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EUSEBIO AYALA (+)
14 de Agosto de 1875 - 04 de Junio de 1942
 
EUSEBIO AYALA (+)


Biografía:

EN BARRERO GRANDE NACE UN DEFENSOR DEL CHACO

Un día como hoy se cumpliría un aniversario más del nacimiento del Dr. Eusebio Ayala, quien asumió en dos oportunidades la presidencia de la República: de 1921 a 1923 y del 15 de agosto de 1932 al 17 de febrero de 1936. Es conocido como el "Presidente de la Victoria", por su papel durante la Guerra del Chaco
.
Nació en Barrero Grande, Cordillera, el 14 de agosto de 1875, hijo de Abdón Bordenave y Casimira Ayala, una humilde adolescente que de niña había soportado las penurias de las mujeres durante la guerra de la Triple Alianza. Era hermano, por parte de padre, de Juana Concepción, Enrique, Rosa, Elena y María Bordenave. La escolaridad primaria la realizó en su pueblo natal, con su tía Benita. Luego se trasladó a Asunción, donde trabajó en una tienda. En base a su propio esfuerzo pudo ingresar al Colegio Nacional de la Capital donde se recibió de bachiller en 1896.

Como perito comercial consiguió cátedras en colegios, mediante las cuales pudo solventar sus gastos en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional, donde se graduó de Doctor en Ciencia Social y Derecho en 1904, defendiendo una tesis sobre "El Presupuesto Nacional". Una vez concluida su formación universitaria, realizó varios viajes a Europa. En el primero de ellos fue como Secretario de Embajada a Gran Bretaña por tres años, tiempo en el que llegó a dominar perfectamente el inglés y el francés, perfeccionando, además, su formación filosófica y cultural.

Ayala fue abogado antes de ser servidor público y luego de serlo, además de ocupar cargos como los de Decano de la Facultad de Derecho y Rector Ad Honorem (entiéndase, sin remuneración) de la Universidad Nacional de Asunción, fue el segundo Presidente de la incipiente "Liga Paraguaya de Football Association", Presidente del Touring Club Paraguayo y de innumerables organizaciones de reconocido prestigio.

En París conoció a su futura esposa, Emilia Marcela Eugenia Durand. Se casaron en Buenos Aires por civil y cuando volvieron al Paraguay, ya con un hijo de ocho años, por razones sociales tuvieron que casarse por iglesia en lo que se conocía como "matrimonio secreto". El casamiento se realizó en forma confidencial el 27 de diciembre de 1922 y estuvo a cargo de Monseñor Bogarín. A su regreso al Paraguay, Ayala dictó cátedra de Derecho Penal y Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho y fue Rector de la Universidad de Asunción.

Como periodista trabajó en El Diario y en El Liberal, y más tarde fue director de la Revista de Derecho y Ciencias Sociales. José P. Guggiari lo nombró embajador en los Estados Unidos. Se lo recuerda, además, como el único paraguayo de esa época que dictó una conferencia en La Sorbona, de París, sobre el utipossidetis, figura jurídica que sería utilizada por el Paraguay en su litigio con Bolivia sobre el Chaco Boreal. Lo hizo en un claro y correcto francés.
Fruto de sus investigaciones en materia de finanzas, escribió un libro al que llamó “Temas monetarios y afines”, en 1917.

A raíz de la renuncia del presidente Manuel Gondra, como consecuencia de una crisis política y la imposibilidad de que el vicepresidente Félix Paiva forme un gobierno, el Congreso Nacional lo nombró presidente provisional, el 7 de noviembre de 1921, cargo que ejerció hasta su renuncia el 12 de abril de 1923, en momentos sumamente difíciles para el país pues tuvo que gobernar en los anárquicos días de la revolución de los años 1921 y 1922.

Asumió su segundo gobierno el 15 de agosto de 1932, días antes que se iniciara la guerra del Chaco (1932-1935). Durante la misma visitó varias veces el frente de batalla y se ganó el título de “Presidente de la Victoria”. La guerra consumió toda la energía de su gobierno. Los tres grandes pilares de su política fueron: la excelente relación con el responsable de la conducción militar de la guerra, José Félix Estigarribia; la administración rigurosa de los recursos económicos del país para solventar el conflicto bélico y la dirección diplomática para alcanzar la paz en las mejores condiciones posibles. También se realizaron algunas obras y la oficialización de la versión restaurada del Himno Nacional.
El 17 de febrero de 1936, meses antes de finalizar su período presidencial, fue derrocado por un movimiento militar. Fue apresado y exiliado del país, pasando a residir en Buenos Aires. Se afirmó en sus actividades para el año 1938. Se integró a un importante estudio de abogados de Buenos Aires, dirigió la Cámara Argentino–Paraguaya y escribió para el diario local La Razón. Ayala volvió a hacer algunos viajes a Asunción por cuestiones de trabajo, circunstancias que aprovechó para visitar a su hermana.

Eusebio Ayala murió en Buenos Aires el 4 de junio de 1942 y en conmemoración, el 17 de junio de 1942, la vieja calle San Lorenzo fue bautizada con su nombre, al igual que su pueblo natal. Su esposa Emilia Durand vivió hasta su fallecimiento acaecido en el año 1954 en el Paraguay demostrando el gran amor y respeto que tuvo hacia él. Sus años junto al estadista quedaron plasmados en su libro “Recuerdos".

El 28 de septiembre de 1992, los restos de Eusebio Ayala llegaron en un vuelo especial al aeropuerto internacional Silvio Pettirossi desde Buenos Aires y un vehículo de las Fuerzas Armadas transportó la urna hasta el Palacio de López, al saludo de las banderas paraguayas.
El 29 de septiembre de 1992, día en que se celebraba un año más de la Victoria de Boquerón, los restos del Doctor Eusebio Ayala por fin pasaron a reposar en el lugar que le corresponde, el Panteón Nacional de los Héroes de Asunción.

 

IMAGEN: El Dr. Eusebio Ayala junto a su esposa, durante su estadía en los Estados Unidos.

Archivo Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.

Recopilación de Eduardo Nakayama, Asociación Cultural Mandu`arã.

 

 

 

EUSEBIO AYALA

Nació en 1875 en el pueblo que lleva su nombre, antes Barrero Grande. Hijo de Casimira Ayala, hizo sus estudios primarios en su pueblo natal y el bachillerato en el Colegio Nacional de la Capital. Ínterin estudiaba en la Facultad de Derecho, enseñaba en el Colegio Nacional y en la Escuela Normal. Ya egresado con el título de Dr. en Derecho, ingresó en la cátedra universitaria, enseñando Derecho Constitucional y Derecho Penal. Ya catedrático universitario, siguió leyendo Filosofía, Sociología, Finanzas, Economía Política, Derecho Internacional. Viajó frecuentemente a Europa y los EE.UU. de América; poseyó cuando menos el francés, el inglés e italiano fluidamente. Estrechamente vinculado a las empresas industriales extranjeras, tuvo activa militancia política. Fue parlamentario, Ministro del PE; de Justicia, Culto e Instrucción Pública, de Hacienda, de Relaciones Exteriores.

El Dr. Ayala estaba ya bien compenetrado de la cuestión chaqueña; en 1913, siendo Canciller negoció con el plenipotenciario boliviano Ricardo Mujía, el protocolo que establecía el compromiso de negociar el Tratado definitivo de límites en un plazo de dos años. En 1927/28, presidió la delegación a las negociaciones llevadas a cabo con motivo de la muerte del Teniente Rojas Silva. En 1921 había asumido la Presidencia de la República como solución transaccional de una grave crisis política y tuvo que enfrentar la sangrienta revolución de los coroneles Chirife, Mendoza y Brizuela. Fracasada la rebelión, entregó la Presidencia al mandatario electo, Dr. Eligio Ayala y marchó de nuevo a Europa. Proclamado en ausencia, el Dr. Eusebio Ayala asumió la primera Magistratura el 15 de agosto de 1932, desatada ya la guerra. Estructuró su gabinete con el Dr. Narciso Méndez Benítez, como Ministro del Interior, a quien sustituyó Belisario Rivarola; el Dr. Víctor Rojas, en Guerra y Marina; el Dr. JP Benítez, en Relaciones Exteriores; a quien sustituyó el Dr. LA Riart; el Dr. Benjamín Banks, en Hacienda; el Dr. Justo P. Prieto, en Justicia, Culto e Inst. Pública; y el Dr. LA Riart en Economía, a quien sustituyó el Ing. Albino Mernes.

El presidente Ayala afrontó la difícil coyuntura con la voluntad sin retaceos de todos los sectores. Militantes de los sectores opositores desempeñaron delicadas funciones en la diplomacia, en la administración de justicia, en la milicia. JE O'Leary, Adriano Irala, César Vasconcellos, CR Andrada, Bernardo Ocampos, JI Ramírez, FC Chaves, T. Romero Pereira, Rafael Franco y los schaeristas.

Y tuvo el ponderado acierto de mantener al entonces Teniente Coronel JF Estigarribia en el Comando del Ejército en campaña. El presidente Ayala condujo con acierto al país en tan difícil emergencia, sin olvidar la controvertida decisión política referida al armisticio de Campo Vía. Y cabe la mención de circunstancias muy positivas: la economía interna fue robustecida; se incrementaron algunos rubros de exportación, los gastos del conflicto fueron solventados sin empréstitos agobiantes y se ganó la buena disposición de los países del área, de imponderable y favorable proyección. El presidente Ayala viajó constantemente al Chaco; así en diciembre de 1933, el mismo día en que culminaba la victoria de Campo Vía, lanzó una proclama al Ejército desde el mismo PC del general Estigarribia. Y en mayo de 1935, en Mandyjupecuá, condecoraba al RC 1 "Valois Rivarola", con la Cruz del Chaco.

Terminado el conflicto, el Congreso otorgó al Presidente la Medalla de la Defensa del Chaco. Y el Dr. Ayala patrocinó ante el Congreso, singulares homenajes a favor del general Estigarribia; la creación en su beneficio de la jerarquía de General de Ejército, y una pensión de elevado monto. "Designio del proyecto es premiar con una jerarquía excepcional al ilustre jefe militar que ha mandado el Ejército durante la campaña del Chaco. Una democracia se honra en reconocer y consagrar los méritos de los ciudadanos que merecen bien de la Patria. No ha de esperarse que ellos desaparezcan ni ha de limitarse el reconocimiento nacional a títulos honoríficos. El General Estigarribia, por sus condiciones intelectuales y de carácter, y por su juventud, está llamado a prestar eminentes servicios, por mucho tiempo a la Nación... El General Estigarribia es un prócer paraguayo de la más pura estampa...”. El Congreso sancionó la pertinente Ley. Mas el fermento revolucionario incubado en las trincheras, sólo esperaba una ocasión o pretexto para salir a flote. El 17 de febrero de 1936, un pronunciamiento militar conducido por los coroneles Federico W. Smith y Camilo Recalde, desalojó del poder al Partido Liberal. El Dr. Eusebio Ayala fue detenido y enviado al exilio; falleció en Buenos Aires en 1942, estaba casado con la francesa Marcelle Durand y dejó descendencia. El consenso público califica al Dr. Ayala como el presidente de la Victoria, título honroso y merecido.

Hijo de Abdón Bordenave, el Dr. Ayala era hermano por línea paterna, entre otros, de los Dres. Ángel Medina y Enrique Bordenave. Este fue canciller en el gabinete del Dr. Eligio Ayala y Ministro Plenipotenciario ante el gobierno norteamericano, durante el gobierno del Dr. Eusebio Ayala. El Dr. Bordenave cumplió con relevancia la defensa de los derechos del Paraguay sobre el Chaco.

Fuente: BREVE HISTORIA DE GRANDES HOMBRES. Obra de LUIS G. BENÍTEZ. Ilustraciones de LUIS MENDOZA, RAÚL BECKELMANN, MIRIAM LEZCANO, SATURNINO SOTELO, PEDRO ARMOA. Industrial Gráfica Comuneros, Asunción – Paraguay. 1986 (390 páginas)

 

 

AYALA , EUSEBIO

Presidente de la República durante los períodos 1921-1923 y 1932-1936. De la antigua Barrero Grande proviene Eusebio Ayala, nacido el 14 de agosto de 1875. Viene al mundo de la libre unión del bearnés don Abdón Bordenave y de la adolescente paraguaya Casimira Ayala (de 19 años).

Su progenitora, que tal vez felizmente no sabía leer ni escribir, había soportado siendo niña, las penurias de la Residenta. Sus primeras letras antes de la escolaridad, las hace con su tía Benita. En 1889 viaja a la capital. Una década después fallece don Abdón Bordenave. Y todo se vuelve distinto.

En 1891 está ya en las aulas del famoso Colegio Nacional de la Capital, prestigiado por los profesores españoles.

El 24 de febrero de 1896 retira su diploma de bachiller en ciencias y letras. Ingresa de inmediato a la Universidad, específicamente en la Facultad de Derecho.

Se gradúa de doctor en derecho y ciencias sociales en 1904 con una tesis que delata sus preferencias: "El presupuesto nacional".

Su vocación inicial es la de la enseñanza. Y fue no sólo maestro de primeras letras para ayudar a su manutención, sino que apenas recibido de bachiller asume la cátedra de Historia Patria en la Escuela Normal de Maestros. También, en el ámbito secundario cultivará las más diversas disciplinas.

Su ingreso a la política, con la firma del manifiesto del 4 de julio de 1908 (siempre aproximado al sector "radical" del liberalismo), y la convocatoria a la asamblea del 15 de agosto, le proporcionan la adecuada ubicación.

Aunque es legislador en 1912 -habiendo llegado a presidir la Cámara de Diputados- y luego lo será en 1928, no ha de evitarse la mención de los numerosos ministerios desempeñados entre 1908 y 1925, particularmente los de Relaciones Exteriores; Justicia, Culto e Instrucción Pública y de Hacienda.

Participa de numerosas conferencias internacionales como delegado oficial del Paraguay.

En el orden de la cultura debe indicarse que entre 1897 y 1899 es director de la "Revista del Instituto Paraguayo"; en 1917 colaborador de "Los Anales del Gimnasio Paraguayo"; "El Diario" y "El Liberal” además de director de la "Revista de Derecho y Ciencias Sociales" (1927).

Eusebio Ayala asume la presidencia provisional de la República el 7 de noviembre de 1921, o sea una semana después que el vicepresidente Dr. Félix Paiva considerara infructuosa su tarea de establecer la necesaria continuidad.

El doctor Ayala aguantará hasta el 12 de abril de 1923, en que renuncia al cargo después de haber tratado de gobernar durante un año, cinco meses y cinco días. El 27 de marzo de dicho año se desata la guerra incivil (como es toda aquella que supone una contienda entre hermanos) que dura hasta el 10 de julio de 1923. Don Eusebio enfila la proa hacia Europa, cuna, en cierto modo, de su fortalecimiento cultural. Pero regresa y en 1926 es elegido, el 15 de junio, rector de la Universidad hasta el 17 de marzo de 1928. Ha sido previamente diputado y con posterioridad senador.

El 17 de enero de 1932 la convención del Partido Liberal lo declara su candidato a la presidencia de la República cuando él, desde 1931, se hallaba en París.

El 6 de marzo se embarca en el "Atlantique" rumbo a la patria acompañado de su familia. Llega a la presidencia el 15 de agosto de 1932 con la oposición en repliegue. Integra su gabinete de la siguiente manera: Interior, Narciso Méndez Benítez, (Belisario Rivarola); Relaciones Exteriores, Justo Pastor Benítez, (Luis A. Riart); Hacienda, Bejamín Banks; Justicia Culto e Instrucción Pública, Justo Prieto; Guerra y Marina, Victor Rojas; y Economía, Albino Mernes.

A pesar de las circunstancias por las que atravesaba el país y de la dedicación exclusiva al esfuerzo bélico, pueden anotarse algunos logros administrativos: 12 de mayo de 1934, oficialización del Himno Nacional, musicalmente arreglado por el profesor Remberto Giménez, previa encuesta del Instituto Paraguayo.

Además de proyectarse la ampliación de la Oficina de Cambios, el Poder Ejecutivo presenta entre setiembre y octubre de 1935 las siguientes iniciativas: Derechos Aduaneros, separación de la sección territorial de la Dirección de Impuestos Internos, convención y consolidación de la deuda. El 25 de noviembre es sancionada la Ley de Colonización. En 1936 se impulsa la reunión de la Comisión Mixta de Límites con el Brasil; se habilita la Escuela de Enseñanza Técnica en el Departamento de Policía, sin olvidar que ya ha sido creado el Ministerio de Economía. Ante la guerra asume el Dr. Ayala las responsabilidades consiguientes. Concurría a las trincheras con sencillo uniforme (hubiera podido confundirsele con un modesto oficial). Dicho esto para recordar, el dúo de la victoria estuvo formado por descendientes de vascos: Ayala y Estigarribia. Gracias a ellos, el Chaco pudo seguir siendo paraguayo.

Su obligada salida del gobierno se produce el 17 de febrero de 1936, cuando le faltaba medio año para terminar su gestión. Prisión y destierro mediante, reside en Buenos Aires, activa en la Cámara de Comercio Argentino-Paraguaya y en un estudio jurídico.

Muere repentinamente el 4 de junio de 1942. Sus restos fueron sepultados en el Panteón de la Unión Cívica Radical y el 15 de junio de 1970 cremados y sus cenizas depositadas en el camposanto de la Chacarita en Buenos Aires.

Fuente: FORJADORES DEL PARAGUAY – DICCIONARIO BIOGRÁFICO. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL. Coordinación General: Ricardo Servín Gauto. Dirección de la obra: Oscar del Carmen Quevedo. Tel.: 595-21 373.594 – correo: arami@rieder.net.py– Asunción-Paraguay 2001 (716 páginas).


 

EUSEBIO AYALA

Nació en Barrero Grande – ciudad que hoy lleva su ilustre nombre – en el año 1875. Obtuvo el diploma de bachiller en el Colegio Nacional de la Asunción, veinte años después y el grado académico de doctor en derecho y ciencias sociales, en la Universidad Nacional, en 1900. Su tesis verso sobrePRESUPUESTO NACIONAL.

Dedicóse a la enseñanza desde su juventud. Fue profesor de historia del Paraguay en la Escuela Normal y ganó, en concurso de oposición, la cátedra de filosofía en el Colegio Nacional de la misma ciudad. En la Facultad de Derecho dictó cursos de derecho constitucional, sociología, derecho penal estadísticas en 1906. Siendo profesor de economía política, fue designado miembro del Consejo Universitario.

Eusebio Ayala viajó, en diversas épocas, como estudioso. Recorrió Europa y América. Poseía varios idiomas. Es el único paraguayo que dictó conferencias en el local de la "Asociación de Derecho Internacional" de París, presidida por el profesor De la Pradelle, en correcto francés. Una de ellas sobre elUTI-POSSIDETIS JURIS DE 1810.

En 1908, el 2 de julio, vióse a Eusebio Ayala, fusil al hombro, cruzar las calles de la Asunción. Tomaba parte activa en la violenta subversión del ejército en contra del gobierno de Benigno Ferreira. Así era su temperamento. Meditaba para decidirse; pero, resuelto el problema, actuaba, con energía, con rapidez y peligrosamente.

En 1909 desempeñó las funciones de ministro de justicia, culto e instrucción pública; después, las de ministro de hacienda y de relaciones exteriores. Fue, posteriormente, representante del Paraguay en numerosos congresos internacionales entre los que pueden citarse la Segunda Conferencia Científica Panamericana, reunida en Washington en 1915; la Conferencia Panamericana de Buenos Aires, en 1916; la Conferencia Económica y financiera de Washington, en 1919; las conferencias reunidas en Buenos Aires – 1927-1928 – con motivo del conflicto de límites con Bolivia.

Eusebio Ayala también ocupó, en varias ocasiones, un asiento en la Cámara de Diputados y en el Senado de la Nación. De una de estas bancas, en 1921, fue llevado a la Presidencia de la República. Tocóle en suerte, en esa oportunidad, afrontar una de las revoluciones más asoladoras que castigaron al país. Casi todo el ejército se había sublevado contra su gobierno por haber vetado una ley de elecciones presidenciales. Al primer magistrado no le quedaron sino la Escuela Militar, la Policía y la Marina. Y con ellas venció, el 9 de junio de 1922, en el combate de la Asunción, a las fuerzas subversivas, y las persiguió hasta Cai-Puente, hoy Coronel Bogado.

De la Presidencia de la República, Eusebio Ayala partió con destino a Europa. En el viejo continente siempre estuvo al servicio de la Nación. Hallándose en París, en 1932 estalló la guerra can Bolivia. En ese tiempo se lo había proclamado candidato electo a la primera magistratura del país. El 15 de agosto de 1932 tomó posesión del cargo. Y desde ese instante, el hombre de vocación y de convicción pacifistas, por una paradoja del destino, tomó la dirección de la guerra que estaba viviendo el Paraguay. Y la tomó con tanto fervor, que aparece en el panorama de la historia, con derecho propio conquistado en la lidia sin tregua, ardorosa y llameante del Chaco Boreal, como el símbolo de la voluntad y del talento triunfantes, como elPRESIDENTE DE LA VICTORIA.

Después del armisticio de Buenos Aires, vale decir, después del 12 de junio de 1935, el doctor Ayala preparábase a completar su obra, desarrollando un plan revolucionario y constructivo. El mismo, en ocasión de ser condecorado por el Congreso Nacional, lo dijo: "El desaliento ha rondado por las esferas en donde se escudriña más el pasado que el alma del presente y en donde la aureola de lo legendario empaña la visión de las nuevas generaciones a que pertenecemos; hemos enseñado nuestro pasado como la cumbre de donde fuimos precipitados al abismo de la decadencia. La guerra del Chaco reanudó el curso de nuestra historia y restableció la filiación de los sucesos. El Paraguay es uno e indivisible en el espacio como en el tiempo.

"Una profunda revolución se está operando en nuestra nación, revolución cuyo proceso radica, por hoy, íntegramente en las conciencias. No nos aferremos, nosotros que pretendemos ser guías e inspiradores del pueblo, a las viejas concepciones que van caducando. Un inmenso soplo de esperanza corre por los ámbitos del país. Una intuición de mejores días alienta a las masas. Falta que las clases responsables de la sociedad asuman el papel que les corresponde en nuestra democracia". (Discurso pronunciado en el Parlamento el 3 de Octubre de 1935)

El párrafo transcripto expresa, elocuentemente, lo que eran el pensamiento y el estilo de Eusebio Ayala. No se perdía éste en la hojarasca; iba directamente a la médula del asunto, utilizaba la palabra como el buen cirujano el bisturí: con firmeza, sin vacilaciones ni miedo. Como aquel otro gran gobernante, Carlos Antonio López, le interesaba siempre el fondo de la cuestión, el concepto esencial, la idea madre de toda cuestión más que su expresión verbal. No aspiraba a ser un gramático y menos un esteta. Se valía del vocablo para exteriorizar su criterio, para dar forma a su juicio, no para hacer filigranas. Por eso su prosa era desaliñada y seca. No expresaba ni sugería bellezas, pero obligaba a meditar.

A breve lapso de haber pronunciado las palabras transcriptas más arriba, el 17 de febrero de 1936, rebeláronse contra su gobierno dos regimientos de infantería de la guarnición de la Asunción. Comandaban a los sublevados los tenientes coroneles Camilo Recalde y Federico W. Smith. No obstante, los verdaderos autores de la subversión fueron tres jóvenes capitanes: Federico Varela, Juan Martincich y Cirilo Antonio Rivarola. Luego de una lucha que duró desde el amanecer hasta las diez de la noche, Eusebio Ayala – quien se había escapado primeramente de sus enemigos y luego dirigió la defensa – redactó, firmó y entregó su renuncia al alto cargo que desempeñaba, a una delegación integrada por el citado coronel Recalde, el capitán de navío Manuel T. Aponte y el señor Bernardino Caballero, nieto del héroe y caudillo del mismo nombre.

Fue a bordo del cañonero "Humaitá". Días después de este suceso, encontróse en la prisión con José Félix Estigarribia, el Vencedor del Chaco. La adversidad caía, así, sobre ambos, simultáneamente, para embellecer sus vidas y glorificar sus destinos. La celda es, en tales casos, la antesala de la inmortalidad.

Seis meses sufrieron al unísono el ultraje de la prepotencia ensoberbecida. Hubo gente afanada en fusilarlos. Mas, el hado quiso que ambos próceres salieran juntos de la cárcel, y juntos tomaran rumbo hacia el destierro. Así se los vio llegar una mañana de agosto de 1936 en el puerto de Buenos Aires. Acogidos por el afecto del pueblo argentino, Eusebio Ayala fijó su residencia en la capital porteña. Vivió en el exilio como gran señor, que lo era, digno siempre de su infortunio y de su gloria. Regresó al Paraguay un día, furtivamente, para llorar sobre la tumba de su hermano, Enrique Bordenave. La desaparición de este gran espíritu le hirió de muerte, en el corazón.

En 1942, Eusebio Ayala emprendió el gran viaje hacia lo desconocido. El deceso se produjo en la capital argentina, mientras dormía. Así entró el gran repúblico en los dominios de la eternidad. Ahora, su memoria pertenece al pueblo. Es una página de honor de la historia patria. Sus despojos han de reposar, no dista mucho el día, bajo las bóvedas del Panteón Nacional, y su nombre constituirá un motivo de orgullo de las generaciones que le fueron contemporáneas y de las que le sucederán, en esta parte del continente, en el correr de los siglos venideros.

La obra intelectual de Eusebio Ayala es ingente. Publicó INFORME PEDAGÓGICO SOBRE LA ENSEÑANZA ALEMANA, en 1914, y TEMAS MONETARIOS Y AFINES, en 1917. Pero en sus conferencias, discursos y mensajes es en donde ha de buscarse la expresión integral de las diversas facetas de su vigorosa personalidad. Más aún; su sabia palabra, desde la cátedra, contribuyó en manera singular en la formación espiritual de la juventud paraguaya, la que se le alejó un tiempo. Y no es extraño este suceso. Los valores reales son casi siempre incomprendidos por sus coetáneos. Necesitan de la propia desaparición física y del transcurso del tiempo para la consagración que ha de ser perenne. En 1932, sus amigos editaron Ante el País, colección de conferencias dedicadas a la juventud universitaria.

Desde el punto de vista de sus actividades de dirigente en la defensa del Chaco – mando que fue, realmente, el último liberal desde 1904 – se señala un hecho histórico de trascendental importancia. El 17 de febrero de 1936, a las diez de la noche, cuando Eusebio Ayala redactó y suscribió su renuncia al alto cargo de presidente de la República, a bordo del cañonero "Humaitá", las fuerzas paraguayas acampaban, victoriosas, casi en los linderos arcifinios del Chaco Boreal, y la bandera nacional flameaba, enhiesta, en las cercanías de las márgenes lejanas y leyendosas del Parapití! Esta verdad histórica es su más alta y justa gloria y la de su gobierno.

La personalidad política de Eusebio Ayala es discutida como la de todos los grandes barones de la historia. Gracias a la enconada disputa que ella ha suscitado entre sus compatriotas, se la ve agigantarse a medida que se aleja en la perspectiva de los años. Es que el político no está destinado a arrebujarse, como la impoluta imagen de los santos, entre las flores, las luces y el sahumerio de los altares, para ser adorado por el creyente. ** El imperativo de su vida y de su sino le señala la obligación ineludible de erguirse siempre, valiente y firme, sobre las tribunas ciudadanas, en las bocacalles o en las plazas públicas, como el bronce de las estatuas, sin temor al calor del sol ni al frío del relente, en actitud de perenne desafío al embate de todos los vientos y al restallido de todas las lluvias.

Fuente: HISTORIA DE LAS LETRAS PARAGUAYAS – TOMO III. Por CARLOS R. CENTURIÓN. EPOCA  AUTONÓMICA. EDITORIAL AYACUCHO S.R.L. BUENOS AIRES-ARGENTINA (1951), 500 pp. – Versión digital en: BIBLIOTECA VIRTUAL DEL PARAGUAY (BVP)

 

 

EUSEBIO AYALA

Nació este gran estadista el año 1875, en Barrero Grande, hoy pueblo epónimo en su homenaje. Constituye un magnífico ejemplo de voluntad vocacional en el esfuerzo selectivo de superación. Apenas graduado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Asunción, Eusebio Ayala marchó a Europa por largos años a perfeccionar su cultura. El tiempo transcurrido en el Viejo Mundo no fue en vano, porque de allá regresó un Ayala nutrido de sólidos conocimientos positivistas y especializada versación económica.

De vuelta a su patria, ejerció su profesión de abogado, dictó cátedras en la Facultad de Derecho, practicó el periodismo y dedicó preferente actividad a la política, ocupando varias veces bancas en el Senado y ministerios de Estado. Su prolongado desempeño en la carrera diplomática le permitió viajar mucho. Hablaba a la perfección varios idiomas. "Fue el paraguayo más completo de su tiempo -opina de él Justo Pastor Benítez- y uno de sus mejores prosistas. Escribía con sencillez asombrosa y hasta con elegancia francesa. Era imposible no entenderlo porque tenía claridad en las ideas y dicción fluyente. Disertaba donde acudía pues era un hombre público de relevante coraje en sus ideas y, quizás, el de más completa información moderna".

Durante una de sus estancias en París -donde acudía a menudo porque estaba casado con una dama francesa llamada Marcelle Durand- le cupo la honra de disertar en la Sorbona, en fluido francés, sobre el uti possidetis, robusteciendo así la tesis paraguaya sobre su mejor derecho al territorio del Chaco.

En 1921, durante la discordia civil y siendo entonces senador, fue llevado por primera vez a la presidencia de la República, devolviéndola prestamente al institucionalismo democrático y constitucional. En 1932, asumió nuevamente la primera magistratura de la nación por elección popular y, para fortuna del Paraguay, fue este político y financista quien regía sus destinos cuando se desató la guerra del Chaco. Sus condiciones de buen gobernante le granjearon el título de Gran Presidente de la Victoria y, a la expiración del conflicto bélico, el Congreso lo premió con la medalla del Reconocimiento Nacional. Había dirigido la economía de la guerra con extraordinario acierto y capacidad. "Poseía una mentalidad sistematizada en las matemáticas; era hombre de empresa y de ideas liberales; no soñaba, planeaba obras; nunca edificó castillos, trabajaba a ras de tierra. Su espíritu práctico se traducía en el estilo sencillo y en el pensamiento claro, sintético como un teorema. En medio de la tormenta sostuvo los tres grandes pilares de su política. Comando de Estigarribia, sistema gradual para financiar la guerra sin dilacerar la economía nacional y una directiva diplomática que buscara la paz con dignidad". Así define Justo Pastor Benítez su política en la conducción de la guerra chaqueña.

Además de su actividad cívica en la vida ciudadana, tuvo tiempo para dirigir bancos, frigoríficos y grandes empresas industriales. Esa vida de acción y su activa militancia política no le permitieron producir mucho a ese hombre dotado de condiciones excepcionales de escritor y de vasta cultura. En un volumen titulado Patria y libertad se hallan reunidos algunos de sus discursos y conferencias con ensayos de interpretación política. Publicó, además, Temas monetarios y afines, sobre tópicos de su especialización.

Murió en Buenos Aires en 1942.

BIBLIOGRAFÍA

Efraím Cardozo: Tres héroes del Chaco.

Policarpo Artaza: Ayala, Estigarribia y el Partido Liberal.

Justo Pastor Benítez: Estigarribia; Páginas libres.

Fuente: CIEN VIDAS PARAGUAYAS Por CARLOS ZUBIZARRETA. Prólogo a esta edición CARLOS VILLAGRA MARSAL. Prólogo a la 2ª edición de 1985 ALFREDO M. SEIFERHELD. Comisión Nacional de Conmemoración del Bicentenario de la Independencia del Paraguay. Biblioteca Bicentenario Nº 6. EDITORIAL SERVILIBRO. Asunción – Paraguay. 2011 (240 páginas)

 

EUSEBIO AYALA (1875-1942)

Nació en Barrero Grande -ciudad que hoy lleva su ilustre nombre- en el año 1875. Obtuvo el diploma de bachiller en el Colegio Nacional de la Asunción. Después el grado de doctor en derecho y ciencias sociales, en la Universidad Nacional, en 1900. Su tesis versó sobre Presupuesto Nacional. Fue profesor de filosofía en el Colegio Nacional; luego enseñó psicología, a raíz de lo cual produjo ensayos estimables para su época, "señalándolo dentro de la corriente evolucionista". Fue dos veces Presidente de la República, la segunda de ellas durante la guerra del Chaco (1932-1936). En esta época produjo un documento titulado "ANTE EL PAÍS”, en el que "adelantaba las transformaciones que sobrevendrían después y de las que sería no actor principal sino lejano testigo". Hasta hoy tampoco se han valorado debidamente sus mensajes y discursos ante el Honorable Congreso Nacional. Muy revelador, por ejemplo, resulta el leído con motivo de recibir la condecoración que por la guerra del Chaco le otorgó el Congreso. Dentro de sus escasas producciones, una de las más notables es la titulada "TEMAS MONETARIOS Y AFINES” (Asunción; 1915?) En 1952 al cumplirse el décimo aniversario de su muerte en Buenos Aires, sus amigos editaron un volumen: "PATRIA Y LIBERTAD”, donde están contenidas las líneas fundamentales de su pensamiento, algo distantes de las de aquellas sus primeras meditaciones juveniles. Viajó en diversas épocas, como estudioso. Recorrió Europa y América. Poseía varios idiomas. Es el único paraguayo que dictó conferencias en el local de la "Asociación de Derecho Internacional”, en París, presidida por el profesor De la Pradelle, en correcto francés. Una de ellas sobre el UTI-POSSIDETIS JURIS en 1810.

TEXTOS DEL 900 : "NOCIÓN DEL VALOR".../ "DISCURSO PRONUNCIADO POR EL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, DR. EUSEBIO AYALA. EN EL ACTO DE ENTREGA DE LA MEDALLA DE LA DEFENSA DEL CHACO POR EL CONGRESO NACIONAL"./ "TEMAS MONETARIOS Y AFINES".

VALORACIÓN INDIVIDUAL : Sus raíces intelectuales eran vastas. Su cultura se nutría con afluentes lingüísticos de variado cauce. Poseía muchos idiomas. Durante mucho tiempo careció de lo que podría llamarse instinto de pueblo. Su cultura tenía el forro del compendio. Después la madurez vital lo centró con sus vicisitudes en el tema económico. Allí en la teoría y aún en la proyección de sus intuiciones superó a Eligio Ayala.

FICHA BIBLIOGRÁFICA:

*. AMARAL, Raúl. El romanticismo paraguayo». Separata de Comentario N° 47 Bs. As. 1966.

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*. BAREIRO SAGUIER, Rubén: «Panorama de la Literatura Paraguaya». Inserto en "Panorama das literaturas das Americas». Tomo III. Angola. 1959:

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*. RODRÍGUEZ ALCALA. Hugo “Historia de la literatura paraguaya”. Edit. F.V.D. Asunción: Paraguay. 1970.

*. RODRIGUEZ ALCALÁ, Hugo: "La literatura paraguaya". Edit. Comuneros Asunción 1971.

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*. SOLER, Juan José: “Hacia la Unión Nacional” (Cuarenta años de vida Pública). Bs. As. 1943.

*. VALLEJOS, Roque: “La literatura paraguaya como expresión de la realidad nacional”. Edit. Don Bosco. 2° Edic. As. 1971.

*. VALLEJOS. Roque: “Valoración estética e histórica de los hombres del 900”. Suplemento Dominical de ABC p. 2: As. Domingo 1 de octubre de 1972.

*. VASCONSELLOS, Víctor Natalicio: “Lecciones de Historia Paraguaya”. 4ª. Edic. As. Paraguay. 1966.

*. VELÁZQUEZ, Rafael Eladio: “Breve Historia de la cultura en el Paraguay”. Ediciones Novelty. As. 1970.

*. VIOLA, Alfredo: “Curso de historia de la cultura paraguaya”. As. Paraguay. 1971.

*. ZUBIZARRETA, Carlos: “Cien vidas paraguayas”. Ediciones Nizza. Bs. As. 1961.

"El agricultor paraguayo no ha conocido jamás una de las principales palancas del progreso, el crédito, sino en su forma siniestra: la usura". EUSEBIO AYALA

Fuente: ANTOLOGÍA DE LA PROSA PARAGUAYA (TOMO I)  GENERACIÓN DEL 900. Obra de ROQUE VALLEJOS- EDICIONES DEL PUEBLO - COLECCIÓN CENTAURO. Fundadores: LIC. MARÍA LUISA ARTECONA DE THOMPSON, DR. JOEL FILÁRTIGA y DR. ROQUE VALLEJOS. Director de publicaciones: LIC. SEBASTIÁN DÍAZ ROIG (h) Asunción – Paraguay, Imprenta Comuneros S.A., 1973 (150 páginas).

 

 

Enlace interno recomendado:

*. Presidencia Provisional del Doctor EUSEBIO AYALA. 7 de noviembre de 1921 al 12 de abril de 1923.

*. Décimo Séptimo Período Constitucional. Presidente: Doctor EUSEBIO AYALA. Vice Presidente: Dr. RAÚL CASAL RIBEIRO.15 de agosto de 1932 al 17 de febrero de 1936.

Fuente: HISTORIA DEL PARAGUAY CONTEMPORANEO 1869 - 1983. Autor: OSVALDO KALLSEN, Imprenta Modelo S.A., Asunción – Paraguay 1983 (215 páginas).

 

 

Enlace interno recomendado:

* LA POLÍTICA DE DEFENSA PARAGUAYA  A TRAVÉS DE LOS DISCURSOS PRESIDENCIALES  (1844-2008) - DR. EUSEBIO AYALA. Periodo presidencial1932-1936. Por Lic. DIONISIO AMARILLA y Cnel. DEM. RAÚL ERIT SALINAS ALONSO. Fuente: INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS ESTRATEGICOS. LA POLÍTICA DE DEFENSA PARAGUAYA  A TRAVÉS DE LOS DISCURSOS PRESIDENCIALES  (1844-2008) . TRABAJO COLECTIVO DE LA PROMOCIÓN. GRAL. BRIG. HUGO MENDOZA . Director General , Asunción - Paraguay 2010 (198 páginas).

* EUSEBIO AYALA. Por MARIANO LLANO. Asunción - Paraguay, 1998 (224 páginas).

 

 

 

 



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