Portal Guaraní - LA ESPERANZA DE LA PATRIA - Desde El Ybytyruzú - Por CAIO SCAVONE

El hecho de tirarse sapos, culebras y asteriscos -entre otras porquerías– marca que alguna elección se avecina en el Paraguay. Hoy las cruzadas políticas partidarias se encuentran en su glorificación y en las carpas de los dos partidos tradicionales se cruzan y entrecruzan internamente con retos y verbosidades en todos los formatos y de todos los calibres. Sobre todo sobresalen en las carpas escarlatas y las recriminaciones que se escuchan son: sinvergüenza, narcotraficante, mbatará, traicionero, caradura, recién afiliado, corrupto, gata Flora, extorsionador, cepillero, contrabandista, atorrante, vendidas y bandidos, entre las más suaves y mansas manifestaciones.

Lo lindo y simpático es que una vez que finalicen las internas de los partidos vendrán las caricias y, con el “abrazo entre hermanos es más lindo el Paraguay”. Es lo feo y antipático que la ciudadanía debe soportar y, con cariño y ternura entre los contendores, se debe olvidar todo lo que se dijo antes con la vieja y gastada sentencia de: “en política eso es así nomás luego”. Mucha gente se enoja cuando se le hace escuchar las grabaciones que se reciclan y en donde quedan los comentarios que de lo peor hizo en contra y con quien ahora se encuentra abrazado. Con la frase “en política vale todo” también se suavizan todos los bestiales y atroces comentarios lanzados en contra de quienes, antes de las internas, eran tóxicos correligionarios para convertirse y juntarse después como garrapatas para sacarle la sangre al pueblo paraguayo.

Todos se dedican, antes de las internas, a ventilar los trapos de cocina que ensucian a los candidatos y eso se nota hasta en una elección de una directiva de cualquier comisión de barrio y, se imaginan, cuando deben seleccionarse a gente que debe ocupar cargos de relevancia. ¿Será que alguna vez los candidatos, aparte de autoasignarse en nombre de los partidos políticos, sabrán guardar un mínimo de respeto y también dirigirse a su contrincante con la decencia que exige perseguir el cargo de Presidente de la República, ser parte del parlamento, ser gobernador, intendente y consejero?

Lo notable es que los viejos zorros de la política estiran la lengua para desnudar a su ocasional adversario. Lo que no se sabe es si los jóvenes tomasen el poder también se comportarían de igual manera y solo sabrán ventilar las falencias del contrario.

Mucha gente sigue debajo de la enorme y corrupta sábana que cada 5 años se despliega para dar refugio a sendos impresentables de los partidos políticos del Paraguay.

Muy poco cambio originó la caída del stronismo en el país. Solo las elecciones sirven para darle el sello de país democrático y, paradójicamente, los partidos políticos son los que menos cambio tienen. Los que están de turno contratan a los mediocres pero obsecuentes, la profesionalidad no vale, la decencia no se usa, la honorabilidad no sirve y la honradez no interesa. La juventud es la esperanza de la patria, dicen. En las elecciones del 2013 votaron 2.409.407 electores. Ganó Cartes con 1.104.169 votos, seguido de Alegre quien sumó 889.451 y la izquierda fue derecho al córner con 234.905 votantes.

En las carpas partidarias actuales se aprecia que no existe un joven ni una joven en los primeros lugares de la lista parlamentaria. ¿No tienen piko los partidos políticos, entre la gran cantidad de afiliados, a un/una joven con el perfil capaz de formar parte de la masa parlamentaria e ir formando a futuros dirigentes y buenos políticos para el Paraguay del después? A los candidatos colorados a la presidencia les asiste una juventud que vale mucho pero la carrocería que les acompaña sigue siendo la carroña de siempre, salvo alguna increíble excepción. En el radicalismo, la lucha es igual o peor ya que su lista de buena, o de mala fe, parece también hecha para un torneo senior...

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