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GUILLERMINA KANONNIKOFF
17 de Septiembre de 1954
 
GUILLERMINA KANONNIKOFF


Datos biográficos:

GUILLERMINA KANONNIKOFF  : GUILLERMINA KANONNIKOFF FLORES fue la quinta hija de Sviatoslav y Guillermina, que naciera el 17 de setiembre de 1954, a un poco más de un mes de que el general Alfredo Stroessner asumiera formalmente el poder en el Paraguay. En ese entonces, la familia vivía en el barrio Sajonia, en 24 Proyectada, entre 5ta y 6ta; en espacios relativamente cercanos, su padre se dedicaba a las construcciones navales.

Guillermina, conocida sobre todo como Nenena, tuvo otros 8 hermanos, a los que habrá que sumar dos más, hermanos de padre. Guillermina (Madre) y Sviatoslav tuvieron los siguientes hijos, de mayor a menor: Maria Elena, Nina, Victoria, Pedro, Nenena, Carlos, Roberto y Luís Alberto y Meliza (Mellizos). Sus hermanos de padre fueron Elizabeth y Rossi.

Mientras que el padre de Nenena muriera de cáncer, más tempranamente, en el año 2005 su madre, Guillermina Flores terminó sus días en el marco de un extraño crimen; un asesinato nunca aclarado por completo. Era un 5 de enero del 2005, cuando la noticia sobre el asesinato causó pánico y confusión, pues Nenena y su madre tenían el mismo nombre, Guillermina.

Cuando apenas tenía 19 años, en 1974 Nenena contrajo matrimonio con Mario Schaerer Prono, entonces con 21 años, quien vendría a ser protagonista central de una trágica historia política. Nenena y Mario eran catequistas, participando activamente de las celebraciones de misas en el templo Cristo Rey, ocasiones en que ella veía que Mario saludaba muy fraternalmente a personas con quienes después ella iría a trabajar: Miguel Ángel López Perito, Carlos Fontclara y Marta Arce, entre otros.

Nenena y Mario tuvieron un solo hijo: Manuel, quien nacería en la cárcel, en 1976, huérfano de padre.

En 1977, luego se ser liberada del encierro, Nenena se puso a ahorrar un poco de dinero, y ni bien pudo se fue a Barcelona, España, junto con su hijo, de donde apenas volvería en 1981, cuando las condiciones políticas estaban mejoradas, por lo menos desde el punto de vista represivo. En rigor, existía aún dictadura, pero como la presión internacional era persistente y creciente, el stronismo había ingresado a una fase de menor rigidez, por lo que se ha coincidido en denominar al sistema de control político del período como “Dictablanda”.

Después de retornar al Paraguay, el 15 de diciembre de 1981 Nenena contrajo matrimonio con Raúl Monte Domecq, un compañero al que conociera en la prisión y con quien ella compartía sueños y opiniones políticas. Con Raúl, Nenena tuvo tres hijos más: Martín, Marcos y Mauricio.

LA EXPERIENCIA OPM

La Organización Primero de Marzo, OPM, un movimiento político-militar que fuera desarticulado entre 1976 y 1977, se creó a iniciativa de Juan Carlos Da Costa, un dinámico carismático dirigente de izquierda, que hacia finales de los años 60 ya había intentado crear una organización similar, pero en la ocasión el proyecto terminó siendo abortado por la Policía Política.

A comienzos de los años 70, Juan Carlos Da Costa estuvo viviendo en Chile, acompañando de cerca el rico proceso de transformaciones políticas y socioeconómicas que se venían dando bajo el Gobierno de Salvador Allende. Hacía allí, en el mismo período, fueron varios paraguayos por lo que Da Costa pudo hacer varios contactos con la finalidad de promover el movimiento político-militar.

(Se impone un breve paréntesis, en este punto, no para asumir la defensa irracional de Da Costa, sino para explicar el por qué de la propuesta: a diferencia de Chile, justamente, donde por la vía pacífica, electoral, fuera posible la llegada de un socialista al poder –lo que a partir de setiembre de 1973 se contestará–, se debió, a los ojos de todos, al hecho de que el país andino tenía una sólida y larga tradición democrática. En el Paraguay no solamente no existía tal tradición, sino a la inversa, y además, Juan Carlos Da Costa sostenía que el stronismo solamente comprendería el lenguaje de las balas; Stroessner, “el mercader”, debía ser sacado del templo a latigazos. Esa convicción es la que lo llevaba a sostener la idea de un movimiento político-militar para derrocar al dictador.)

En Santiago de Chile, Juan Carlos Da Costa persuadió a Diego Abente Brun, en quien el jefe fundador de la OPM creyó ver a una persona con alto potencial, pues Diego se mostraba despierto, ávido por aprender y dedicado. Los trabajos preparatorios de la Organización Primero de Marzo estaban en marcha.

Varias vertientes fueron trabajadas casi simultáneamente para asegurar un rápido crecimiento.

Así, en por lo menos tres frentes se trabajó con un alto nivel de eficiencia:

En el sector campesino la OPM ganó mucha fuerza en poco tiempo por la vía de la incorporación masiva de ex activistas de las Ligas Agrarias Cristianas, lo que a su vez fue posible gracias a la incorporación en un alto nivel dirigencial de uno de los referentes históricos del movimiento de masas, Constantino Coronel.

En el sector estudiantil se trabajó con relativa facilidad en el seno del Movimiento Independiente, MI, espacio en el que se logró la incorporación masiva gracias a la adhesión de referentes históricos de peso al más alto nivel dirigencial, como los casos de los hermanos Bogado Tabacman: José Félix, el mayor, era responsable de la Secretaría de Capacitación del Movimiento Independiente, MI, mientras que Eduardo, el menor, era director del vocero del MI, “Frente”.

En el exilio, concretamente en Corrientes, una ciudad cercana donde estudiaban decenas de paraguayos, se logró la masiva incorporación al movimiento gracias al apoyo de referentes muy fuertes, como los casos Carlos Brañas y Agustín Zavala.

Un ejemplo de cómo se dio este proceso aporta el testimonio de Nenena Kanonnikoff, pieza central del movimiento en cuestión:

“Éramos catequistas (Ella y Mario) y nuestro compromiso se daba por el lado cristiano...En los primeros meses de 1975 la organización lograría incorporaciones importantes. Diego Abente lograba integrar a Fernando Masi y a Mario Schaerer Prono y su esposa, Guillermina Kanonnikoff. A través de Schaerer Prono se sumarían luego Miguel Ángel López Perito y Daniel Campos. Paralelamente un buen número de estudiantes se sumaría a través de la Secretaría de Capacitación del MI que estaba a cargo de José Félix Bogado Tabacman”.

El testimonio de Nenena aporta detalles claves para entender cómo y a través de quiénes se dieron las rápidas incorporaciones al movimiento político-militar fundado por Juan Carlos Da Costa. De todas maneras, desde una perspectiva sociológica, al margen de los pormenores anecdóticos habrá que señalar con énfasis que el surgimiento y la rápida expansión de la OPM se dio porque el stronismo, sobre todo después de 1969, tomó medidas represivas asfixiantes, que redujo drásticamente los espacios para que las organizaciones de masas puedan operar.

En 1969 había llegado al país Nelson Rockefeller, lo que generó reacciones masivas de rechazo, sobre todo en círculos estudiantiles. El stronismo, furioso ante las movilizaciones, tomó medidas restrictivas que afectaron directamente a las dos organizaciones de masas más dinámicas: el Movimiento Independiente, MI, y las Ligas Agrarias Cristianas, LAC. Al cerrarse los espacios legales, parte significativa de la dirigencia y la militancia se radicalizó, pasando a ver en la lucha clandestina –y sobre todo en la lucha armada– la única solución, la única alternativa. Ese marco propició, a su vez, el rápido crecimiento de la OPM, organización que parecía surgir como ideal para cubrir un sensible vacío.

LA MUERTE DE JUAN CARLOS

La represión a la Organización Primero de Marzo, OPM, se inició el 4 de abril de 1976, cuando en el puesto de control fronterizo de la ciudad de Encarnación, frente a Posadas, Argentina, se detectó el ingreso de personas “sospechosas”. Desde el mes anterior, marzo, en que se produjera el golpe militar en la Argentina y en que se desatara la llamada “Guerra Sucia”, los aparatos represivos veían como particularmente sospechosos a los jóvenes. En ese período, de hecho, el grueso de la militancia guerrillera era de jóvenes. Esto hacía que los controles se extremaran.

Adicionalmente, los agentes paraguayos tenían en los puestos fronterizos las fotografías de algunos “buscados”, como el caso de Carlos Brañas, que lideraba la Asociación Cultural Guaraní, ACG, en la ciudad argentina de Corrientes, donde estudiaba Medicina. Presuntamente, un agente creyó reconocer a Carlos Brañas y le sometió a una revisión especial, encontrando rápidamente bajo su pantalón un cinturón paralelo conteniendo varios documentos falsos.

Brañas estaba acompañado por tres mujeres: Teresa de Casco, María Angelina de Zavala y su propia esposa, Ana María.

Al percatarse del cinturón secreto que contenía documentos falsos, los agentes procedieron a revisar a fondo los numerosos objetos que traían al país los que supuestamente se estaban repatriando. En aparatos electrodomésticos y valijas se detectaron dobles fondos, de donde se extrajeron armamentos y municiones. La Policía Política se percató de inmediato que estaba ante algo bien “gordo”. De inmediato de procedió a trasladar a los detenidos hasta la capital.

En la madrugada del día siguiente, la Policía Política arremete con fuerza contra la casa de Nenena, donde termina siendo muerto el fundador de la organización, Juan Carlos Da Costa. El testimonio de Nenena ofrece detalles sobre el suceso puntual:

“Nuestra casa fue asaltada en horas de la madrugada, el 5 de abril de 1976, por un grupo de civiles armados que a gritos y disparando decían ser policías y nos conminaban a que abriésemos la puerta. Tres personas nos hallábamos durmiendo en la casa: Mario Schaerer Prono, mi esposo, Juan Carlos da Costa, compañero que estaba hospedado desde hacía unos días en nuestra casa, y yo”.

“Los disparos provenían de distintos ventanales que poseía la vivienda. Cuando Juan Carlos trató de escapar por los fondos, fue mortalmente herido, regresando hacia el interior de la casa. Me acerqué a él pretendiendo prestar ayuda, pero ya sólo emitía sonidos guturales. En ese momento, Mario me toma la mano diciendo: “Ya nada podemos hacer por él, corre a todo lo que puedas”. Corrimos por el patio trasero buscando salir a la calle”.

En la ocasión, conforme la reconstrucción posterior de los hechos, cuando Juan Carlos Da Costa trató de salir por el portón trasero de la casa se encontró cara a cara con el jefe de la Sección Política del Departamento de Investigaciones, el comisario Alberto Cantero. Ambos se dispararon. Juan Carlos terminó muerto y el comisario Cantero sobrevivió después de ser sometido a varias cirugías.

EL ASESINATO DE MARIO

Por la misma puerta en que se diera el trágico encuentro entre Juan Carlos Da Costa y el comisario Alberto Cantero, salieron de la casa Nenena y Mario. Corrieron en dirección al fondo, que parecía despejado y Nenena cayó en un profundo pozo de basura que había en el fondo del mismo, sin que ella ni nadie pudiese explicar hasta hoy cómo hizo para salir del mismo. El testimonio de Nenena sobre este trecho es más que apropiado:

“La policía disparaba a matar. Mario fue rozado por un proyectil en le empeine del pie derecho, yo caí al fondo de un profundo pozo de basura que teníamos en el patio... hasta hoy me pregunto ¿cómo logré salir?, Mario había saltado de fino el tejido de alambre que dividía nuestra propiedad con la del vecino. Lo que sí recuerdo, es que salté entre tejido y tejido, dejando entre ellos trozos de cuero cabelludo, vestido y piel de la panza. Tenía un embarazo de 7 meses”.

En el marco de la huida alcanzaron a llegar a la residencia de las monjas canadienses, distante alrededor de 400 metros de la casa.

Como ambos eran profesores de las Cátedras de Orientación Cristiana del Colegio San Cristóbal, administrado por esta congregación, fueron atendidos por las monjas, quienes los acomodaron en la planta alta de la residencia. A Mario le lavaron la herida del pie y le pusieron una gasa.

Luego de unas tres horas de deliberaciones acerca de qué hacer con ellos, decidieron entregarlos a la policía. De acuerdo con la versión del padre Roy, se habría comunicado con el abogado de extracción febrerista Fernán Diez Peña, quien le habría aconsejado que se les entregara a la policía, por la seguridad de los perseguidos y de la propia congregación.

Conforme Nenena los hechos se dieron del siguiente modo:

“Vimos salir el auto del padre Raimundo Roy, quién luego de regresar, comunicaba a Mario que nos había entregado a la policía y que esta se comprometía a respetar nuestras vidas. Aproximadamente a las 7 de la mañana una patrullera venía a buscarnos. Fuimos remitidos al Departamento de Investigaciones de la Policía (policía política) donde fuimos recibidos a golpes y patadas”.

Mario Schaerer Prono fue sometido a crueles sesiones de torturas, sobre todo durante esa noche y el día siguiente. Y él ya sabía por qué: desde la congregación había entrado en contacto con Diego Abente, pero de acuerdo con las investigaciones la comunicación, breve, por cierto, más que breve resultó confusa:

-Lo mataron al “compadre grazú”; hay que hacer desaparecer el archivo.

Diego sabía que “compadre guazú” se le decía a Juan Carlos Da Costa, el jefe de la organización. Se puso en contacto de inmediato con Miguel Ángel López Perito y juntos cargaron el archivo de la organización, disponiéndose a llevar los materiales a la casa de Mario Schaerer Prono (¡!) para asegurar la protección de los mismos.

Insólito: Abente y López Perito llevaron el archivo a lo Mario Schaerer Prono. La cuestión es simple de entender, pues era más que evidente que ni Abente ni López Perito sabían ni podían imaginar siquiera que al “compadre guazú” lo habían matado en lo de Mario; ni siquiera sabían ni imaginaban que andaba durmiendo en la casa del mismo. Obviamente, Abente y López Perito fueron arrestados y el archivo cayó en manos de la policía.

Archivo en manos, los datos eran contundentes; Mario decía saber sobre las cuestiones, pero se negaba a cooperar. Los policías encargados de su interrogatorio enfurecían y trataban de aplacar su ira sobre las espaldas de Mario. Conforme el testimonio de Olegario Rodríguez, dirigente del Partido Comunista Paraguayo, detenido en el Departamento de Investigaciones desde noviembre de 1975:

-Le reventaron toda la espalda; se podía ver sus huesos.

Nenena refería los hechos del siguiente modo:

“A Mario lo matan el día 6 de abril de 1976, luego de crueles sesiones de torturas de casi 24 horas. Su cadáver fue entregado a familiares con signos evidentes de haber recibido todo tipo de torturas, con golpes y hematomas por todo el cuerpo. Alrededor de la frente tenía rastros de un torniquete con dos agujeros a cada lado de la sien, todas las uñas levantadas, los testículos carbonizados, las piernas con agujeros; rastros que deja la picana eléctrica, además de una herida en la parte posterior de la cabeza. La policía no permitió velatorio ni acompañamiento, sino que dio orden expresa de entierro inmediato. Se ensañaron con él pues no lograron arrancarle un solo nombre. La policía, a través del método de la tortura, buscaba echar a más opositores al gobierno stronista”.

Pasaron varios meses para que Nenena se enterara de lo sucedido. Solamente tres meses después del horrendo asesinato, y una vez que su hijo haya nacido y se encontrara bien, lo que ocurrió el 3 de julio, el 22 de ese mes de julio le comentan sobre lo que había sucedido con su marido.

Más de un año y medio después de estar detenida, en noviembre de 1977, Nenena y su hijo recuperan la libertad; poco tiempo después se marcha a España, a la ciudad de Barcelona.

Un último rescate testimonial de Nenena sobre lo que fuera su paso por el Campo de Concentración de Emboscada la pinta de cuerpo entero, como mujer y como militante:

“En la cárcel nos ayudábamos todas. Yo di de mamar a tres chicos de la cárcel,…, nos dábamos fuerza; yo hacía trabajos de psicopedagogía con Derlis Villagra (hijo), Marcelito Mancuello y con Manuel Schaerer. Tomaba nota de todo lo que ellos decían”.

Nenena Kanonnikoff retornó al Paraguay desde Barcelona el 28 de junio de 1981 y de inmediato fue recluida de nuevo en el Departamento de Investigaciones, por orden expresa del ministro del Interior, Sabino Augusto Montanaro, quien decía que ella había protagonizado “un acto subversivo en Barcelona” en una fecha en que se hizo un acto por los desaparecidos. Ante la insólita situación el padre de Nenena, Sviatoslav Kanonnikoff, le pidió directamente a Montanaro que la dejaran libre y después de 23 días le dieron la libertad.

Ya después de la caída del general Alfredo Stroessner, Nenena promovió un juicio por el asesinato de su ex marido, logrando lo que muchos dudaron era posible: penas de castigo para los principales responsables. De todos modos, para ella la lucha solamente terminará cuando se haga Justicia para todas las víctimas.

Obs. : Retrato corresponde al artista FEDERICO CABALLERO

Fuente : REBELDES POR LA PATRIA, por ROBERTO PAREDES . SECRETARÍA DE LA MUJER DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA ( www.mujer.gov.py ). Comité de género de la ITAIPU BINACIONAL. COLECCIÓN KUÑA REKO. Editorial SERVILIBRO. E-mail: servilibro@gmail.com / Web: www.servilibro.com.py. Asunción, Paraguay, 2011.





 

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