y eslavos; ojos claros, siempre domina el azul puro, y cabellos castaños o negros. Como son braquicéfalos, su talla es inferior a la media normal del hombre. Son gruesos y de extremidades cortas.

d) Los dináricos o adriáticos que, a decir de los especialistas, tienen la particularidad de la cabeza corta, aplanada por detrás y alta. Asimismo, la cara y el mentón son altos y la nariz desarrollada y prominente, con el dorso convexo. Son altos y tienen los ojos y cabellos oscuros. Ocuparon parte de los Balcanes y habitan su territorio grupos étnicos heterogéneos.

d) Los mediterráneos, que tuvieron como hábitat las orillas del Mediterráneo. El tipo humano es variado, con predominio de los dolicocéfalos, con la cabeza alargada y de piel morena. Los antropólogos opinan sobre esta raza: "Además de ocupar todo el norte de África, algunos autores creen que es uno de los elementos del complejo racial de Turquía, especialmente en el oeste y sur del país y que además forma una unidad con los orientálidos, los pueblos semitas".

Los mediterráneos son más pigmentados que los alpinos y los dináricos y por la acción del sol se vuelven morenos. Tienen los ojos oscuros y los cabellos muy negros. La variedad íbero-insular se caracteriza por la pequeña talla y esbeltez del cuerpo y la dolicocefalia. También por su cara larga, de contorno ovalado, la nariz recta y apuntada, los labios carnosos y los ojos grandes.

Estos pueblos están asentados en España, sur de Francia e Italia, islas del Mediterráneo Occidental y S.E. de los Balcanes. La otra variedad, llamada "atlántico mediterráneo", es menos frecuente y se caracteriza por la mayor estatura y por tener la cabeza algo más corta, mesocéfalos.

Los grupos étnicos, por lo general se forman por la amalgama de varias corrientes que se encontraban en un mismo territorio, pero que procedían de razas diferentes.

Los principales pueblos fueron: los indo-germanos, germanos, celtas, ítalos, ilirios y tracios, timerios y álanos, eslavos, griegos y, con posterioridad, los mongoles de Atila y los árabes del Islam.

Acerca del origen de los pueblos indo-germanos se registran dos opiniones: la primera afirma que es descendencia oriental. El área primitiva estaba localizada en el Asia Central. Según esta teoría la migración fue de este a oeste; la segunda teoría sostiene que los indo-germanos eran oriundos de Europa, regiones danubianas y mediodía de Rusia. Ellos habitaban el norte europeo; los indo-germanos son de raza aria. Los vikingos están incluidos en ese agrupamiento.

Los germanos se constituyeron en un tipo étnico a principios de la Edad de Bronce. Este pueblo resultó de la fusión de los indo-germanos de la cultura megalítica nórdica con los restos del pueblo maglemose de Escandinavia. Con posterioridad a la Edad de Bronce, período III (900/700 a.C.) irrumpen por el oeste, llegando a las proximidades del dominio céltico, influencia que se extendió hacia el occidente de Alemania. Por el este alcanzaron la Prusia.

El vigor expansionista de los germanos desalojó a los celtas y los redujo a la mitad de su territorio. La fusión de indo-germanos y no I indo-germanos dio nacimiento al pueblo celta, conforme a una tesis muy aceptada. Su expansión colonizadora se intensifica en el siglo VI a.C. El río Rin es el medio físico de tránsito.

Por Francia invaden la península ibérica. Ocupan preferentemente la Meseta Central de la actual España, la Galicia y el norte de Portugal. También se establecieron en Irlanda y parte sur de Inglaterra, así como en Suiza y norte de Italia. Durante las primeras etapas de la segunda Edad de Hierro (400 a 200 a.C.) se desarrolla la gran civilización céltica, que tiene sus asentamientos principales en el noreste de Francia y la cuenca del Rin.

En el siglo II a.C. los celtas del Danubio se infiltraron por los países balcánicos y prolongaron sus expediciones a Grecia. Al ser desalojados del territorio helénicos se establecieron en un lugar de la antigua Frigia, que desde entonces tomó el nombre de Galacia (Asia Menor). Los celtas bajos se afianzaron en Bohemia (Alemania), que recibe de ellos su nombre.

La expansión germánica termina con los celtas del Rin. Movimientos inmigratorios de suevos por la línea del Main, a los que siguen los marcomanos, quienes ocuparon principalmente el sur de Alemania y Bohemia, mientras la parte septentrional era conquistada por otros diferentes pueblos.

La unidad de celtas e íberos ha impulsado la conquista de América. En sus virtudes y defectos se encuentran los indicadores de una psicología singular.

Los itálicos desarrollaron su civilización al norte de Italia, en Villamora. Éstos también pertenecen a los grupos indogermánicos y extendieron su civilización hasta el sur de la península. Los etruscos, latinos y sabinos, años más tarde ocuparon gran parte de las posesiones de los ítalos.

La influencia de los ítalos en la Bota del Mediterráneo fue manifiesta; la fluida cultura, quizá originaria de la de Terramara, dejó aquella tradición como legado en los pueblos del Po.

La heterogeneidad de grupos raciales también distingue a la tierra del Dante. Ítalos, etruscos, sabinos, latinos, ilirios, etc., mezclaron su sangre quizás atraídos por el amor, el interés o la concupiscencia. Los ilirios y tracios son indo-germanos orientales. Antes que los celtas ocuparon la cuenca del Danubio y la parte norte de los Balcanes. Desarrollaron su cultura preferentemente en los actuales territorios de Hungría, Austria y Bulgaria.

Prestigiosos investigadores, refiriéndose a esos grupos raciales, aseguran que durante la primera Edad de Hierro todavía debieron moverse los ilirios hacia Italia (Veneto y otros), así como de Tracia partió la tribu de los treres que en el siglo VII saqueó, junto con los cimerios (iranios) el occidente de Asia Menor.

Con la conquista persa por Darío termina el apogeo de los tracios, así como con los movimientos de los celtas se pone fin al apogeo de los ilirios, en la segunda Edad de Hierro.

En la época helenítica los tracios e ilirios vuelven a resurgir, formando reinos importantes. Los indo-germanos cimerios y existos poblaron el este de Europa y llegaron a expandirse hacia el sur de Rusia.

Los álanos son iranios, y no mongoles. Sin embargo, este pueblo sufrió la influencia de las avalanchas de los hunos y ávaros, que eran mongoles esos indicadores raciales aún persisten, aunque más atenuados, en las regiones caucásicas.

Los eslavos se formaron presumiblemente en las estepas rusas y arraigaron inicialmente en los pantanos de Pripet.

Entre los etnólogos y arqueólogos rusos parece predominar el criterio de que los pueblos eslavos se constituyeron en la franja septentrional de los Cárpatos, de donde lograron expandirse, entre los siglos VI y VIII, hacia el sur (yugoslavos, chechos); al norte (polacos, wendos) y el este (rusos). La población marca su influencia en el mercado global, pues determina la cantidad de la demanda.

La cifra de habitantes en el Universo fue creciendo vertiginosamente. En el año 1935 se calculaba la población mundial en 2.000 millones de personas.

La ONU pronosticó que en el año 2000 la población mundial sería de siete mil millones a ocho mil millones de habitantes. Afirma también que en la actualidad la población aumenta en alrededor de 81 millones de personas al año (a un ritmo aproximado de 133 millones de nacimientos y 52 millones de muertes). En términos más fáciles de comprender, esto significa que nacen 15.000 niños cada hora, a 250 cada minuto. Las muertes, por el contrario, son de 6.000 cada hora, a 100 cada minuto.

Los expertos han determinado el crecimiento anual de la población entre 90 a 100 millones de nuevos habitantes por año. Cálculos estimativos prevén para el año 2020 una población de 8.000 millones de habitantes.

La proyección preparada por especialistas de las Naciones Unidas presenta la siguiente tabla:

 

 

Las cifras de la tabla anuncian la posibilidad de conflictos en el futuro. En el mundo rico del año 2020, casi una cuarta parte de la población será mayor de 60 años (incluido un 18% que supone casi una persona de cada cinco, mayor de 65 años). Gran parte del poder político se concentrará en manos de personas de la tercera edad.

La edad intermedia en el mundo rico será de 41 años. Entre padres, hijos y empleos cada vez más exigentes, estas personas estarán bajo constante presión y no es probable que muestren mucha paciencia o comprensión hacia las pensiones de ayuda procedentes del 84% de la población mundial.

La estadística proyectada por la ONU estima que en el mundo pobre, donde más de la mitad dé la población actual es menor a 24 años, la proporción de jóvenes habrá disminuido ligeramente en el año 2020 hasta constituir el 46%, de la población. El 43% estará en la edad intermedia, la más productiva. Aunque seguirán teniendo muchos hijos que criar, no soportarán la carga de muchos ancianos, sólo el 20% de la población mundial con menos desarrollo tendrá más de 60 años, y únicamente el 6,8%, casi tres veces menos que en el mundo rico, será mayor de 65 años.

La elevada tasa de crecimiento de la población constituye un factor negativo para el futuro. Conforme a las estimaciones, el Universo no debe superar las 6.000 mil millones de seres humanos en el año 2025.

Al tomar como referencia el año 1975, la estadística registra 4.000 millones de habitantes, de los cuales 1.000 millones (la cuarta parte) vivía en países desarrollados, en tanto que las tres cuartas partes (3.000 millones) residían en países del Tercer Mundo.

Esos años se caracterizaron por un ciclo de relativa paz y prosperidad. El medio ambiente no había sufrido todavía las terribles conmociones que padece en el presente.

La realidad actual de las naciones en vías de desarrollo se asienta en un sistema oligárquico que se resiste al cambio y acepta la influencia externa en detrimento de su soberanía y de su desarrollo.

El aumento incesante de la deuda pública es el instrumento de esa dependencia. El sistema oligárquico frena el desarrollo nacional, ahondando la franja de unos pocos ricos y una gran población sometida a la pobreza crítica.

No serán los rígidos sistemas económicos, menos la tiranía del capital, los factores del bienestar social a que aspiran los pueblos. La ciencia, sea económica, jurídica, financiera, médica, etc., debe estar al servicio del hombre y no convertirse en una mercancía promotora de desigualdades e injusticias.

Un buen edificio exige óptimos materiales; así también la sociedad civil requiere la presencia de hombres idóneos y probos.

El siglo XXI se inicia con una crisis violenta. Por una parte, la ambición sin límites de grupos monopólicos y oligopólicos detentadores del poder económico, con su alienación de codicia, olvidando la angustia dé las grandes mayorías marginadas y resentidas por el dolor, la pobreza, la inseguridad y la injusticia. La soberbia de los técnicos, el dogmatismo cerrado y el exitismo triunfalista corrompen al género humano.

El dios-dinero, que concentra el poder económico, político y social al servicio de minorías deshonestas, es la causa principal del desequilibrio social. Si sepultamos la libertad, queda el hombre sin sus atributos esenciales.

Es inconcebible afianzar un Estado de Derecho hasta tanto siga vigente la impunidad, el resentimiento de los sectores preteridos con sus limitaciones y miserias.

La gran estrategia para superar la crisis que vive actualmente el Universo, es recuperar la moral para reencauzar a los pueblos por la senda de la prosperidad, basada en la cultura y en la solidaridad social.

La globalización genética de etnias ha sido la principal causa de la progresión geométrica de la población mundial.

 

 

 

 

 

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